Familia Matthei desvió estero para su lechería: la acusan de crear la “Freirina del Bío Bío”
By Comunicaciones

Familia Matthei desvió estero para su lechería: la acusan de crear la “Freirina del Bío Bío”

La familia conocida en el sur de Chile por la producción de finos quesos desvió un estero en San Rosendo para su lechería. Pese a los reclamos de los lugareños y de una orden de la Dirección General de Aguas, los empresarios sencillamente hicieron oídos sordos y el cauce se mantiene intervenido. Pero hay más: los vecinos acusan que la planta productora de los Matthei convirtieron el sector en la “Freirina del Bío Bío”. Denuncian entierros de animales, plagas de moscas, malos olores e incluso “corridas de cercos”. Fuente: Radio Biobío, 18 de junio de 2021.

No es en Huasco sino en San Rosendo, región del Bío Bío, donde denuncian a una lechería por presencia de fecas, moscas, desviar un estero y “correr cercos” de terrenos contiguos.

En Freirina, en diciembre del 2012 y tras cinco años de funcionamiento, terminaron con la Planta Productora de Cerdos cerrada y pérdidas de Agrosuper equivalentes a 400 millones de dólares, por la contaminación de su enorme criadero.

Ahora son más de 1.000 cabras y sus correspondientes desechos diarios, conviviendo con un pequeño poblado en San Rosendo, los que protagonizan una compleja trama que enfrentan a los vecinos y a una empresa de finos quesos, vinculada a la familia Matthei, antiguos, poderosos e influyentes.

Para los habitantes de Los Callejones, se trata de un nuevo y grave episodio de contaminación ambiental, una especie de “nueva Freirina”, por lo ocurrido hace años en el norte de Chile, que, según ellos, se repite.

Esperan que la Justicia, la Dirección General de Aguas (DGA) del Ministerio de Obras Públicas, el Ministerio de Salud y la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados intervengan y ayuden.

Ya lograron sanción y una multa de la DGA contra la empresa, una hasta ahora promesa incumplida de visita a terreno de los diputados y un sorpresivo sumario sanitario iniciado por el Ministerio de Salud, abierto hace pocos días, en mayo de este año.

La empresa, por su parte, se excusa de todas las imputaciones y asegura que “es amigable y preocupada” por el medio ambiente, pero los vecinos responden que no se nota y los malos olores y las moscas no ceden.

La autoridad sanitaria dice otra cosa…

La queja vecinal

Oswin Hemmelmann es dirigente social y representante de un comité en la localidad de Los Callejones y afirma que los problemas con los que conviven son múltiples y hasta ahora sin solución a la vista.

Para ellos las complejidades comenzaron hace unos 6 años, cuando se instaló la lechería en el lugar, en el terreno que pertenece a la familia del fallecido empresario Alberto Matthei.

Explica que la mantención de más de mil cabras en ese espacio, sobre todo por sus desechos, genera fetidez y ha traído una plaga de moscas al poblado de 300 habitantes que está contiguo.

En su origen, asegura el representante local, en dicho terreno solo había una plantación de espárragos, lo que en los últimos años cambió, con la instalación de la lechería de cabra, cuya producción deriva en insumo de los Quesos Callaqui.

“Esa lechería está ubicada a menos de 50 metros del estero y así comienza el drama” dice.

Hemmelmann asegura que nunca se ha realizado alguna evaluación de impacto ambiental, ni antes, ni después, de su implementación.

“Lo primero que hizo el señor Alberto Matthei fue hacer un desvío de un cauce de aguas para llevarlas a su predio. Ese fue el primer reclamo que hicimos a la DGA, lo multaron y con la orden que debía devolver el estero a su cauce y aún no lo hacen”, acusa.

“Todos los residuos, purines que salen de esa lechería, están apilados y el percolado de eso cae en las aguas, contamina todo, y con eso se genera la invasión de moscas en sectores como Vega Verde, Callejones, Peñaflor. Es una plaga de hace 6 años”, afirma.

El mismo vecino describe que la contaminación que se genera afecta a una escuela que se ubica a menos de 100 metros, al igual que a la Posta Rural que está a 3 cuadras.

Finalmente, Hemmelmann acusó una eventual apropiación de terrenos.

“Se han tomado terrenos y hay denuncias sobre que corre y bota cercos”, destaca.

Mientras tanto, la misma gente ha comprado una gran cantidad de aerosoles para frenar la plaga de moscas y esperan respuestas de las autoridades competentes. Los matamoscas son insuficientes.

Hombro municipal

Los planteamientos de los vecinos suman apoyo, especialmente, del alcalde de San Rosendo, Rabindranath Acuña (indep. DC).

“En ese terreno don Alberto Matthei, dice, tiene varias iniciativas productivas como ganado, cabras, para la producción de leche, de lo cual se producen desechos, como las fecas, también los machos, por su poca utilidad, los matan y los entierran. Esto ocasiona malos olores y plagas de insectos, principalmente moscas”, dice Acuña.

También, el mismo jefe comunal respaldó la imputación por intervenir el cauce del Estero Turquía, que pasa por la zona.

“Hicimos una denuncia a la DGA, quienes condenaron a una multa y les ordenaron devolverlo a su cauce normal, cosa que nunca hicieron”, agrega.

“Eso no es parte de la buena convivencia, lo que se ve agravado porque mucha gente que trabaja con ellos vive a su alrededor y, al final, no se atreven a denunciar públicamente”, agrega.

Acuña especifica que “hay fecas acumuladas cerca de los vecinos. Todo esto implica un problema y el municipio ayuda, como debe ser, a los vecinos”.

El alcalde indica que no ha tomado contacto con la familia propietaria del terreno y la lechería debido que “hay una vía legal, si la persona determinó pasar a llevar a sus vecinos no tiene sentido hablarlo”.

“Buenos vecinos”

BioBioChile contactó a la familia Matthei, a través de la empresa Quesos Callaqui, quienes aseguran que son buenos vecinos y cumplen con toda la normativa que se les exige.

También explican que dicho terreno corresponde a una sucesión y, por lo tanto, a la firma solo le compete referirse al reclamo por contaminación.

“En el campo manejamos las cabras con un sistema de ‘cama caliente’, esto es un piso en el que se va poniendo paja limpia, la que se va compactando y recibe las fecas y orinas de las cabras. Esta cama se renueva dos veces al año y todo el material se apila para su compostaje, para luego ser esparcido sobre el cultivo de espárragos y alfalfa que hay en el mismo campo”, destaca Francisca Hernández, codueña de Lácteos Callaqui.

Afirma que esto permite reducir los costos de fertilización.

“Es un manejo que se hace en muchas partes con buenos resultados. El compostaje no produce mal olor. Si los produjera sería porque el material se está pudriendo”, dice.

Agrega que han recibido visita de inspectores del Servicio de Salud y del SAG periódicamente y ellos revisan además de los olores, que no existan sectores de crianza de mosca y ratón.

“Podemos entregar las actas de inspección y en todas ellas se han desestimado las denuncias por no encontrarse focos de crianza de mosca y roedores, ni olores nauseabundos”, añade.

Respecto del control de la plaga de moscas, Callaqui asegura usan insecticidas en base a sebo (AGITA) y que este año implementaron trampas en los corrales para moscas en base a feromonas, que no tienen insecticida.

“Son los manejos que se hacen en todas las lecherías y se controlan también en las inspecciones periódicas que nos hacen”, menciona.

“No corremos cercos”

La misma empresaria, en todo caso, asegura que la lechería se irá del terreno a más tardar en mayo de 2022.

“Tenemos un terreno comprado hace unos años, pero no habíamos logrado reunir el capital. Ahora conseguimos los créditos y nos vamos a trasladar. En este nuevo lugar, llegaremos a las 1.000 cabras en ordeña y tendremos que presentar una declaración de impacto ambiental en la que ya estamos trabajando”, dice la propietaria.

Según dice hoy suman 708 cabras en ordeña y la crianza que son cerca de 400, pero, estás últimas son de un peso de 20 kilos, por lo que no llegarían a la media “unidad animal”.

En suma, según la familia Matthei alrededor de 1100 animales.

Sobre el desvío del estero, asegura que “el estero Turquía se secó hace muchos años. Me imagino que cualquier desviación seria para regar, pero el riego se saca de un pozo abierto que está debidamente inscrito, y que no tienen ningún afluente”.

En todo caso, replica que el riego no tiene nada que ver con Lácteos Callaqui.

“Nosotros tenemos un pozo chico, también inscrito, del que sacamos agua para que las cabras tomen y para el lavado del equipo de ordeña”, aduce.

Finalmente, sobre la apropiación de terrenos, destaca que los litigios existentes con vecinos corresponden a la sucesión de propietarios y están en tramitación en el juzgado.

“Entiendo que por ambas partes se hicieron denuncias y ambos creen que sus planos dicen que son los legítimos dueños. En esto solo queda esperar a ver que dice el juez y acatar. Sí puedo decir que en el campo no se han movido cercos desde que el campo se compró, hace más de 20 años”.

DGA dispara

La Dirección General de Aguas desmiente a la familia Matthei y asegura que fueron multados por alterar el curso del estero y que hasta ahora no cumplen con lo ordenado respecto de normalizarlo.

Para ver resolución DGA, haz click aquí

“Se presentó un requerimiento el 2018 por una denuncia de modificación de cauce del estero. Lo que originó un procedimiento de fiscalización bajo el reglamento regía hasta ese entonces”, explican.

“En esa instancia, se ordenó a la empresa, que debía restituir el cauce al estado anterior a la intervención y paralizar de inmediato la extracción no autorizada de agua en el estero, remitiéndose los antecedentes al Juzgado de Letras de Laja y a la Fiscalía Local de Yumbel, para la investigación de un eventual delito de usurpación de aguas”, describen desde el organismo.

Posteriormente, señalan desde la misma DGA, que, al cumplirse los plazos legales, se realizó una inspección al lugar para la constatación del cumplimiento a lo resuelto por la dirección regional, sin embargo, “no se cumplió lo ordenado, por lo que se procedió a remitir los antecedentes a la DGA a nivel central, para que éste proceda a la aplicación de multas y sanciones respectivas acorde lo establecido en el Código de Aguas”.

Desde el Congreso

Hemmelmann y el concejal de San Rosendo Felipe Sánchez participaron en una sesión de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara Baja, a mediados de mayo, para exponer sus problemas, invitados por el diputado del PS, Manuel Monsalve.

“Fueron recibidos por las instancias para que dieran a conocer todo el problema que viven en San Rosendo. Ahí expusieron su drama”, asevera el congresista.

“Aquí esperamos respuestas de la Justicia, por la denuncia de apropiación de terreno, y también de las autoridades que deben fiscalizar el daño medioambiental que se genera”, agrega el mismo Monsalve.

El militante socialista destaca que como comisión se acordó oficiar a la DGA, al Ministerio de Salud y también a Fiscalía, para que dieran cuenta de los avances de las denuncias presentadas.

“También se acordó ir a sesionar, como comisión de Medio Ambiente, a la zona, en terreno, para poder presenciar directamente lo que ocurre”, cierra el congresista de oposición.

Aunque no hay una fecha definida para la visita de inspección, se espera que haya un anuncio durante los próximos días.

Dura respuesta

Los temores medioambientales de los vecinos fueron confirmados por la Seremi de Salud del Bío Bío.

BBCL confirmó que la Unidad de Saneamiento Básico de la Seremi de Salud del Bío Bío realizó una visita el 5 de mayo pasado al plantel Agropeacuario de Agrícolas los Volcanes San Rosendo, que corresponde a la producción de lácteos Callaqui.

“Se constató que existen cabras en producción de leche confinada en galpones, acumulación de residuos provenientes de las camas calientes al exterior de los galpones con proliferación de mosca, olor a descomposición del material, alta presencia de mosca al interior y exterior de galpones, entre otras deficiencias sanitarias, por lo que se da inicio a un sumario sanitario”, dice la declaración de la autoridad sanitaria.

Pero, no fue solo eso.

A lo anterior, se detectaron deficiencias por parte de la misma entidad de Salud respecto del agua de consumo y las instalaciones de los trabajadores.

“Se dio inicio a un segundo sumario sanitario por esta materia, fundamentalmente por no presentar cloro residual en el agua de consumo y por estar regularizadas a la fecha”, cierra lo resuelto por el Minsal.

 

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  • 18/06/2021