Glaciares chilenos aportarán en 2100 la mitad de agua que hoy
By valentina

Glaciares chilenos aportarán en 2100 la mitad de agua que hoy

Un grupo internacional de científicos proyectó la pérdida de entre el 50% y el 80% de los hielos que cubren Los Andes. Fuente: La Estrella de Arica, 25 de noviembre de 2025.

Los glaciares, la última línea de defensa de Chile ante las continuas sequías, aportarán en el año 2100 la mitad de agua que ahora, por lo que perderán su capacidad de mitigación si el país sufre otra megasequía como la que se prolonga desde hace 15 años, según un estudio publicado ayer por los institutos Federal Suizo de Investigación de Bosques, Nieve y Paisaje (WSL), y el de Ciencia y Tecnología de Austria (ISTA), junto al Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas de Chile (Ceaza).

‘El alza de las temperaturas en los escenarios que se proyectan para el siglo va a llevar a que los glaciares pierdan más masa de la que ganan. Digamos que, sostenidamente, van a ir retrocediendo’, explicó el ingeniero civil Álvaro Ayala.

Los investigadores concluyeron que si una sequía como la actual afecta al país en 2100, los grandes glaciares en el sur de la Cordillera de Los Andes, entre Chile y Argentina, sólo podrán contribuir con la mitad de agua que ahora, ya que habrán perdido entre el 50% y el 80% de su actual volumen.

La situación de los pequeños cuerpos de hielo, no contabilizados en este estudio, probablemente será peor.

El análisis se enfocó en los 100 glaciares más grandes de esta zona, teniendo en cuenta las precipitaciones estacionales, con lo que fue creado un modelo matemático de una década antes del comienzo de la sequía y diez años de megasequía, para asegurarse ‘de tener una idea clara del destino de los glaciares, cuánta masa pierden y qué sucede con el agua’, dijo Ayala. Esto luego fue proyectado hacia fines de siglo.
‘última reserva’

‘Encontramos que el aporte hídrico de los glaciares durante el verano va a ser alrededor de la mitad de lo que sucedió en los años recientes’, alertó el experto en hidrología.

Una vez consumida el agua de la nieve caída en invierno y la almacenada en el subsuelo, ‘los glaciares son como la última reserva en la naturaleza’, advirtió Ayala. Esta contribución se nota al final de cada verano, cuando los ríos bajan con un caudal mínimo.

La ingeniera medioambiental del ISTA, Francesca Pellicciotti, señaló que ‘los climatólogos no se percataron hasta 2015 de la gravedad de la sequía’ en el país.

‘La megasequía chilena nunca se pronosticó en ningún modelo climático. Los modelos existentes incluso mostraban probabilidades absurdas para un evento tan extremo. Y, sin embargo, ocurrió y aún persiste’, acusó la académica.

En el mundo académico ‘existe consenso en que los modelos generales subestiman los extremos’, detalló Pellicciotti, donde un patrón recurrente es que, en el contexto del calentamiento global, las sequías episódicas se presentan como eventos severos aislados sobre una base que empeora gradualmente, acompañadas de una continua pérdida de masa glaciar.

Pero si bien las sequías son regulares, las megasequías no tienen precedentes. ‘En las proyecciones que consideran escenarios muy severos, sí podemos observar megasequías. Sin embargo, en escenarios más moderados, los patrones de precipitación son más similares a los que estamos experimentando hoy’, continuó la ingeniera, ‘por lo tanto, debe haber algo más que no vemos en los modelos’.

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  • 25/11/2025

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