
Guerra a bolsas de plástico no biodegradables
Según cifras de Greenpeace, el 90 por ciento de las 6,4 millones de toneladas de basura arrojadas al mar es plástico y de esos, el 70 por ciento son plásticos blandos. La Nación, 18 de agosto de 2008.
Decididos a terminar con este panorama, el senador Nelson Ávila y el diputado Marco Enríquez-Ominami presentaron un proyecto de ley que pretende desterrar de almacenes, supermercados y ferias libres las típicas bolsas que humedecen el pan.
"Si la producción sigue a este ritmo, el problema ambiental que tendremos en el futuro será inmanejable. Se han registrado numerosas especies que mueren por consumir plástico. Nosotros tenemos que ponernos al día respecto de legislaciones que dentro de Europa y EEUU se están preocupando de este tema", dice Ávila.
En Chile, anualmente se utilizan tres mil millones de estas bolsas, lo que equivale a unas doscientas por persona. Peor aún, la gente las reutiliza para sus propios papeleros y basureros, lo que dificulta la biodegradación de los otros residuos.
Según el senador radical por la Quinta Región, actualmente entre el retail y los demás comercios se utilizan 250 millones de bolsas al mes, las que demoran entre dos y cuatro siglos en ser degradadas por el medio ambiente.
El proyecto, que quiere eliminar la entrega gratuita u onerosa de bolsas plásticas no biodegradables, fue presentado en las afueras de uno de los supermercados (Jumbo) que ya está aplicando un aditivo especial en la fabricación de plástico que permite que se degraden en sólo dos años. Sin embargo, la idea es que esta modificación sea gradual para no elevar los costos de empaque y que empiece a regir en enero de 2011.
El modelo propuesto por Ávila y Enríquez-Ominami tiene como precedentes modificaciones legales en California, Australia, Canadá y Francia, que prohíben la comercialización de bolsas o aplican multas a los negocios que las entreguen. Actualmente, Conama se encuentra desarrollando la campaña "+ Ambiente, – Bolsas", con el mismo fin