Hoy se vota Ley de Bosque Nativo
Tras 15 años y 4 meses, proyecto podría pasar su último "corte". Senadores auguran buen piso para aprobarla, luego que los temas polémicos, como la sustitución de terrenos para la agricultura, quedaran para otra ocasión. Otro consenso: no es la ley que se quiere, pero es la que se pudo lograr. La Nación 14 de agosto de 2007.
José Miguel Jaque
Con la firma del proyecto de Ley sobre Bosque Nativo, en los vírgenes parajes de la Quebrada de Ramón en La Reina, la subsecretaria de Agricultura, María Cecilia Leiva, y las comisiones unidas de Agricultura y Medio Ambiente apostaron por una amplio respaldo a la iniciativa -en la votación de hoy- en la sala del Senado, tras una tramitación récord: ingresó a la Cámara el 28 de abril de 1992 y se analizaron 343 indicaciones. “Nunca un proyecto había quedado pendiente por tanto tiempo”, comenta Juan Antonio Coloma (UDI) presidente de la Comisión de Agricultura.
¿Cómo se destrabó? El Ejecutivo envió el año pasado una indicación sustitutiva para desarrollar una ley que se concentrara en el instrumental de fomento al manejo y preservación del bosque nativo. Una ley corta, en definitiva.
“Este proyecto de ley cumple los acuerdos que suscribimos los sectores de las ONG ambientalistas y los pequeños propietarios”, comentó Flavia Liberona, directora ejecutiva de Terram. “No es la mejor ley, siempre lo dijimos, pero es la ley posible”.
El proyecto está dividido en nueve capítulos, contiene 66 artículos permanentes y cinco transitorios. Abarca materias como planes de manejo; normas de protección ambiental; fondo de conservación, recuperación y manejo sustentable del bosque nativo (hay 8 millones de dólares en incentivos separados para pequeños propietarios y grandes empresarios); recursos de investigación y la constitución de un Consejo Consultivo presidido por el ministro de Agricultura.
Los temas polémicos quedaron para otra ocasión. Uno: la sustitución de terrenos para la agricultura. El compromiso del Gobierno es discutirlo en una ley complementaria a comienzos del próximo año. Los ambientalistas defendieron férreamente la no sustitución del bosque esclerófilo para fines frutícolas ante la presión de la SNA.
El otro tema que quedó fuera es la autorización para talar especies declaradas monumento natural y en categorías de conservación, indicación suscrita en el Gobierno de Ricardo Lagos. “Desde nuestro punto de vista, ese tema es ilegal. Ni siquiera está en discusión reponerla”, apunta Liberona. ¿Una ley con sesgo forestal más que ambiental? Antonio Horvath recogió la crítica de su colega Alejandro Navarro, ausente en la ceremonia. “Por indicación mía se incluyeron los corredores biológicos y la protección de los bosques alrededor de los humedales y glaciares. Éste es un primer paso donde se logra armonizar las pretensiones de los ambientalistas y de los madereros. Al menos, es un avance”.
La reestructuración de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) roza esta ley. Su directora ejecutiva, Catalina Bau, trabaja con Hacienda y Agricultura para convertir a ese organismo en algo más parecido a un servicio público. “De hecho, para aplicar la Ley de Bosque Nativo vamos a requerir una capacitación especial”, apunta.