La batalla por las ranas andinas: expertos se unen en Chile para evitar su extinción
By valentina

La batalla por las ranas andinas: expertos se unen en Chile para evitar su extinción

Las ranas del género Telmatobius, habitantes ancestrales de los ecosistemas altoandinos, enfrentan –como otras especies de anfibios alrededor del mundo– una amenaza silenciosa pero crítica: la extinción. Fuente: El Mostrador, 14 de octubre de 2025.

Ante este escenario, la Universidad Andrés Bello será anfitriona del Taller Internacional para el Plan de Conservación de las Ranas Andinas, una cumbre científica que reunirá a expertos de nueve países para diseñar estrategias concretas de protección.

Este es un esfuerzo colaborativo e inclusivo”, explicó para Juego Limpio Claudio Azat, director del Instituto One Health de la UNAB. “Participan no solo científicos, sino también gobiernos, comunidades locales e incluso representantes del sector minero, porque la conservación real ocurre cuando todos los actores están sentados a la mesa”, agregó.

El género Telmatobius incluye más de 60 especies distribuidas a lo largo de la cordillera de los Andes. Muchas de ellas viven en ambientes áridos de alta montaña, donde dependen de cursos de agua dulce para sobrevivir. “Son centinelas de los ecosistemas acuáticos. Cuando hay sequía o contaminación, los anfibios son los primeros en desaparecer”, señala Azat. Su desaparición, advierte, no es solo una tragedia ecológica, sino además una señal directa del deterioro ambiental que también impacta a las comunidades humanas.

Chile asume un rol protagónico. El país no solo tiene experiencia reciente en conservación –como la Estrategia Binacional de la Ranita de Darwin–, sino que también cuenta con mayor estabilidad política que otras naciones de la región, lo que facilita coordinar un plan a largo plazo. “Aquí las cosas están pasando un poco más rápido. Chile puede marcar el ritmo e impulsar que este plan sea adoptado como política de Estado por otros países”, destaca el investigador.

El taller, organizado junto a la UICN, el Ministerio del Medio Ambiente y diversas ONG especializadas, busca definir medidas concretas. Algunas son inmediatas: aumentar la fiscalización en zonas críticas, revisar la legislación sobre el comercio de ranas vivas –una práctica aún común en Perú y Bolivia– e incorporar a las empresas en el rediseño de sus operaciones para reducir el impacto hídrico. “El agua en los Andes es limitada y vital. No solo para los anfibios: para toda la biodiversidad y para las comunidades que dependen de esos ecosistemas”, dice Azat.

Otras medidas apuntan a largo plazo: ampliar áreas protegidas, implementar monitoreo biológico constante y fomentar la educación ambiental en comunidades rurales. El enfoque que propone el Instituto One Health integra salud humana, animal y ambiental: “Conservar a los Telmatobius no es solo salvar ranas. Es proteger el agua, la salud pública y el equilibrio ecológico”.

Al cierre del encuentro, se espera consensuar una hoja de ruta internacional con estándares científicos sólidos, pero también con peso político. Un plan que, si logra comprometer a los Estados, podría convertirse en un modelo de conservación regional en plena crisis de biodiversidad.

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  • 14/10/2025

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