
La teleserie 2018: el barco Seikongen y su repudiada carga
El 15 de agosto, comenzó una de las historias más polémicas del año que termina, la de el Seikongen, el barco que se hundió hacia fines del año pasado, pero que fue reflotado a comienzos del octavo mes de este año. Fuente: El Llanquihue. 30 diciembre de 2018.
Y si bien se hundió el Chiloé, tras ser reflotado, fue trasladado hacia Puerto Montt.
Pero lo que originó el conflicto con las distintas comunidades y que llevó a que los alcaldes de Puerto Montt y Calbuco desfilaran en la Corte Apelaciones, con la finalidad de que en estos territorios no se produjera la descarga de unas 100 toneladas de salmones en descomposición.
En ninguna parte quisieron al barco y a su descarga, por lo que no sólo los alcaldes acudieron a la justicia a fin de evitar esta descarga, algo que consiguieron con éxito en reiteradas oportunidades, sino que la comunidad salió a las calles para protestar por esta resolución.
Tras más de un mes de conflicto, finalmente el 22 de septiembre, se informó acerca del término del proceso de descargas, tras siete días de labores.
En todo este período, desempeñaron un rol importante la Armada, la Autoridad Sanitaria y Medio Ambiente, sumado al apoyo realizado por Carabineros. El término de los trabajos fueron comunicados por el intendente Harry Jürgensen, en su cuenta Twitter, donde señaló que el proceso permitió llevar los restos hacia la planta Los Glaciares, Panitao, donde se deshidrataron hasta transformarlos en lodos inertes que quedaron listos para ser llevados a rellenos sanitarios habilitados.
El manejo de todo lo sucedido tras el reflote del barco, fue debatido en el ambiente político, donde las autoridades fueron duramente cuestionadas por los sectores opositores, mientras que los ligados al tema medioambiental coincidieron en que dejó al descubierto la falta de protocolos para actuar en casos como los del barco.
Desde la Gobernación Marítima, colocaron el acento en los estrictos controles y medidas de seguridad que se dispusieron para este evento, para lo cual se desplegaron todos los medios disponibles, tanto humanos como materiales, de manera de otorgar el resguardo a las comunidades de Calbuco y de Puerto Montt.