La capa de ozono cumple 25 años bajo protección
By Terram Communications

La capa de ozono cumple 25 años bajo protección

En septiembre de 1987 se firmó el Protocolo de Montreal, diseñado para detener progresivamente la producción de las sustancias químicas que la destruyen. Hoy el ozono se recupera, se evitaron 295 millones de casos de cáncer a la piel y se espera que hacia 2050 recobre los niveles que tenía antes de 1980. La Tercera, 13 de octubre 2012.

ES el año 2065 y dos tercios de la capa de ozono han desaparecido. A diferencia de la década de los 80, cuando el fenómeno fue descubierto, ahora el agujero no sólo afecta a los polos, sino a todo el planeta. Pocos recuerdan cómo era el mundo cuando una persona podía estar cinco minutos bajo el sol sin quemarse, o cuando los casos de cáncer a la piel u otras patologías derivadas de mutaciones en el ADN no se contaban entre las principales causas de muerte a nivel global.

Este sombrío panorama, afortunadamente, no es una proyección de lo que pasará dentro de 50 años. Es parte de un texto publicado por la Nasa, considerando lo que pudo pasar a nuestro planeta si en 1987 no se hubiese aprobado el Protocolo de Montreal. Ese año, 197 países firmaron el tratado para reducir la producción de sustancias químicas causantes del adelgazamiento de la capa de ozono, convirtiéndose en el acuerdo internacional en medioambiente más exitoso hasta la fecha.

Proyecciones de la ONU indicaban que de no mediar intervención, para mediados del siglo XXI los casos de cáncer a la piel podrían haber ascendido a 295 millones a nivel global, en tanto que problemas oculares como las cataratas podrían afectar a 22 millones de personas.

ALGO ESTA PASANDO

El hallazgo de esta amenaza fue realizado a mediados de los años 80 por científicos del British Antartic Survey, que habían estado monitoreando los niveles de ozono en la Antártica desde 1957 como parte de un trabajo para entender el clima en los polos. El meteorólogo John Farman realizaba mediciones periódicas de este gas en la estratosfera, cuando descubrió que, según indicaban los registros, las concentraciones habían descendido en 40% entre 1974 y 1980.

Casi simultáneamente, el físico chileno y experto en radiación cósmica de la Universidad de Chile, Enrique Cordaro, detectaba también el fenómeno en el Observatorio de Radiación Cósmica de la U. de Chile, ubicado en el continente Antártico. En ese laboratorio se estudiaban los neutrones que llegan a la Tierra producto de las tormentas solares, pero en las mediciones se detectaron variaciones de partículas que hacían pensar en la influencia de una variable externa. “Empezamos a revisar otras partículas que pudiesen estar incidiendo y detectamos que el ozono disminuía al llegar la primavera”, recuerda Cordaro.

Los estudios a partir de ese momento revelaron que el fenómeno era causado por la concentración de sustancias conocidas como Cloro Fluoro Carbonos (CFC) -presentes en productos como el gas refrigerante y sprays- que al entrar en contacto con la atmósfera destruyen el ozono. Se trata de un ciclo que se registra entre septiembre y octubre, debido a que en esta época la circulación de aire en la alta atmósfera genera una mayor nubosidad en la zona polar, concentrando bajas temperaturas a comienzos de la primavera. Son estas temperaturas bajas las que facilitan el desplazamiento de los CFC a los polos, que interactúan con el ozono y lo neutralizan causando el adelgazamiento de la capa.

Y si bien es cierto que el acuerdo de Montreal detuvo la producción y el uso masivo de más de 100 compuestos químicos capaces de dañar la capa de ozono, los que alcanzaron la atmósfera previo al acuerdo tienen una vida media estimada entre 75 y 150 años, razón por la cual se espera que la capa de ozono pueda recuperarse totalmente recién hacia la segunda mitad de este siglo. El fenómeno se había registrado solo en el Polo Sur, pero a partir del año 2000 se detectó también en el Polo Norte. En octubre de 2011, por ejemplo, se midió por primera vez una disminución de 80% del ozono en esta zona, debido a temperaturas atmosféricas inusualmente frías en el invierno polar a esta latitud. Un informe de revista Nature consignó esta situación, señalando que las estaciones registran temperaturas más bajas que las históricas en el invierno del hemisferio norte. Estaciones en Rusia y el norte de Europa, a su vez, han mostrado mayor penetración de radiación ultravioleta.

ANTARTICA MAS ESTABLE

La situación enla Antártica, sin embargo, tiende a estabilizarse. Tras la disminución récord de 2006, que afectó una zona estimada en más de 26 millones de km2, el agujero se ha estabilizado. Este año, las mediciones indicaron que llegó a los 19 millones de km2. Según la Organización Meteorológica Mundial (WMO) esta situación continuará durante décadas, hasta que entre 2050 y 2080 se retorne a niveles previos a la década de los 80.

No todos en la comunidad científica concuerdan con esta visión optimista. Enrique Cordaro explica que teorías apuntan a que se trata de un fenómeno natural y cíclico, que durante millones de años ha sido causado por explosiones volcánicas: estas lanzan a la atmósfera millones de partículas similares a las que causan el deterioro en la capa de ozono.  
 
 

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  • 15/10/2012