
La Moneda blinda a la ministra del Medio Ambiente, tras críticas a la descontaminación
Polémica por modificación del decreto que rebajó la restricción vehicular a catalíticos en Santiago de 4 a 2 dígitos. Ministro Viera-Gallo reconoció que hubo que sopesar, días atrás, los pros y los contras del plan para no afectar el transporte público, especialmente el Metro. El Mercurio, 30 de marzo de 2008.
A 24 horas de que arreciaran las críticas de ambientalistas contra la ministra del ramo, Ana Lya Uriarte, por no defender el decreto que fijaba restricción vehicular de 4 dígitos a catalíticos en preemergencia, La Moneda salió ayer al rescate de la secretaria de Estado, argumentando que el Gobierno está cumpliendo sus compromisos en este ámbito.
En efecto, el ministro Secretario General de la Presidencia, José Antonio Viera-Gallo, destacó el rol de la ministra Uriarte y del Gobierno en el cumplimiento del Acuerdo de Chagual, convenido con entes ecologistas.
Ello, porque a un año de la creación del cargo y del nombramiento de Uriarte, el Ejecutivo puede dar a conocer tres avances importantes en la materia, dijo Viera-Gallo.
Primero, el plan piloto para impulsar la Estrategia Nacional de Gestión Integral de Cuencas Hidrográficas (en los ríos Baker, Rapel y Copiapó); segundo, el pronto envío del proyecto de ley que creará el Ministerio del Medio Ambiente; y tercero, la fijación de una norma para regular el material particulado 2,5, el contaminante más peligroso.
"Estamos demostrando con hechos que el Gobierno cumple sus compromisos", dijo la ministra Uriarte, flanqueda por el ministro Viera-Gallo y el director ejecutivo de la Conama, Álvaro Sapag.
No estuvo en La Moneda el director de la Conama Metropolitana, Alejandro Smythe.
Consultado Viera-Gallo por qué se cambió a último minuto el decreto supremo de la Presidencia, por el que se redujo la restricción a catalíticos en preemergencia de 4 a 2 dígitos, lo que irritó a los ambientalistas, al punto de concurrir a la Contraloría para anular tal acción gubernamental, dijo: "Tenemos una falta de suministro de gas argentino. Hay que sopesar los pro y los contra de cada solución. Nada es perfecto. Hay problemas de transporte, cuando hay que trasladar a casi 5 millones de personas; hay problemas de la contaminación del aire y del funcionamiento de las industrias", en alusión a no afectar el Metro con tal restricción vehicular.