Las megaerupciones volcánicas pueden afectar el clima global hasta por una década
By Comunicaciones

Las megaerupciones volcánicas pueden afectar el clima global hasta por una década

Aunque Chile está geográficamente alejado de estos eventos, ha sufrido sequías en la zona central debido a ellos. Y esto podría volver a ocurrir. Fuente: El Mercurio, 9 de marzo de 2021.

En junio de 1991 el volcán Pinatubo, en Filipinas, hizo erupción después de dormir por 500 años. Además de las pérdidas humanas y materiales, el evento bajó la temperatura promedio del hemisferio norte en 0,6 grados y la mundial en 0,4. La que fue la erupción más grande del siglo XX provocó lo que todos los eventos de su tipo hacen: afectar el clima global.

Para conocer el alcance del fenómeno, un grupo de científicos estudió las megaerupciones de los llamados volcanes tropicales —los que se encuentran entre los trópicos—, entre los años 1000 y 2000, y halló un patrón. Todas ellas afectaron el clima global no solo por años, sino hasta por una década. El trabajo fue publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences.

Falta de lluvias

Usando datos geológicos y paleoclimáticos, los investigadores determinaron que en África central, Asia central y Medio Oriente las erupciones produjeron una baja en las precipitaciones y hasta sequías. Pero en Oceanía y las regiones del monzón sudamericano las condiciones climáticas se volvieron más húmedas que lo normal. En tanto que en Chile produjeron una baja moderada en las precipitaciones.

‘Los escenarios futuros de cambio climático no incluyen convencionalmente el forzamiento volcánico (erupciones), ya que no sabemos cuándo, dónde y en qué forma se producirán’, explica a ‘El Mercurio’ Ernesto Tejedor, investigador del Departamento de Ciencias Atmosféricas y Ambientales de la Universidad de Albany, Estados Unidos, y coautor del estudio. ‘Esto significa, inevitablemente, que podrían producirse sorpresas para las que actualmente no tenemos ninguna estrategia de adaptación’, agrega.

Según lo descubierto por el estudio, los cambios en la precipitación a escala global podrían ser más graves y persistentes de lo que se pensaba. ‘Incluso si no hubiera cambio climático, una erupción volcánica tropical de grandes dimensiones supondría un riesgo, primero con efectos inmediatos, pero también a más largo plazo (decadales) en algunas zonas del planeta’, explica el científico.

Los más peligrosos

El estudio se centró en las erupciones de los volcanes tropicales, porque son estos los que pueden provocar cambios en el clima a nivel global. En cualquier erupción, se liberan mayoritariamente tres tipos de gases, explica Felipe Aguilera, académico de la Universidad Católica del Norte e investigador del Centro Nacional de Investigación para la Gestión Integrada de Desastres Naturales (Cigiden), dióxido de carbono, vapor de agua y dióxido de azufre, en ese orden de importancia.

‘El dióxido de azufre tiende a conservarse por más tiempo porque se transforma más fácilmente y puede quedar por años circulando alrededor del globo’, detalla. Las megaerupciones lo expulsan hasta la estratosfera, y estando ahí repele la radiación ultravioleta. Por eso se produce una disminución en la temperatura de la atmósfera, con las consiguientes alteraciones en las precipitaciones según el área geográfica. Y como entre los trópicos es donde hay más radiación, si esta se bloquea el efecto en el clima es mayor.

Independientemente del tipo de consecuencia que produzca la erupción, más o menos lluvia, estas solo generarían un paréntesis del calentamiento global. ‘No solo seguirá el proceso del cambio climático, sino también se desconoce cuáles serían las consecuencias de una megaerupción ahora, con el actual escenario de exceso de CO{-2}’, advierte el investigador.

Una segunda implicación del estudio se relaciona con la geoingeniería, parte de las acciones que se barajan para combatir el calentamiento global. Y una de estas estrategias se basa justamente en reproducir el efecto de las erupciones volcánicas. ‘Nuestro trabajo muestra que tales estrategias podrían conllevar el riesgo de cambios no deseados en las precipitaciones, como son las sequías, los que podrían durar una década o más’, advierte Ernesto Tejedor.

  • Sin comentarios
  • 09/03/2021