
Pueblos originarios aportan una nueva ética a la política continental
El respeto a la tierra y el pacifismo activo son elementos que los diferencian. Las organizaciones indígenas de América Latina se insertan cada vez más en el mundo político local, antes exclusivo ámbito de acción de los partidos tradicionales. Con ellos llegan nuevos valores para una nueva civilización. La Nación, 23 de marzo 2009.
Los pueblos indígenas del continente americano han logrado, en diversos países, pasar desde la resistencia a ser actores políticos de relevancia, aportando elementos para un renacer cultural y para el establecimiento de una nueva ética social y personal.
En Ecuador, Colombia, Paraguay y, por cierto, en Bolivia, los pueblos originarios y los movimientos sociales, son elementos clave en el mapa político, lo que se ha expresado en la renuncia de gobernantes y la asunción de otros por vías democráticas, como el Presidente Evo Morales, quien se erigió como el primer Mandatario indígena de la historia moderna latinoamericana.
Y los valores que los indígenas están aportando al ejercicio de la política tradicional son diferentes a los que hasta hoy dominan ese ámbito en la mayoría de los países, según destaca Luis Arias, secretario general de la Organización Nacional de Indígenas de Colombia (ONIC).
Para Arias estos valores se basan en "una estrecha relación entre el ser humano y el territorio, desmercantilizando a la tierra.
Otro elemento es la defensa de la soberanía, la reafirmación de nuestras naciones como estados plurinacionales, y un tercer punto es el ‘buen vivir’, lo que incluye el desarrollo sin ocasionar daños trágicos a la madre tierra, que se relaciona a la responsabilidad colectiva y social que los indígenas tenemos".
Mientras, para el coordinador general de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica), Egberto Tabo Chipunavi, los valores que aportan los pueblos originarios, se relacionan más con el respeto al medio ambiente.
"Yo creo que es la defensa del territorio, porque si bien los estados dicen defenderlo, ¿quiénes son los que conservan la tierra, los que la protegen, los que luchan día a día sin hacer distingos de fronteras? Son los pueblos indígenas. Son los que protegen la floresta ante los gobiernos que implementan grandes megaproyectos de explotación de los recursos naturales", precisa.
Gustavo Quilaqueo, presidente del nuevo partido político mapuche en Chile, Wallmapuwen, destaca, asimismo, que "un modelo de persona debe ser norche (correcto), kimche (sabio), newenche (valeroso) y kumeche (bueno), en contraposición con aquella del éxito personal y la acumulación de bienes que propone la educación chilena actual".
PACIFISMO ACTIVO
A todos los énfasis mencionados anteriormente por los representantes indígenas se suma uno de vital importancia para los pueblos originarios: la paz activa.
Por ejemplo, la nueva Constitución boliviana declara a este Estado como "pacifista", siendo el primer país en la historia de la humanidad que renuncia a la guerra como forma de resolución de conflictos.
Otro ejemplo de este pacifismo activo fue la adhesión a la marcha mundial por la Paz y la No-violencia del Consejo de Amawtas y Sabios del Quillasuyu, cercano a las tierras del lago Titikaka en el altiplano boliviano-peruano, quienes anuncian "que terminará el mundo de miedo, odio, dolor y materialismo que sufrimos. Ese día la humanidad desaparecerá como la especie que amenaza con destruir el planeta y evolucionará hacia la integración armónica con todo el universo, comprendiendo que todo está vivo y consciente, que somos parte de ese todo y que resurgiremos en una nueva era de luz. Empieza una nueva era para todos los pueblos del mundo".
Las organizaciones de Colombia también se han ido convirtiendo en actores políticos de relevancia, gracias a su firme postura contraria a la violencia de todos los sectores armados y su apuesta por una revolución social no violenta.
Así el 9 de marzo, las agrupaciones expresaban en un comunicado dirigido a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC): "No queremos ser un grupo armado, no queremos que nuestros comuneros se vuelvan combatientes de ningún Ejército, porque hemos encontrado que la desmovilización directa de la gente, el gobierno popular y la organización consciente de todos y todas son más poderosas que cualquier fuerza armada".
VISIÓN INTEGRAL DE MUNDO
Para el analista político de la Universidad de Buenos Aires, Federico Rojas de Galarreta, "el aporte (que hacen los pueblos indígenas) es de mucha importancia.
Entregan valores que provienen de una visión integral del mundo, sin fragmentaciones entre las esferas de lo social y lo personal, esto permite que haya una coherencia entre lo que se piensa, se siente y se hace", que algunos extrañan en la política tradicional.
El experto argentino también destaca "que se trata de culturas que tienden a la paz, no buscan el conflicto con otros, no miran el modo de vida que otro elige. Eso se expresa muy fuerte en la aceptación de lo diverso que propone la Constitución de Bolivia, y ahí se nota una gran influencia de estas culturas y estos movimientos".
Así, con su creciente participación y sus llamativos logros, en Chile y en el continente, los pueblos indígenas, como hormigas ante una roca, siguen construyendo las bases de "otro mundo", como muchos de ellos afirman.