
Sector Energético 2009: Un negro desarrollo
Columna de opinión de Rodrigo Bórquez, economista de Fundación Terram, publicada en el portal Granvalparaiso.cl, el 31 de diciembre 2009.
En términos generales, el año 2009 fue un año bastante dinámico para el sector energético, sobre todo en el ámbito legislativo, debido a la tramitación y promulgación del proyecto de Ley 20.402, que crea el Ministerio de Energía, órgano que estará a cargo de definir las políticas del sector energético, y que reunirá a todas las instituciones públicas en el ámbito energético, con el objetivo de lograr una conducción coherente, integrada y coordinada del sistema público en materia energética.
No obstante, los lineamientos de la política energética nacional, destinados a construir una matriz eléctrica más diversa y sustentable, no presentaron cambios considerables en su estructura, ya que los combustibles fósiles siguen representando el principal insumo del parque generador – principalmente carbón y derivados del petróleo – responsables de, aproximadamente, el 60% de la generación eléctrica total del país.
En este sentido, y dado sus condiciones costo-efectivas, la carbonización de la matriz eléctrica ha adquirido un evidente protagonismo durante el último tiempo. Prueba de ello son los cerca de 2.100 MW ingresados al SEIA (Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental) durante los tres primeros trimestres de este año correspondientes a proyectos de generación basados en la quema de carbón, equivalentes al 53% del total de MW ingresado hasta esa fecha.
Lo preocupante de esta tendencia es, sin lugar a dudas, la inexistencia de un marco normativo para el sector termoeléctrico, que considere aspectos tales como la regulación de emisiones, la implementación de tecnología de punta, ni, menos aún, la internalización de los costos socioeconómicos y ambientales que la generación de electricidad mediante este tipo de centrales genera en la población y el medioambiente.
Queda claro que el problema energético de fondo está lejos de resolverse, y más aún, aquellos relacionados a conflictos socioambientales. Durante 2009, una serie de proyectos energéticos dieron pie a conflictos emblemáticos con la ciudadanía, entre ellos Hidroaysén (XI región), las centrales termoeléctricas de Campiche (V región) y Los Robles (VII región), el proyecto hidroeléctrico Alto Maipo (Región Metropolitana) y los proyectos termoeléctricos a carbón Coronel y la ampliación de la central Bocamina (VIII región). Conflictos que sin duda, marcarán el panorama energético durante el próximo año.
De esta manera, el camino hacia una matriz eléctrica realmente diversa, independiente y sustentable requiere, inevitablemente, de una Política Energética eficiente por parte del Gobierno, que impulse el desarrollo de las energías renovables no convencionales -de las cuales Chile posee un gran potencial de generación- por sobre las convencionales, así como el equilibrio socioeconómico, ambiental y cultural de los lugares donde se ubiquen los proyectos de generación eléctrica.