El 83% del total de embarcaciones pertenece a la industria acuícola, principalmente salmonera. El tráfico marítimo en la zona es tan intenso que los científicos lo definieron como una "red neuronal de conexiones" entre centros de cultivo de salmón. Los impactos son diversos y van desde colisiones que pueden resultar en la muerte del animal, perturbaciones que impiden a las ballenas alimentarse correctamente y contaminación acústica con consecuencias sobre su salud. Fuente: El Mercurio de Antofagasta, 7 de marzo de 2021.