También se está acumulando en los suelos, haciéndolos menos productivos, y en la superficie de las zonas polares, donde contribuye a acelerar el derretimiento de los hielos. Fuente: El Mercurio, 23 de julio de 2020.
"Las partículas microplásticas más pequeñas son capaces de entrar en el torrente sanguíneo, el sistema linfático e incluso pueden llegar al hígado", detallaron los investigadores sobre los efectos que pueden tener estos elementos en las personas. Fuente: Publimetro. 23 octubre de 2018.
Investigación en centolla magallánica corrobora que el plástico que se degrada en el mar es consumido por animales. Expertos aclaran que los efectos en humanos no están claros, pero es un tema que requiere regulación. Fuente: La Tercera. 25 junio de 2018.