Eso, sin mencionar la proliferación de cáncer y trastornos cognitivos en los niños, denuncia esta mujer ronca, que vive desde hace 17 años en el sector costero Puchuncaví-Quintero. Aquí ha visto agravarse su bronquitis obstructiva, la que se hizo crónica, y multiplicarse su sensibilidad ambiental al padecer en carne y bronquios propios el impacto de vivir en una zona de sacrificio. Fuente: El Dínamo, 25 de noviembre de 2021.