A pesar de que las turberas ocupan sólo el 3% de la superficie terrestre, son capaces de fijar el 20% del carbono presente en los suelos del planeta, siendo los ecosistemas de mayor eficiencia para la amortiguación del cambio climático. En Chile, la regulación vigente reconoce y regula este tipo de musgos como sustancia mineral en el Código de Minería y para efectos ambientales se autoriza su extracción en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA). Fuente: El Desconcierto, 9 de septiembre de 2021.