Vice Corfo: Boric está poniendo su capital político en el Desarrollo Productivo Sostenible
Entusiasmado está el vicepresidente ejecutivo de Corfo, José Miguel Benavente, con el avance del plan de Desarrollo Productivo Sostenible, porque ya están claros los focos, un discurso común, una institucionalidad, y sobre todo un presupuesto 2023. El plan calza con la idea de un “Estado emprendedor” y advierte: “Esto no se agota en el hidrógeno verde”. Fuente: El Desconcierto, 23 de enero de 2023.
Lejos del mundanal ruido de la contingencia política, la administración Boric avanza en su plan de Desarrollo Productivo Sostenible, un eje del programa de gobierno que parte del diagnóstico de que continuar con la trayectoria actual en términos económicos, ecológicos y sociales no tiene viabilidad alguna.
A comienzos de enero, se constituyó el Comité de Ministros para el Desarrollo Productivo Sostenible, que agrupa a los ministerios de Hacienda, Minería, Energía, Medio Ambiente, Ciencia y Tecnología, y también a la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), y en regiones avanzan los procesos participativos con representantes de los sectores productivos, trabajadores, academia y sociedad civil.
El avance del programa tiene entusiasmado al vicepresidente ejecutivo de Corfo, José Miguel Benavente, porque ya están claros los focos, un discurso común, una institucionalidad, y sobre todo un presupuesto 2023, que en un porcentaje clave provienen de los contratos renegociados del litio con SQM y Albemarle. Y parte importante de los recursos del programa, los debe ejecutar la institución que encabeza en iniciativas de fomento y transformación productiva sostenible.
También lo entusiasma el hecho que el programa conecta directo con una “misión país”, de las que habla Mariana Mazzucato, la economista de cabecera de gran parte de gobierno, y que en el caso chileno dice relación con la Descarbonización 2050.
-Estamos en enero, a casi un año de cumplirse el primer año de gobierno de Gabriel Boric, ¿en qué está el programa de Desarrollo Productivo Sostenible?
En el primer año de gobierno tú no tienes tiempo para introducir instrumentos nuevos, por lo tanto esto se hizo con los instrumentos de apoyo existentes. Teníamos que estructurar este nuevo presupuesto para enfrentar los desafíos de descarbonización, resiliencia ante el cambio climático y diversificación productiva, lo que se hizo. Son $155.280 millones adicionales. Ahora el 2023, el desafío es ejecutar estos recursos, y nuestra idea es solicitar más recursos aún para el 2024, pero ahora sí con nuevos instrumentos.
-¿Y en qué instrumentos están pensando?
Hay de varios tipos. Por ejemplo, en compras públicas innovadoras, que se hace a través de una reforma en Chile Compra. También estamos impulsando una reforma al crédito tributario a la Investigación y Desarrollo (I+D), que está en el Congreso y buscamos incorporarle por ejemplo el foco en los temas más verdes. Además, la CORFO está retomando algunos instrumentos que por alguna decisión más política se dejaron de usar en administraciones anteriores, pero que estaban bien evaluados en temas de asociatividad en el territorio o encadenamiento productivo. Y otros instrumentos nuevos también tienen que ver con mejorar la forma en que se evalúan los proyectos en algunos ministerios con los que estamos juntos dentro de este paraguas del comité de Desarrollo Productivo Sostenible.
– ¿Esto no se agota en el hidrógeno verde?
Por supuesto que no. Todo el tema de agua es clave, lo que tiene que ver con la resiliencia el cambio climático. Tengo una conversación ahí con el ministerio de Vivienda para potenciar la incorporación de la madera en la construcción, que tiene una ventaja clara frente a la celulosa que mantiene capturado el CO2 y no lo libera, y además atiende un problema de una demanda muy importante. El programa también tiene que ver con generación de centros científicos y tecnológicos nuevos, y todo lo que tiene que ver con formación de competencias y capital humano focalizado en estos temas.
Y hay un compromiso en el programa de gobierno de duplicar el esfuerzo público en estos temas. Al final del año 2021 eran aproximadamente 900 millones de dólares que estaban destinados a este tipo de actividades, pero en el compromiso de gobierno está llegar a duplicarlo, o sea, 1.800 millones de dólares, en régimen. Si tú haces las cuentas, la suma de dinero que pones en cuatro años son algo así como 2.400 millones de dólares. Y si efectivamente apalancas recursos del sector privado, por ejemplo a través de crédito tributario y otras cosas, el gasto en I+D de 0,38% debería llegar a 0,8% en cuatro años solo por este ámbito.
– La economista Mariana Mazzucato habla de las misiones país y dice que “tienen que ser audaces e inspirar”. ¿El gobierno está siendo audaz, está inspirando con este modelo?
El solo hecho de que tú pongas una idea de que vas a basar parte de tu estrategia en misiones es muy audaz para Chile. En los últimos 30 a 40 años, Chile nunca había llevado parte de su estrategia de desarrollo productivo, científico y tecnológico, en torno a misiones. Esto ya es audaz en sí mismo, porque esto significa que tienes un Estado más presente, que es más activo, que junto al sector privado empuja una agenda orientada a atender esta temática de la descarbonización y le pone un plazo, el 2050. Esta misión de descarbonizar Chile al 2050 es de la administración anterior, y nosotros le estamos agregando dimensiones, como que tiene que ser justa, territorialmente equilibrada, etc.
Tal como habla Mariana, se trata de darle una dirección y lo estamos haciendo de cierta manera que le tenga consistencia en el mediano y largo plazo. Eso se hace de varias maneras: en el discurso, con la institucionalidad, con compromisos internacionales, como un compromiso de Estado. Y si tú subes tus normas y estándares, particularmente aquello que tiene que ver con la contaminación y efectos medioambientales, las empresas van a estar forzosamente obligadas a innovar y a mejorar. Y eso requiere gente, capital humano, también.
– ¿Y los empresarios se sienten convocados en esta tarea?
El contacto con los empresarios está muy bueno. Aquí hay varios grupos. Hay empresarios tradicionales que ven que aquí hay obviamente un desafío, que tienen que cambiar un poco las prácticas productivas. Y hay un sector empresarial nuevo, que yo lo separaría en dos: uno asociado a las startups, que son los hijos de los programas como Startup Chile, con empresas basadas en TIC, como los NotCo, que están floreciendo por todos lados. Pero también tenemos un nuevo sector empresarial cuyo giro de negocio tiene que ver con atender temáticas que surgen de los problemas del cambio climático. Son un sector empresarial pionero en hidrógeno verde, la descarbonización, y que está muy consciente no solamente de las oportunidades que esto genera para generar rentas, sino también para generar valor social. Y yo creo que ese grupo va a tomar cada vez una visibilidad y un rol más importante en las decisiones que se toman en el mundo empresarial y eso a Chile le va a hacer muy bien.
– Chile ya tuvo un modelo de desarrollo, con la creación de la Corfo en los gobiernos radicales. ¿En qué se diferencia esta nueva apuesta?
Yo te diría que no hay tanta diferencia. Lo que pasa es que la forma en que lo haces es distinta. En ese momento fue un Estado más empresario, un Estado dueño de las empresas porque había un sector agrícola y minero, pero Chile no tenía un sector industrial. Hoy día nuestra posición es distinta, un Estado emprendedor, junto con el sector privado. Pero el sector privado no está dispuesto -y en ninguna parte del mundo lo hace- a embarcarse tempranamente en temáticas que tengan tanta incertidumbre. Y por eso es necesario un Estado emprendedor, a diferencia de la posición que había hasta la administración anterior, incluyo algunos gobiernos de la Concertación, que era un Estado más bien facilitador.
– ¿Cuándo se van a ver los beneficios?
Hay que tener resultados en el corto plazo para que se diga que se avanza. Algunos de ellos son los que llamamos productos: centros, institucionalidad, aumento en los subsidios, apoyo al emprendimiento, etcétera. Otros resultados serán cuando las nuevas empresas estén formándose -van a pasar dos o tres años para eso-, otro indicador es la atracción de inversiones extranjera y empiecen las construcciones de grandes plantas. ¿Y el impacto? El impacto esperemos que sea la descarbonización el 2050.
Probablemente algunos resultados este gobierno no los va a ver. Y el Presidente, y eso yo creo que es una cosa realmente notable de él, está consciente de que muchos de los esfuerzos que estamos haciendo ahora en el programa de Desarrollo Productivo Sostenible, él no va a cortar la cinta. Yo creo que eso habla muy bien de él porque es lo que uno espera de un estadista. Pedro Aguirre Cerda cuando empezó con esto ‘no vio ni uno’ de las cosas que la Corfo hizo en su periodo. Yo creo que eso habla muy bien del Presidente, que en el fondo está poniendo su capital político, y priorizando recursos. Para invertir, no para gastar.
– Se dice que Chile cambia las estrategias cada cuatro años, con cada cambio de gobierno. ¿Cómo hacer para que esta política sea sostenible en el tiempo?
La señal más clara que ha dado la actual administración es que esta misión de descarbonizar a Chile 2050 es una mirada de Estado y por lo tanto a pesar de las diferencias evidentes que hay en algunos aspectos con la administración anterior, esto se mantiene. Yo esperaría que obviamente la administración que sigue, sobre todo si uno hace bien las cosas, esto se mantenga a través del tiempo.
Y en esto también es clave cómo el tema tiene relevancia dentro del ideario colectivo de la sociedad chilena, porque este es un problema que va más allá de las fronteras de Chile y la gente se da cuenta de que Chile tiene una oportunidad enorme. Chile hoy día está en el Top 3 de los países con su estrategia de hidrógeno verde, está en los Top 2 en desarrollo de soluciones vinculadas a los temas de energía solar, está en el Top 5 en desarrollo de tecnología de aerogeneradores y eso nos pone en otras ligas. Y cuando uno está en esas ligas, distintos agentes dentro de la sociedad te empujan y dicen ‘si ya llegamos nos costó tanto, bueno, hagamos un esfuerzo para mantenerlo’.