Durante la jornada de ayer comenzaron las primeras votaciones en el Consejo Constitucional y, aunque en cada una de las comisiones se sufragaron los temas menos conflictivos, de todos modos saltaron chispas entre oficialistas y las distintas bancadas de derecha.

Las comisiones presididas por el Partido Republicano (de Justicia y Principios), citaron a votar a las 12:30 horas y llegaron con “enmiendas de unidad de propósito” acordadas con los partidos de Chile Vamos, que recién fueron conocidas por los consejeros oficialistas pocos minutos antes de comenzar la votación. Ante ello, hubo enojo y sorpresa desde el oficialismo. El delegado de la bancada socialista, Alejandro Köhler, dijo que esta estrategia era de “una alta irresponsabilidad y falta de seriedad”, mientras que el consejero Yerko Ljubetic (Convergencia Social) expresó que no había que “imponer un punto de vista con una enmienda de última hora”.

La enmienda más comentada fue la presentada en la Comisión de Principios, presidida por María de los Ángeles López (REP), que busca consagrar en la Constitución que “el baile nacional es la cueca y su deporte nacional el rodeo chileno”. Esta enmienda, surgida del acuerdo entre Chile Vamos y Republicanos, está basada en las Iniciativas Populares de Norma que obtuvieron más de diez mil firmas y están siendo discutidas en el Consejo Constitucional. Frente a esta votación, los consejeros oficialistas se abstuvieron, efectuando fuertes críticas a las bancadas de derecha por anunciar estas enmiendas pocos minutos antes de iniciar la sesión y no dar espacio para arribar a acuerdos transversales.

En la tarde de ayer el clima estuvo igualmente tenso, a la espera de las comisiones citadas, ambas presididas por Chile Vamos. En la Comisión de Sistema Político, encabezada por el consejero Edmundo Eluchans (UDI), no se pudo llegar a acuerdos con el oficialismo acerca de algunas normas del capítulo sobre gobiernos regionales y locales. Al respecto, Christian Suárez (PS) consideró como una “falta de cortesía” que se den a conocer las enmiendas de consenso de la derecha “un minuto antes de ponerlas en votación” y recalcó que “esto no es republicano”, haciendo alusión a la estrategia republicana de llegar a acuerdos solo con las bancadas de Chile Vamos. Consejeros oficialistas indicaron a El Mostrador que esta táctica era la “aplanadora republicana” y que Chile Vamos era “un vagón de cola” del partido de José Antonio Kast.

Distinta suerte corrió el presidente de la Comisión de Derechos, Germán Becker (RN) –acompañado por Pilar Cuevas (RN) y Arturo Phillips (UDI)–, que hizo gestiones con la izquierda para que firmaran las enmiendas de consenso para el capítulo sobre medio ambiente. Finalmente no hubo espacio para que las firmaran, pero sí para que las aprobaran en la comisión.

La mantención de la palabra “protección” al medio ambiente en el título del capítulo o la inclusión de “crisis climática” son dos ejemplos que gustaron entre los consejeros de izquierda. De hecho, miembros del Consejo de todos los sectores dijeron a El Mostrador que “Becker fue el gran ganador de la noche”. Fuentes del oficialismo precisaron que no firmar las enmiendas “fue una señal”, aunque igualmente terminaron aprobando esas normas, lo que fue visto como “una clara inconsistencia” dentro de la bancada de izquierda en el órgano constituyente.

El desorden oficialista

Por cierto, en la primera jornada de votaciones del Consejo Constitucional hubo desorden e inconsistencias en los votos oficialistas. Mientras que en dos comisiones (Sistema Político y Justicia) votaron en contra, en la Comisión de Principios los consejeros del oficialismo optaron por la abstención ante las normas de la derecha sobre animales y emblemas nacionales (donde se incluyen la cueca y el rodeo).

Sin embargo, la aprobación de las enmiendas sobre medio ambiente causó resquemor entre los consejeros oficialistas y, al respecto, apuntan a los socialistas Miguel Littín y Aldo Valle –vicepresidente del Consejo Constitucional–, que fueron los primeros que se abrieron a un acuerdo con la derecha. En ese sentido, existía un acuerdo en orden a no aprobar normas de consenso de la derecha, ante lo cual las opciones eran votar en contra o abstenerse, cuestión que se rompió en la Comisión de Derechos.

En efecto, cuando los consejeros socialistas estaban por aprobarlas, a las demás consejeras oficialistas Nancy Márquez (CS), Paloma Zúñiga (RD) y Karen Araya (PC) no les quedó otra opción que acompañarlos. “La consistencia del bloque oficialista es el único camino”, puntualizan desde otras comisiones, justificando el voto de las consejeras.

“Hay desorden y una notable inconsistencia”, es la conclusión a que llegaron los miembros oficialistas del Consejo sobre lo sucedido ayer. Aunque dicen que “no debería volver a ocurrir”, las mismas fuentes señalan que no podrían asegurar que no suceda de nuevo.

“Si nos obligan a votar, puede seguir pasando”, ya que depende del tema, fue la conclusión de un consejero de izquierda, quien reconoció que, si la oferta de las derechas es muy atractiva para las posiciones oficialistas, “cuesta mucho no aprobar”. Sin embargo, con esto se rompió la estrategia de “Unidad para Chile” en cuanto a que “no hay acuerdo cuando todo esté acordado”. 

Las diferencias tácticas en Chile Vamos

Mientras el Partido Republicano celebra las enmiendas aprobadas en la jornada de ayer, en Chile Vamos existe malestar por las tácticas utilizadas. “Excluir al oficialismo nos empuja a un nuevo rechazo en diciembre” y “no es sustentable seguir pasando la aplanadora”, subrayan comisionados expertos de Chile Vamos.

En la Comisión de Principios, la consejera Carolina Navarrete (UDI) opinó que “es una muy mala señal que haya dudas de no hacer los esfuerzos necesarios” para llegar a acuerdos transversales y, al respecto, instó a reflexionar sobre lo sucedido. En una línea diferente, la consejera Ivonne Mangelsdorff (RN) afirmó que presentar enmiendas de consenso “es un reflejo de una mayoría y no es pasar máquina”. Por su parte, en la Comisión de Justicia, la consejera Lorena Gallardo (RN) le pidió disculpas al oficialismo “en nombre de la bancada RN-Evópoli”, por la presentación de enmiendas pocos minutos antes de votar.

Claramente hay “dos almas” en las bancadas de Chile Vamos, pues indistintamente del partido que representen, están los “conciliadores” que buscan acuerdos con el oficialismo y los que tomaron la decisión de acompañar al Partido Republicano en enmiendas de “unidad de propósito”, excluyendo al oficialismo.