
¿Alguien sabe realmente hacía dónde vamos en materia ambiental?
En esta columna, Flavia Liberona, directora ejecutiva de Fundación Terram, realiza una crítica al desempeño ambiental regresivo del actual gobierno. A partir de ejemplos como la modificación al reglamento del SEIA y la desprotección de ecosistemas xerofíticos, la autora denuncia una flexibilización normativa que pone en riesgo territorios y comunidades. Además, destaca las advertencias de la OCDE en su último informe ambiental sobre Chile, que evidencian graves falencias estructurales en gestión de residuos, normativa de suelos, remediación ambiental y evaluación de proyectos. Liberona advierte que, pese a la urgencia de estos temas, el debate presidencial sigue centrado en seguridad, migración y crecimiento económico, sin considerar la profunda vulnerabilidad ambiental del país. Fuente: La Nueva Mirada, 7 de agosto de 2025.
Estamos a poco más de seis meses para que culmine la actual administración, la cual no se ha caracterizado por impulsar mejoras en materia ambiental. Es más, desde el quehacer cotidiano de las organizaciones del sector, tenemos la percepción y también algunos datos concretos de que este ha sido un gobierno regresivo en materia ambiental. De hecho, el actual gobierno ha modificado regulaciones por vía reglamentaria, que abren la puerta a la destrucción de ecosistemas valiosos, como son las formaciones vegetales nativas xerofíticas, es decir plantas adaptadas a desarrollarse y vivir en climas áridos y semiáridos, de las cuales se podría decir mucho, pues son claves para paliar los efectos del cambio climático.
Por otra parte, está la reciente modificación al reglamento del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), donde por la vía reglamentaria se hacen cambios respecto de los umbrales para proyectos que deben ingresar a evaluación ambiental, permitiendo así que iniciativas que actualmente tenían que contar con un permiso ambiental para ser ejecutadas, ya no lo necesiten, lo cual evidentemente generará impactos en las personas y/o ecosistemas, pero eso poco le importa a la actual administración. La lista de los retrocesos ambientales acaecidos durante estos años puede ser bastante larga, mientras que la de los avances un tanto breve. Pero así están las cosas y es a partir de esta realidad desde la cual las y los aspirantes al sillón presidencial o a un escaño parlamentario deberían generar sus propuestas.

Entonces, si bien entendemos que la delincuencia, inmigración, salud y por sobre todo el crecimiento económico son los temas de agenda de las y los candidatos, es importante que tengan presente que vivimos en un mundo finito, donde la extracción de recursos naturales o materias primas para producir y crecer no es ilimitado. También es deseable que miren la situación de Chile en relación a crisis climática, pues somos un país extremadamente vulnerable a los efectos del cambio climático, a lo que se suma una prolongada sequía y a las proyecciones realizadas por el World Resources Institute (WRI), según las cuales Chile podría quedarse sin agua en el año 2050, siendo las regiones más afectadas la Metropolitana, Valparaíso, Coquimbo, Atacama y Antofagasta.

Pero estos no son los únicos problemas que enfrenta el país, el año 2024 la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), dio a conocer la tercera evaluación de desempeño ambiental de Chile, en la cual se establecen recomendaciones y temáticas en las cuales el país debería avanzar, una de ellas dice relación con los vertederos, en la cual señala que el 92% de los residuos sólidos urbanos van a este tipo de depósitos, más alto que en cualquier país OCDE y recomienda “Modernizar las instalaciones de los vertederos con estándares ambientales más exigentes; diseñar un plan integral de inversión a largo plazo para la infraestructura de separación de residuos y de tratamiento; evaluar e implementar esquemas de tarifas de saneamiento transparentes para lograr el retorno de la inversión, al mismo tiempo que se asegura la asequibilidad”, un tema que sin dudas afecta a los más pobres.
Por otro lado, la misma entidad señala que a pesar de las recomendaciones efectuadas, el año 2016 en el anterior informe, el fortalecimiento de la normativa ambiental ha sido limitada, eso quiere decir que no estamos a la altura de los países OCDE, como tampoco de las directrices que establece la Organización Mundial de la salud (OMS), es más, dice explícitamente que el país carece de normas de suelo y que las aguas están incompletas. Esto que parece ser menor tiene mucha relevancia en la política pública, pues para establecer si existe o no contaminación se necesitan normas, si no hay es difícil probar que algo esta contaminado. Por ejemplo, si no hay normas de suelos, ¿cómo podemos saber si estos están contaminados? También indica que en el país no existe un régimen jurídico relacionado con la remediación de terrenos contaminados, ni una institución responsable de esto y la recomendación que hace al respecto es “Introducir un régimen estricto de responsabilidad por el futuro daño a la tierra y al ecosistema; desarrollar e implementar planes y estándares de remediación ambiental, especialmente para la contaminación de la tierra; establecer un sistema de financiamiento (por ejemplo, un fondo de remediación) para actividades de limpieza de contaminación anterior, como yacimientos mineros abandonados.”
Asimismo, el citado informe hace referencia a la evaluación ambiental de proyectos señalando que existe un amplio margen para mejorar estos procesos y que, si bien se exige un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) cuando está en riesgo la salud de la población o el medio ambiente, la mayoría de los proyectos son evaluados via Declaración de Impacto Ambiental (DIA), que es un vía mucho más sencilla y menos exigente.
Estos son solo algunos de los temas que aborda el documento y que en definitiva nos muestran que Chile y la actual administración están al debe en materia ambiental ante la OCDE, en ese sentido seria deseable que las y los candidatos que aspiran a La Moneda o a un cupo parlamentario leyeran al menos el resumen ejecutivo de este informe y se dieran cuenta de que existen una variedad de temas de política publica que afectan a las personas y que son urgentes de abordar.

Los habitantes del territorio nacional necesitan de acciones concretas que ayuden a mejorar su calidad de vida y a habitar en zonas con bajos niveles de contaminación, sin el temor a que su casa esté sobre un suelo contaminado, o que el vertedero al que van los desechos de su comuna esté colapsado, en fin…. Una agenda de crecimiento sin saber lo que pasa en los territorios, las localidades, las comunas no tiene sentido, es urgente compatibilizar las agendas procrecimiento con mejoras reales para las personas y los ecosistemas.