Comunidades de Illapel se movilizan contra trazado de la línea Kimal–Lo Aguirre y preparan acción legal
Vecinos de Tunga Norte y Tunga Sur acusan falta de diálogo y riesgos para su calidad de vida: “No nos oponemos al progreso, pero sí a que se imponga sobre nuestras comunidades”. Fuente: David Noticias, 4 de noviembre de 2025.
Un creciente malestar recorre las comunidades agrícolas de Tunga Norte y Tunga Sur, en Illapel, ante el avance del proyecto de transmisión eléctrica Kimal–Lo Aguirre, impulsado por la empresa Conexión Energía. Los habitantes acusan que el trazado de la línea de alta tensión pasaría a escasos metros de viviendas y terrenos comunales, afectando directamente a adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
Frente a esta situación, los vecinos —acompañados por el senador Daniel Núñez— anunciaron la presentación de una acción legal para exigir el cambio de trazado y la revisión ambiental del proyecto, sin frenar su desarrollo global. “No estamos en contra del proyecto, solo pedimos que se mueva unos kilómetros para no poner en riesgo a nuestra gente”, enfatizó María Eugenia Vicencio, tesorera de la comunidad agrícola Tunga Norte.
Vicencio denunció además que la empresa habría ingresado a terrenos de uso singular sin autorización y que las evaluaciones ambientales no reflejan la realidad actual del territorio. “Ni siquiera vinieron a terreno. Usaron fotos satelitales de 2017 y dijeron que aquí no había nada, cuando somos una comunidad viva, con comuneros que siguen ampliando su goce singular”, criticó.
El senador Daniel Núñez respaldó las acciones de los vecinos y cuestionó la falta de consideración hacia las comunidades rurales. “La petición es absolutamente justa. Apoyaremos la presentación de esta acción legal ante los tribunales ambientales para resguardar la vida y las condiciones de quienes habitan Tunga Norte y Tunga Sur”, afirmó el parlamentario.
El consejero regional Denis Cortés, también presente en la asamblea, advirtió sobre la falta de respeto que, a su juicio, muestran algunas empresas hacia las organizaciones locales. “Hay experiencia en la región con proyectos que se ejecutan sin respetar las estructuras comunitarias ni las decisiones municipales. Lo vimos antes, y no podemos permitir que se repita”, señaló.
Las comunidades de Illapel recalcan que no se oponen al desarrollo energético del país, pero exigen que este se realice con respeto al territorio y sus habitantes. “Queremos energía limpia, pero también queremos vivir tranquilos”, dicen los vecinos, que ahora preparan su defensa ante los tribunales ambientales.