A la espera de la firma del presidente: Salmoneras deberían financiar US$35 millones en Plan de Descontaminación del Lago Villarrica
El Plan de Descontaminación del Lago Villarrica avanza hacia su promulgación y plantea nuevas exigencias para reducir la contaminación por nutrientes en uno de los cuerpos de agua más emblemáticos del sur de Chile. La iniciativa contempla cambios relevantes en la regulación ambiental de la cuenca y asigna un rol clave de financiamiento a la industria salmonera, en un contexto marcado por impactos ecológicos, sanitarios y económicos para el territorio. Fuente: Ladera Sur, 26 de diciembre de 2025.
El Plan de Descontaminación del Lago Villarrica está en su etapa final y solo resta la firma del Presidente Gabriel Boric para su promulgación. La iniciativa busca reducir la saturación de nutrientes como fósforo y nitrógeno en un plazo de 15 años, con un costo total estimado de US$56,13 millones.
El 67% del financiamiento recaerá en el sector privado, y gran parte de ese monto, casi US$35 millones, deberá ser asumido por la industria salmonera, específicamente por las pisciculturas que operan en la cuenca.
Las medidas incluyen nuevas tecnologías para el tratamiento de aguas residuales, mejoras en la filtración de nutrientes y un monitoreo mensual obligatorio de las emisiones, que deberá ser reportado a la Superintendencia del Medio Ambiente. Además, se fijan límites anuales de carga de fósforo y nitrógeno, un cambio clave respecto a la normativa vigente.
La académica de la Universidad de La Frontera y activista ambiental de la zona, Loreto Lagos explica que esta inversión “se asocia a la implementación de tecnologías más eficientes para el manejo de aguas residuales, ya que las pisciculturas son el mayor aportante de nutrientes en la cuenca”. Agrega que el plan introduce una de sus principales novedades, pues “se pasa de una norma por concentración a límites anuales de carga de nitrógeno y fósforo, lo que fortalece el control ambiental”.
Lagos subraya que el problema va más allá del impacto ecológico: la contaminación del lago y los eventos de floraciones de cianobacterias tóxicas “afectan la salud pública y la principal economía local, que es el turismo”. El plan establece plazos y sanciones para quienes no cumplan, y apunta a una responsabilidad compartida, aunque con mayores exigencias para los sectores productivos.
