
Avances en sector energía permiten que Chile desacelere emisiones de gases de efecto invernadero
El cuarto informe nacional ante la Convención de Cambio Climático revela que el crecimiento económico se ha desacoplado del aumento de las emisiones, pero también que megaincendios forestales, como los de 2017, pueden hacer grave daño a las metas de captura de CO2. Fuente: El Mercurio, 20 de enero de 2021.
Nuevamente Chile se portó como el alumno aplicado de la región e hizo la tarea que le pidió Naciones Unidas de preparar su inventario de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) antes que sus compañeros. ‘Chile es el primer país en vías de desarrollo en dar cuenta de la totalidad de sus emisiones hasta el año 2018’, dice a ‘El Mercurio’, la Ministra del Medio Ambiente Carolina Schmidt. ‘Esto demuestra el compromiso que tenemos con el combate al cambio climático y, sobre todo, establecerlo como una de las bases del desarrollo sustentable y limpio, e implementarlo como una política de Estado que trascienda a los gobiernos de turno’.
Al respecto, destaca que el Cuarto Informe Bienal de Actualización de Chile sobre Cambio Climático presentado ante la convención marco del tema es particularmente relevante porque muestra cómo la acción climática decidida no se opone al crecimiento económico. ‘Cuando tú ves el inventario de emisiones se observa que el país sigue creciendo económicamente pero desacelerando fuertemente sus emisiones de GEI. Ya hemos iniciado el desacople entre la generación de emisiones y el crecimiento. Esto es muy importante porque es parte clave de los objetivos que nos hemos puesto para alcanzar la carbono neutralidad en el año 2050’.
Es así como el informe muestra que desde 2016 se produce una reducción significativa a la velocidad de incremento que las emisiones mantenían en el sector energía (que incluye tanto la electricidad como el consumo de energía para el transporte y es el que lejos genera más CO{-2}) desde hace casi 30 años.
Entre 1990 y 2000 aumentaron de 33.631 kilotoneladas de carbono equivalente (kt CO{-2} eq) a 51.746 kt. En 2013 fue de 79.901 kt y en 2016 de 86.191 kt. Pero entre el 2016 y 2017 no subieron más de 1.000 kt, y entre ese año y el siguiente el aumento fue inferior a las 100 kilotoneladas. ‘Si antes tenían un crecimiento de 7% cada dos años, esto bajó fuertemente a un 2%, por lo que ya iniciamos una estabilización, para dar inicio después a la reducción de gases de efecto invernadero’, dice.
Esto tiene que ver con un cambio muy importante en sectores como generación eléctrica, ‘donde ya vemos no solo una disminución de la generación de GEI, sino directamente una reducción de las emisiones lo que está muy directamente relacionado con haber alcanzado la meta de penetración de energías limpias (solar y eólica principalmente) cinco años antes que la meta que nos habíamos establecido’, indica.
El documento también destaca la reducción del uso del carbón para generación eléctrica, como también la creciente penetración del transporte eléctrico.
Pero no todo es positivo en el reporte. Este también revela que los grandes incendios forestales de 2017 pasaron la cuenta al balance de GEI. ‘Esto se vio dolorosamente reflejado en que el sector forestal dejó de ser un capturador neto de CO{-2}’, reconoce Carolina Urmeneta, jefa de la oficina de Cambio Climático del MMA.
Bosques y prevención
Debido a los megaincendios de 2017, las emisiones generales se incrementaron ese año en 181% respecto del balance del año anterior y contabilizaron 57.406 kt CO{-2} eq adicionales. Esto equivale a más de lo que emitieron el transporte terrestre y la generación eléctrica sumados durante el mismo año, dice la ministra Schmidt.
A juicio de Rodrigo Catalán, director de conservación de WWF Chile, ‘esto debe movernos a reconsiderar el uso de plantaciones forestales industriales dentro de los compromisos climáticos del país, dado que no solo podríamos no alcanzar la reducción de emisiones deseada sino que incluso aumentar dichas emisiones, atendiendo también a que los modelos climáticos proyectan un alto riesgo de grandes incendios’.
Para Andrea Rudnick, directora ejecutiva del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, este resultado es una importante señal de que los incendios producen impacto en la captura de CO{-2}. ‘Hay que tener un mayor énfasis en la prevención y combate de los incendios’, recomienda.
Schmidt espera que el reporte de 2022 será más positivo que el actual porque el gobierno ha acelerado su acción a metas más ambiciosas. ‘Se verá con fuerza el impacto de la electromovilidad y una aceleración del cambio a las energías limpias y en la gestión de residuos, sector que ha aumentado y hoy representa 6% de las emisiones’, dice.