
Balance hídrico DGA: Una dramática baja de las precipitaciones y del caudal de los ríos se registra desde 1985
Los datos ya disponibles para la zona norte y central de Chile muestran una disminución mayor al 50% en el caudal del río Elqui y cercana al 25% en el Maipo. Fuente: El Mercurio, 10 de junio de 2019.
La sequía que se viene arrastrando por casi una década ha sido tan persistente que cuesta creer que hace apenas 30 años por ríos como el Copiapó o el Elqui bajaba el doble de agua que hoy. O que en el Maipo durante julio caía tres veces más agua que en la actualidad. Es lo que deja en evidencia el balance hídrico 1985-2015, que realiza la Dirección de Aguas del Ministerio de Obras Públicas, con el apoyo de investigadores de distintas instituciones y que acaba de revelar sus primeros resultados, correspondientes a la zona norte y centro. El análisis muestra cómo ha descendido en forma preocupante la disponibilidad de agua de casi todas las cuencas. Y donde ha ascendido su relevancia es casi mínima, como el Loa, donde el caudal medio anual pasó de 2,5 metros cúbicos, en el período 1985-1995, a 2,6, entre 2005 y 2015. Distinto es el caso del río Copiapó, donde la caída ha sido de 6,6 metros cúbicos por segundo en el primer período, a 2,9 en el más reciente.
O en el Elqui, donde de 20,1 metros cúbicos por segundo cayó a solo 10,8. ‘Una baja de esta magnitud es muchísimo’, dice el ingeniero agrónomo de la U. de Chile Fernando Santibáñez, doctorado en Bioclimatología de la U. de Paris IV. ‘Eso significa que si el Elqui riega unas 30 mil hectáreas, habría solo capacidad de riego para la mitad. No es que se dejen de regar, sino que hay menos agua disponible para el conjunto. Afortunadamente, los embalses suplen esa deficiencia, pero siempre que tengan agua acumulada’, agrega. En el caso de la zona central, el caso más emblemático es el Maipo, principal río de la Región Metropolitana y que, entre otras cosas, es una de las fuentes principales de suministro de agua potable de la capital y de su riego depende la mayor parte de la agricultura del valle. ‘El Maipo ha ido disminuyendo con el tiempo, tanto en caudal como en precipitaciones’, detalla Alfredo Álvarez, asesor de la División de Estudios de la DGA. Es así como su caudal medio anual descendió de 165 metros por segundo a casi 127 (-23%) entre la primera década de análisis y la última.
En tanto, la precipitación media anual bajó en más de 100 milímetros en el mismo período. Es decir, casi 20% menos de la que se registraba en la década de los 80. ‘Efectivamente, la precipitación media ha disminuido en la zona central y buena parte de ello se debe a la sucesión de años secos de los últimos 10 años, la megasequía’, dice el físico y meteorólogo de la U. de Chile Juan Pablo Boisier, investigador del Centro de Ciencia del Clima y Resiliencia (CR)2. Boisier, quien participó en la elaboración del balance, dice que lógicamente la baja en las precipitaciones se ha transferido a los caudales, especialmente en la década más reciente.
‘Esto hace necesario mejorar la gestión del recurso hídrico para enfrentar la menor disponibilidad de agua, que afecta a varias regiones de nuestro país’, reconoce Óscar Cristi, director de la DGA. De ahí que espera que los legisladores aprueben cambios al Código de Aguas, que incluye planes estratégicos de gestión de cuencas y una serie de normas para mejorar la sustentabilidad de las aguas subterráneas. Santibáñez tiene esperanza de que la situación mejore. ‘Por estadística, deberíamos estar terminando este ciclo seco e ingresar a uno ligeramente más lluvioso’. No obstante, reconoce que también es cierto que a los ciclos naturales de 15 a 20 años que tiene el clima chileno entre períodos lluviosos y secos se está superponiendo una tendencia de largo plazo que apunta a una disminución de la lluvia debido al cambio climático.