Buscan conocer el impacto del cambio climático y la megasequía en los lagos andinos
Un equipo interdisciplinario de diferentes centros nacionales trabaja desde hace meses en analizar las variaciones que han experimentado estos lugares y anticipar escenarios a futuro. Fuente: El Mercurio, 3 de octubre de 2022.
Considerando la importancia de los lagos andinos como reserva de agua dulce, un equipo interdisciplinario de investigadores locales lleva adelante un proyecto que tiene entre sus objetivos conocer el estado actual de 40 de estos sitios en el norte y centro-sur del país. A través de imágenes satelitales y el análisis de muestras de agua y sedimentos, la idea es conocer el impacto que han causado el cambio climático y la megasequía.
Caracterizada por un déficit de precipitaciones del orden del 30% a 50%, la megasequía que afecta al país desde hace más de una década tiene graves consecuencias sobre la disponibilidad de agua. Esto ha motivado a la comunidad científica a tratar de entender cuál es el estado de este recurso vital, tanto para mantener el bienestar social como la vida de los ecosistemas.
‘Aunque es previsible, desconocemos en detalle cuál es el impacto sinérgico que tiene esto para el consumo humano o su extracción para diferentes actividades. La agricultura en Chile central se basa mucho en agua de pozos y esto puede aumentar el estrés hídrico que viven estos lagos’, comenta Magdalena Fuentealba, académica del Instituto de Geografía de la U. Católica y directora alterna del proyecto.
La iniciativa, que se gestó durante varios años, comenzó en diciembre pasado con aportes de Anid e involucra a científicos del Instituto de Biología y Biodiversidad (IEB), de la U. de Tarapacá, la U. de Chile y de la U. Católica de la Santísima Concepción (UCSC), todos bajo la dirección de Claudio Latorre, de Biología UC.
La primera parte del proyecto consideró el análisis de imágenes satelitales de los 40 lagos y lagunas consideradas para el estudio, para observar sus variaciones en las últimas cuatro décadas.
‘En trabajos previos ya habíamos observado que doce lagos de Chile central disminuyeron su superficie en 10% a 20% en ese período’, precisa Fuentealba.
Ahora, los investigadores trabajan en la recolección y análisis de muestras de la superficie de una decena de estos lagos, así como estudios de su profundidad, temperatura, salinidad, conductividad y otros parámetros físicos. ‘También se incluye la toma de muestras de zooplancton y material particulado’, complementa Sergio Contreras, académico de la Facultad de Ciencias de la UCSC y parte del equipo.
El Lago Chungará, en la Región de Arica y Parinacota, es uno de los tres lagos principales del proyecto, además de la laguna Lo Encañado, en el Cajón del Maipo, y de la laguna Verde en el Parque Nacional Tolhuaca, en la Araucanía. En ellos se realizará además un monitoreo más detallado de los cambios estacionales de la materia orgánica mediante el uso de testigos y trampas que se depositan en el fondo de cada lago.
‘A través de cortes de sedimento podremos tener un registro histórico, de los últimos cien años, para ver qué cambios han ocurrido. Esta es una oportunidad de conocer cada sistema antes de que colapse, para entenderlo e intervenir’, cuenta Contreras.
Toda la información que se obtenga permitirá ‘conocer cómo se han comportado en períodos previos de sequía, así como saber cuál es el estado actual de los lagos y cuánta agua efectivamente podemos utilizar. Este tipo de estrategia permite planificar el uso a nivel de cuenca y de cada región, incluso’, agrega Fuentealba.
Aunque no es parte del proyecto, sus resultados también ayudarán a establecer el potencial impacto en los ecosistemas y la flora y fauna que vive alrededor de estos recursos de agua.