El carbón es el principal contribuyente al cambio climático provocado por actividades del ser humano. Las centrales termoeléctricas a carbón son responsables del 37% de las...
El carbón es el principal contribuyente al cambio
climático provocado por actividades del ser
humano. Las centrales termoeléctricas a carbón son
responsables del 37% de las emisiones de dióxido de
carbono alrededor del mundo y un 72% de las emisiones
de gases efecto invernadero (GEI) del sector eléctrico. El
sector de energía a su vez aporta un 41% de la totalidad
de las emisiones a nivel mundial.2
Si la demanda mundial por carbón aumenta y son construidas las 1200 centrales
planificadas en la actualidad3, las emisiones de GEI nos
harían encaminarnos en una senda de aumento de casi
6 grados Celsius en la temperatura global de aquí al
2100. El límite aceptado mundialmente es de 2 Grados
Celsius por sobre los niveles pre-industriales. Cualquier
aumento de la temperatura por sobre los dos grados
nos empujaría a una catástrofe climática que provocaría
extinciones masivas de especies y haría insoportable la
vida humana.
Pero existe una esperanza. Algunos gobiernos y
bancos multilaterales están comenzando a reconocer
que el costo de la generación a carbón es inaceptable
y están rechazando financiar nuevos proyectos a
carbón. Además, ciudadanos alrededor del mundo se
están uniendo para rechazar nuevas centrales a carbón
y proponer mejores soluciones para satisfacer las
necesidades energéticas. Pero se necesita mucho más
trabajo, acciones y presión para detener los proyectos
a carbón que están siendo propuestos y para que los
gobiernos adopten un acuerdo internacional vinculante
que mitigue el cambio climático.
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