A un año de la masiva intoxicación vuelven a ocurrir casos de niños afectados: más de 40 con mareos y cefaleas

Sintieron un olor extraño, parecido a gas o cloro. Medio Ambiente confirmó peaks de hidrocarburos. Fuente: El Mercurio de Valparaíso, 21 de agosto de 2019.


Pasadas las 10 horas de ayer, varios niños de diferentes localidades de Puchuncaví comenzaron a sentir síntomas de intoxicación. Quienes estaban en la zona sintieron por más de media hora un olor extraño que describieron como una mezcla de gas y cloro. A los minutos de percibirlo, los menores sufrieron cefaleas, mareos y, en algunos casos, vómitos.

En total, 45 personas, mayoritariamente menores, acudieron a los Centros de Salud Familiar (Cesfam) de Las Ventanas y Puchuncaví, situación que repitió casi como un calco el episodio de la masiva intoxicación por Compuesto Orgánicos Volátiles (COVs) ocurrido exactamente hace un año, el 21 de agosto de 2018, cuando 40 vecinos de la zona presentaron los mismos síntomas.

Último episodio

¿Qué pasó en esta oportunidad? Según el testimonio de los residentes del sector afectado, la vaguada costera y las condiciones meteorológicas contribuyeron a lo sucedido, al igual que el año pasado, aunque las mediciones hechas por distintos organismos no pudo identificar -de acuerdo a lo informado por el municipio de Puchuncaví- algún tipo específico de emanación contaminante.

«Se sintieron fuertes olores que se podían identificar como gas y cloro, era bastante extraño. Lo raro es que antes que sucediera hubo una niebla que quedó detenida como una nube suspendida dentro del colegio. El olor duró aproximadamente 40 minutos fuerte y después fue más leve, hasta que se diluyó con el viento que comenzó a salir», aseveró Marcela Valencia, jefa de UTP del Complejo Educacional Sargento Aldea, de Las Ventanas, establecimiento que tuvo algunos alumnos afectados.

Valencia precisó que «los estudiantes fueron llevados a las salas purificadoras que habilitó el Gobierno por los hechos ocurridos el año pasado, pero igual hubo niños con síntomas de intoxicación. Aplicamos los protocolos de emergencia, los purificadores de aire en las salas y mantuvimos a los niños hasta que vinieron de la municipalidad y de la Seremi de Salud, que llegaron a medir cuando ya no se sentía el olor», consignó la profesora.

Lo ocurrido en Las Ventanas, donde resultaron 30 menores con síntomas, también fue sentido en la Escuela La Chocota. La directora del establecimiento educacional del sector, Susana Soto, precisó que después de percibir el olor «comenzamos a tener niños que se sintieron mal. Los síntomas fueron dolor de cabeza y dolor de estómago. Incluso, una docente igual presentó un fuerte dolor de cabeza y se sintió sofocada».

El protocolo aplicado, dijo, «fue llamar a los apoderados y como dentro de cada una de nuestras salas tenemos purificadores de aire por los episodios del año pasado, se mantuvo a los niños ahí. Estuvieron en las salas y a las 12 horas llegó personal de la Oficina de Medio Ambiente del municipio, pero ya no había olor. Algunos apoderados llegaron antes por precaución, aproximadamente se detectaron entre 25 a 30 casos».

Soto reconoció que «ante estas situaciones los purificadores de aire ayudan un poco, pero no están preparados para efectos de más contaminantes, son para virus y gérmenes en el aire, pero no (sirven) si hay una emanación fuerte de gas. Es una medida paliativa, momentánea, mientras el apoderado viene a sacar al niño al colegio».

En la escuela La Chocota no hay «salas seguras» que se implementaron en los colegios de Quintero y Puchuncaví por los episodios de contaminación ocurridos el año, cuando más de 1.300 personas resultaron intoxicadas.

Descargas y mediciones

Cuando se detectó el hecho, la Armada aplicó lo que establece el Plan de Prevención y Descontaminación (PPDA). Al fiscalizar el área marítima de la bahía Quintero se constataron ocho procedimientos de carga y descarga en diferentes terminales, pero la Marina concluyó que todos estuvieron bajo control.

«Hemos estado descartando que las operaciones de naves tengan relación con las intoxicaciones», afirmó ayer el gobernador marítimo de Valparaíso, capitán de navío Juan Gajardo, quien además explicó que las cargas o descargas «no se asocian a que hayan provocado algo, las naves estaban sin problema. La que había descargado propano (Oxiquim) ya había descargado y no salía por condiciones de marejadas. Hubo manejo normal y lo corroboraron los capitanes de las naves que estaban operando».

Con esta información, precisó Gajardo, «hicimos nuestro reporte-informe que deja en evidencia de que cualquier cosa que pueda estar ocurriendo debería estar en tierra, no en mar, lo que se descartó desde un comienzo producto de los protocolos del Plan de Descontaminación».

El informe de la Armada daba cuenta de dos cargas concluidas y una descarga de clinker en Puerto Ventanas; dos descargas de Oxiquim de butano y soda caustica; dos procedimiento de Enap de carga de diésel del Terminal Multicrudo y de carga de productos limpios en LPG y en El Bato una descarga de lubricante.

Tras esto, el informe sugirió a la Seremi de Medio Ambiente «chequear la planta Oxiquim, debido a que el viento ha sido reinante del SW hoy (ayer) am y está en línea directa al lugar de la escuela afectada».

Lo complejo de la situación es que al igual que el año pasado, en esta oportunidad no se pudo detectar qué fue lo que provocó los síntomas de intoxicación, pese a que fiscalizaron el terreno con tres aparatos para medir contaminantes: uno de Bomberos, otro aportado por el Ministerio del Medio Ambiente y el último cedido por una empresa del sector. Todos arrojaron resultado cero.

«Tenemos los monitores que nos entregaron desde la Seremi del Medio Ambiente, donde inmediatamente se despacha la unidad de emergencia que tenemos. Estas mediciones arrojaron cero. Con Bomberos también las mediciones fueron de esto, pero sin perjuicio (de ello), se sentía un olor», recalcó la alcaldesa de Puchuncaví, Eliana Olmos, quien precisó que «lo más importante es la salud de las personas», por lo que se activaron todos los protocolos para abordar la situación de la mejor manera.

Parlamentarios

La situación ocurrida ayer fue criticada por parlamentarios. El diputado Diego Ibáñez (CS) precisó que lo ocurrido es «directa responsabilidad de la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, quien no ha acatado el fallo de la Corte Suprema que la obliga a mejorar la actual norma ambiental para que las empresas se vean obligadas a invertir en la más alta tecnología y no abaraten los costos a costa de la salud de la gente».

El senador Francisco Chahuán (RN), en tanto, expresó que «es hora de detener las irresponsabilidades de las empresas. Claramente, no tienen interés de mejorar sus procesos y no aprendieron nada del tremendo daño que provocaron hace casi un año. No puedo creer que tengan tan poco respeto por la vida de las personas (…). Debemos exigir a las autoridades estar en terreno enfrentando este tema. Lo ocurrido claramente representa una vergüenza para el país».

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