¿Cómo arden las plantas de Chile?: investigadores exploran la química detrás de incendios forestales
By valentina

¿Cómo arden las plantas de Chile?: investigadores exploran la química detrás de incendios forestales

Un estudio que analizó a nueve especies de árboles nativos y exóticos del ecosistema mediterráneo chileno, identificando cómo se queman las hojas de estas plantas. El conocimiento generado, busca aportar a las estrategias de prevención y mejor abordaje de los incendios forestales. Fuente: 5 de diciembre de 2024.

Son muchos los factores que influyen en el desarrollo e intensidad de los incendios forestales. El cambio climático y la sequía, la cantidad de plantas presentes en un territorio y la continuidad de la vegetación, es decir, de material combustible, son fundamentales. Sin embargo, existe otro elemento importante y no tan explorado: la inflamabilidad o la manera en que arden las plantas.

Así, hay hojas que prenden más rápido que otras. Algunas generan llamas que duran más tiempo y otras plantas se encienden a menor temperatura, por poner algunos ejemplos. Esto se debe a la química detrás del fuego.

¿Cómo explorarlo? Un grupo internacional de científicas y científicos analizó en el laboratorio la inflamabilidad de nueve especies emblemáticas -nativas y exóticas- presentes en la zona centro sur del país, un ecosistema caracterizado por su flora endémica única, el aumento de los incendios forestales, la proliferación de especies invasoras y el cambio de uso de suelo, entre otros elementos.

Peumo, quillay, naranjillo, litre, pino radiata, eucaliptus, lingue y dos especies de aromo, fueron las plantas evaluadas en este trabajo que se publicó en la Revista científica Forest Ecology and Management. Dicho estudio contó con la participación de Korina Ocampo, investigadora postdoctoral del Instituto de Ecología y Biodiversidad, y Susana Paula, ecóloga del fuego, e investigadora principal IEB, y de la Universidad Austral de Chile.

“El objetivo principal del estudio, era saber en qué medida la composición química de las plantas y particularmente de las hojas, es importante en la inflamabilidad. Entendemos la inflamabilidad como la facilidad que tiene un combustible para prender y propagar el fuego. En ese contexto, se sabía que había compuestos químicos importantes en este fenómeno, como los terpenos, presentes en especies como pinos y eucaliptus. Sin embargo, queríamos ver qué otras sustancias estaban contribuyendo a la inflamabilidad de las especies”, explica Susana Paula.

Por su parte, Korina Ocampo resaltó la novedad de la investigación, ya que la identificación de nuevos compuestos volátiles amplía el conocimiento sobre la fitoquímica de especies tanto nativas como no nativas en Chile. “Esto es relevante porque contribuye a nuestra comprensión de cómo las especies vegetales responden al fuego”.

Compuestos químicos que arden

A través de diferentes experimentos, las y los investigadores contabilizaron 118 compuestos químicos volátiles en el total de las especies estudiadas. Esto permitió ampliar el conocimiento de la química de la inflamabilidad más allá de los terpenos, compuestos químicos que forman parte de los aceites esenciales de muchas plantas, siendo responsables del aroma de lavandas, pinos y eucaliptus, entre otras especies.

El estudio también mostró que las hojas ricas en compuestos llamados cetonas y aldehídos son las que arden con mayor frecuencia, lo que ocurre incluso a temperaturas relativamente bajas, y producen llamas que liberan mayor energía durante más tiempo. Por el contrario, se vio que las hojas con alta concentración de compuestos aromáticos y volátiles arden menos frecuentemente tras acercarle una llama, requieren mucho tiempo para prender y su combustión dura poco tiempo.

Con estos antecedentes, se vio que tanto especies exóticas como algunas nativas, tienen alta inflamabilidad. Sin embargo, las y los autores señalan que no por ello, los grandes monocultivos deben parecer menos amenazantes antes los incendios. Esto, porque la inflamabilidad es solo un aspecto que incide en el origen y propagación de las llamas.

En el caso de las plantaciones de eucalipto y pino, la investigadora destaca que estas especies generan una abundante hojarasca que arde con facilidad. Además, acumulan ramas, hojas y/o cortezas muertas que favorecen que el fuego suba hacia la copa de los árboles, ayudando con eso a propagar el fuego. Pero, sobre todo, la gran extensión, densidad, homogeneidad y continuidad de estas plantaciones forestales, facilita que los incendios se propaguen rápidamente y alcancen grandes dimensiones.

Por su parte, Karina Ocampo, explica que el hecho de que algunas especies nativas puedan ser tan inflamables o incluso más que las no nativas, no disminuye el riesgo de incendio asociado con las plantaciones forestales.

“Es crucial considerar no sólo la alta inflamabilidad, sino también factores como la cantidad y disposición del material combustible, que pueden aumentar el riesgo de incendios más intensos y severos”, menciona.

“Por otro lado, hemos de considerar el pardeamiento del bosque de Chile central de hace unos años, que produjo una cantidad de hojarasca brutal y eso es combustible perfecto para un incendio. Si el bosque estuviera sano, el problema sería menor. Por eso, cuando hay degradación o sequía en los bosques, las condiciones se vuelven más adversas”, sostiene Susana Paula

En ese contexto, la científica explica que los resultados obtenidos en el estudio son sólo una pieza para comprender cómo se quema la vegetación.

“Lo que tenemos muy claro, es que lo más importante para que haya incendio es la cantidad y continuidad del combustible, y que además esté seco. Si además es muy inflamable, tenemos los ingredientes perfectos para que se propague el fuego”, complementa

¿De qué manera este trabajo puede contribuir al abordaje de los incendios forestales en nuestro país? ¿Es posible mejorar las estrategias de prevención y mitigación gracias a estos conocimientos? La investigadora del IEB explica que esta evidencia puede ser muy relevante para la creación de sensores que sean capaces de detectar y cuantificar en el aire los compuestos relacionados con la inflamabilidad de las plantas. Esto podría mejorar significativamente los sistemas de alerta temprana de riesgo de incendios forestales.

Por otro lado, Karina Ocampo, destaca que esta información es fundamental para conocer el comportamiento de los incendios forestales, apoyar la prevención de éstos e implementar estrategias efectivas para reducir el riesgo. “Estas estrategias pueden ser utilizadas por juntas vecinales, entidades oficiales y tomadores de decisiones para diseñar y gestionar los territorios de manera precisa y efectiva”, puntualiza.

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  • 05/12/2024