Desconfianza de osorninos en tomar agua crece tras hallazgo de coliformes en estanque de SAPU
Pese al llamado de las autoridades, que garantizan la calidad del suministro, la gente sigue sin querer consumir el líquido. Vecinos de Rahue Alto están indignados por la contaminación detectada por la seremi de Salud en el centro asistencial de ese sector. Fuente: El Diario Austral, 23 de julio de 2019.
Como “la guinda de la torta”. Así calificaron vecinos de Rahue Alto, la detección de coliformes en el estanque de agua del Sapu del sector, confirmada el domingo por la seremi de Salud, Scarlett Molt.
Si bien finalmente se trataba de coliformes totales y no fecales, como la personera informó ese día tras el Comité de Operaciones de Emergencia (COE), la gente fue tajante al señalar que no están dispuestos a tornar agua de la llave.
Maritza Veloso, vicepresidenta de la Junta de Vecinos de la población Juan Antonio Ríos, manifestó que es muy preocupante la contaminación del agua del estanque con coliformes, por lo que estimó que “las autoridades debieran hacer un catastro de los pacientes y trabajadores que estuvieron ahí en esos días, para verificar cómo siguen”.
Además, ratificó que “la gente está súper preocupada y no beben agua de la llave”, pues acotó que “Essal dio mal la información desde el primer minuto” y los vecinos no le creen a las autoridades cuando señalan que el agua es potable.
“No basta que digan que todos los analisis salieron bien, ya que la gente tardará mucho en recuperar la confianza. Así que habrá que hacer un trabajo con los vecinos”, indicó la dirigenta social.
Una de esas vecinas es Waleska lbacache, quien expresó que “son cosas que como pacientes nos afectan y temo que a la larga pueda tener consecuencias. Uno viene a un lugar pensando que todo es seguro”.
Carmen Flores señaló que “nos han mirado bien la cara. Nos han mentido y no sabemos qué es verdad. Por eso, ¿qué confianza vamos a tener en tomar agua si puede estar contaminada?. Se ha jugado de la buena fe de la gente”.
Nancy Olivera opinó que es muy malo que hayan encontrado contaminación en el estanque de este Sapu. “Esto es demasiado”, indicó.
Un funcionario, que pidió resguardo de su identidad, manifestó que “estamos preocupados, porque nosotros trabajamos con personas, al final somos los que tenemos que dar la cara”.
Agregó que “todos hoy día comentábamos que no es buena idea que estemos trabajando de esta manera, si ni siquiera nosotros tenemos la seguridad. Pensábamos que iba a haber una reunión para informar a los funcionarios, pero no pasó nada”.
El trabajador del recinto asistencial acotó que la instrucción que recibieron tras la emergencia del 11 de julio fue usar el agua del estanque para los baños y lavado de manos, a las que luego agregan alcohol gel. Pero dijo desconocer si algunos vecinos iban al recinto a buscar agua.
La seremi añadió que apenas fueron informados desde el laboratorio que en uno de los estanques habían aparecido conformes totales sobre la norma avisaron y solicitaron “el cambio, la limpieza del estanque y el rellenado con un camión designado por la Onemi y que venía chequeado”.
Al ser consultada sobre la probabilidad que alguien hubiera podido tomar agua de ese estanque, en la reunión de ayer de dicho comité, la seremi Molt expresó que “no podemos descartar que se haya efectuado el consumo”.
Precisó que están monitoreando si hay atenciones o cualquier efecto en la red, de alguna persona con cuadro agudo de intoxicación, lo que no había ocurrido hasta la mañana de ayer.
Comentó que “otros estanques arrojaban baja concentración de cloro libre residual”, por lo que ante el riesgo que pudiera haber problemas, se decidió cenar.
Tras señalar que esa baja en la concentración es parte de los riesgos que se pueden presentar, a medida que pasan los días de abastecimiento alternativo, acotó que ahora cambia el enfoque de la repartición, pues se encuentran “estableciendo el plan de monitoreo de los estanques”, relativo a que “el cloro libre residual siga dentro de norma”.
Scarleth Molt insistió que los informes del 1SP, en cuanto a metales pesados e hidrocarburos, dan cuenta que “estamos con un agua potable y apta para el consumo y, por supuesto, el funcionamiento de los establecimientos”.
Los resultados del muestreo realizado en el Sapu de Rahue Alto, al igual que aquellos efectuados en los estanques de agua de las distintas instituciones, están disponibles en la web de la Seremi de Salud, entre los “resultados de muestreo” que se encuentran en “reportes”.
Sobre los informes que darían cuenta que la calidad del agua potable es óptima, la doctora Cecilia Romero, presidenta del Colegio Médico Regional Osorno, expresó que “si lo dice la seremía, pienso que no tiene por qué estar mintiendo alguien de tan alta autoridad en la región. No soy quién para desconfiar”.
Sin embargo, señaló que a ellos, como gremio médico local, no les han llegado los informes relativos a que los cultivos estén negativos, que solicitaron a Essal. Dijo que insistirán en pedirlos a la empresa, como también pedirán dichos informes a la gobernación provincial y a la seremi de Salud, para ver dónde fueron tomados.
En cuanto a la desconfianza de la gente, y su reticencia a consumir agua de la llave, la especialista en medicina interna señaló que una reacción de este tipo “es algo totalmente normal, que demuestra cómo a todos los osorninos nos afectó esto en la parte emocional, en cómo uno puede ir respondiendo a las cosas”, y enfática subrayó que “el único culpable de todo es Essal, porque no tuvo los pantalones suficientes para informarnos de buena fuente, desde el comienzo, qué es lo que había sucedido”.
El suministro de agua y su calidad también ha sido cuestionado por vecinos del sector centro, puntualmente de calle Ramírez a la altura de Freire, a quienes recién ayer se les repuso el servicio, tras 11 días sin contar con el vital elemento.
Julia Martin y su familia son parte de los afectados. Señaló que “el agua volvió hoy en la mañana porque llamé a Essal y fueron a arreglar un tubo en el que supuestamente no había presión. Vivo en un dúplex y ahora al primer piso llega un hilo de agua, pero al segundo nada”, criticó.
Añadió que “todos estamos indignados y además agotados de tanto subir con bidones de agua”.
En un edificio cercano vive el músico osornino Felipe Mc Evoy, quien recién ayer en la tarde recibió agua y señaló que tenía claro que varios sectores ya tenían agua, pero pensó que estaban sin suministro porque el conserje, tal vez, cerró las llaves de paso, pero luego se enteró que edificios cercanos tampoco contaban con agua en el centro de la ciudad.
Expresó que “desde el corte del 11 de julio, sólo tuvimos agua durante una hora cuando vino el Presidente y no recibimos nada en las ventanas. Una vecina fue a pedir a la municipalidad, que trajo un camión que llenó el estanque, pero tampoco duró mucho. Ahora llegó agua, con mucho olor a doro”.
Tras una reunión con el Presidente Sebastián Piñera, anoche el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, afirmó que la Superintendencia de Servicios Sanitarios (S1SS) es el organismo encargado de “fortalecer la ley” que regula el procesamiento del agua potable, con tal de “que no pase lo de Osorno” en otro lugar, sin ahondar en las posibles sanciones que recibiría la firma.
El titular de Obras Públicas, a la salida de la cita con el Mandatario, en la que abordaron incluso el tema de la concesión de la firma, dijo que se discutió “la importancia de modificar y fortalecer la ley de servicios sanitarios, (…) para que no pase lo de Osorno”.
En cuanto a las compensaciones a los usuarios y el establecimiento de sanciones contra la empresa, Moreno sostuvo que son materias que “corresponden a la SS1S”, órgano al que “hemos pedido que el plazo (de estudios y conclusiones) sea lo más breve posible”.
El monto de las reparaciones, adelantó la autoridad, será “dentro de lo que establece la ley, las sanciones serán lo más acorde” a los 10 días que pasaron las personas sin agua potable, mientras que ahora se debate la confianza al momento de consumir el recurso hídrico, ante la aparición de coliformes anunciado el fin de semana por la seremi de Salud.
Horas antes, en entrevista con la Radio Universo, Moreno calificó el trabajo de Essal en la zona con “un 1. Esa planta (procesadora) de Essal tenía múltiples problemas”.
Las autoridades locales han pedido el término de la concesión a la empresa, que “es parte de los elementos que tienen que tomar como decisión estos propios investigadores y fiscalizadores”, señaló el ministro.
La Moneda, adelantó la autoridad, pidió a la SISS que la investigación “la hagan rápido y, afortunadamente, ellos han señalado que van a entregar sus resultados en los próximos días. (…) En segundo lugar, que las sanciones sean consistentes con la gravedad de lo sucedido. Esto qué ha sucedido en Osorno es sumamente grave”.
Ante el derrame de más de 1.100 litros de petróleo en la planta purificadora “lo que uno ve ahí no solamente es un error humano (…), sino que hay un problema que tiene que ver con las capacidades de la planta, los procedimientos, la falta de cuidado, la falta de capacidades humanas y físicas para poder hacer frente a la tarea”, concluyó.