Día del Medio Ambiente: una agenda internacional pendiente y la incoherencia local con los plásticos
By valentina

Día del Medio Ambiente: una agenda internacional pendiente y la incoherencia local con los plásticos

Columna de Flavia Liberona, directora de Fundación Terram, sobre el Día Mundial del Medio Ambiente, donde plantea la necesidad de tomar acciones por la contaminación que provocan los plásticos, ya que “cada año se producen más de 400 millones de toneladas, y se estima que más del 50% de esta producción corresponde a productos de un solo uso. Se estima que un porcentaje muy bajo de esta producción se recicla (solo 10%) y más de 11 millones de toneladas terminan en ríos, lagos y mares”, existiendo incluso islas de plásticos. Por eso, plantea que es preocupante que el actual Gobierno de Boric decidiera posponer un año más su implementación. “Si bien la posición de Chile a nivel internacional ha sido clara en impulsar y adherir a la existencia de un tratado global sobre plásticos, la política pública nacional no ha tenido un correlato al respecto”. Fuente: Biobío Chile, 5 de junio de 2025.

En 1972 se realizó en Estocolmo, Suecia, la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Humano, más conocida como Conferencia de Estocolmo. Este encuentro marcó un hito histórico, pues fue la primera instancia internacional que otorgó relevancia a la relación entre los seres humanos, el medio ambiente y la naturaleza.

Impulsada por el gobierno sueco y dirigida por el entonces primer ministro Olof Palme (asesinado en 1986), junto al Secretario General de Naciones Unidas, la conferencia contó con la participación de 113 estados, 400 ONGs y diversos organismos multilaterales.

Entre sus principales resultados destacan la Declaración de Estocolmo, que consagra 26 principios clave sobre temáticas ambientales y sociales, y establece un vínculo crucial entre el crecimiento económico, bienestar humano y la contaminación del aire, suelos y aguas, incluidos los océanos. También se acordó la creación del Programa de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente (PNUMA) y se proclamó el 5 de junio como día Mundial del Medio Ambiente.

¿Cuánto hemos avanzado en 50 años?

Han pasado poco más de 50 años desde entonces, y vale la pena mirar hacia atrás con el propósito de observar cuáles eran las preocupaciones ambientales y cómo se proponía abordarlas y, sobre todo, reflexionar sobre cómo enfrentar estos desafíos en la actualidad.

Resulta necesario evaluar si hemos avanzado o no en este camino de incorporar el cuidado del medio ambiente a las políticas nacionales y globales para implementar acciones que garanticen el bien común.

La verdad es que alcanzar acuerdos sobre temas ambientales no es fácil, existen muchos intereses económicos en juego y, por tanto, generalmente se impone la mirada de los grandes sectores productivos, por sobre la urgencia de cuidar los ecosistemas y las personas, como si el cuidado del medio ambiente no tuviese que ver con el bienestar humano.

De hecho, en el punto 7 del preámbulo de la declaración de Estocolmo se consigna “Para llegar a esa meta será menester que ciudadanos y comunidades, empresas e instituciones, en todos los planos, acepten las responsabilidades que les incumben y que todos ellos participen equitativamente en la labor común. Hombres de toda condición y organizaciones de diferente índole plasmarán, con la aportación de sus propios valores y la suma de sus actividades, el medio ambiente del futuro.” Esto actualmente fraseamos como responsabilidades comunes, pero diferenciadas.

El plástico como tema prioritario

En el marco de la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, cada 5 de junio, se dedica un tema especial, el llamado del presente año es a tomar acciones por la contaminación que provocan los plásticos. Este un llamado a la acción global y pone el tema de la contaminación plástica en la agenda, ya que en agosto de 2025 se reanudarán las conversaciones para buscar acuerdos para establecer un tratado global sobre plásticos. Si bien se esperaba concluir las negociaciones a fines de 2024, esto no ocurrió debido a que los países productores de petróleo bloquearon las conversaciones.

Hoy, la contaminación por plásticos es un problema en distintas partes del mundo. Cada año se producen más de 400 millones de toneladas, y se estima que más del 50% de esta producción corresponde a productos de un solo uso. Se estima que un porcentaje muy bajo de esta producción se recicla (solo 10%) y más de 11 millones de toneladas terminan en ríos, lagos y mares.

Pero más allá de las cifras que pueden ser impresionante, sabemos que existen islas de plásticos en los océanos, que este material que se produce a partir del petróleo, no se degrada en forma natural y que se fracciona produciendo microplásticos que contaminan aguas, suelos y también que ingresan al interior de los seres vivos incluida la especie humana, ocasionando problemas de salud. Por tanto, reducir la producción de plásticos en el mundo y el país es urgente.

El caso chileno: avances y retrocesos

En algún momento Chile pudo haber sido considerado pionero en materia de regulación sobre plásticos, ya que un conjunto de mociones parlamentarias presentadas por senadores de distintos partidos impulsó la discusión de lo que hoy conocemos como la Ley de plásticos de un solo uso (N° 21.368, que regula la entrega de plásticos de un solo uso y botellas plásticas).

Esta ley se promulgó el año 2021 y desde entonces varias organizaciones trabajaron en iniciativas para impulsar su implementación, la cual debió ocurrir tres años después de promulgada, es decir, en agosto de 2024. Sin embargo, en un acto sorprendente, el gobierno del presidente Boric, envió al parlamento una iniciativa legal para retrasar su entrada en vigencia, la que ahora ocurrirá 54 meses después de su promulgación, es decir, el segundo semestre de 2026, cuando ya no sean gobierno.

Si bien la posición de Chile a nivel internacional ha sido clara en impulsar y adherir a la existencia de un tratado global sobre plásticos, la política pública nacional no ha tenido un correlato al respecto, lo cual es preocupante. Ya que de una forma u otra refleja una forma de actuar poco coherente entre la política ambiental global y la política pública nacional.

Esperemos que futuras administraciones puedan avanzar en subsanar esta dicotomía.

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  • 05/06/2025

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