
¿El medioambiente al margen de las presidenciales 2025?
Pese a la urgencia de la crisis ambiental, los temas ecológicos siguen siendo marginales en el debate público y político. En esta columna de opinión, Flavia Liberona, directora ejecutiva de Fundación Terram, plantea que la agenda medioambiental del actual gobierno ha sido dispersa, poco clara y con grandes contradicciones, mientras los candidatos presidenciales, tanto del oficialismo como de la derecha, carecen de propuestas sólidas que enfrenten la vulnerabilidad ambiental del país, ya sea por desconocimiento o por falta de interés. Fuente: La Nueva Mirada, 12 de junio de 2025.
La crisis climática, pérdida de biodiversidad, contaminación por plásticos, son los grandes temas ambientales que están discutiéndose a nivel internacional. Mientras que en el ámbito nacional no existe una agenda definida de temas ambientales que esté en la discusión pública. Lo que ha pasado en los últimos años -y que abarca la actual administración- es que algunos temas aparecen y desaparecen.
Primero fue la ratificación del acuerdo de Escazú; luego la discusión y aprobación del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, la cual se cruzó con la existencia de concesiones salmoneras al interior de áreas protegidas; el proyecto de Ley de Pesca, que no logró avanzar en el parlamento; por lo cual el ejecutivo envió el proyecto de Ley sobre Fraccionamiento, y que desde entonces ha estado en la polémica entre industriales y artesanales por la cuota de la merluza.
Actualmente lo que se percibe es que en este gobierno no ha existido claridad y priorización sobre temas ambientales en los que se debía avanzar. Más bien hemos tenido una serie de eventos que posiciona circunstancialmente temas entre los cuales está la Estrategia Nacional del Litio, con el bullado y a la vez desprestigiado acuerdo SQM-Codelco, a la que se suma la Red de Salares Protegidos y la apuesta “verde” de producción de hidrogeno industrial. Pero sin duda, lo que más ha figurado como parte de la agenda ambiental es la “permisología”, un concepto poco claro que engloba los permisos sectoriales y también los permisos ambientales en le marco del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA). Un discurso impulsado por el sector privado y respecto del cual el gobierno se ha abierto a flexibilizar las regulaciones ambientales.

Si bien aún no hemos entrado de lleno en las campañas presidenciales, ya existen algunos nombres que pretenden entrar en la papeleta de las elecciones que se realizarán en octubre de este año. Por una parte, está el bloque oficialista representado por Carolina Tohá, Jaime Mulet, Jeannette Jara y Gonzalo Winter, quienes disputarán en primarias quien será el candidato de este bloque. En cambio, por el lado de la derecha están Evelyn Matthei, Johannes Kaiser y José Antonio Kast, quienes cada uno a su modo está levantando su candidatura.
Al revisar los programas de gobierno del oficialismo que están en el SERVEL y buscar en la prensa los planteamientos que han hecho los precandidatos de derecha, queda en evidencia que el tema ambiental es algo desconocido para ellos y sus equipos o que claramente es algo que no les interesa. Aun cuando en los programas de gobierno presentados por los candidatos del oficialismo existen propuestas ambientales, lo que resulta evidente es que carecen de una mirada país y que existe un desconocimiento de la temática, así como de las necesidades/urgencias del país.

Los candidatos a las primarias comparten varios puntos en común, Mulet, Winter y Tohá se manifiestan claramente a favor de la producción a gran escala de hidrogeno industrial o verde; manifestando preocupación sobre los efectos del cambio climático. Sin embargo, sus propuestas son bastante pobres y despegadas de la realidad nacional, en el sentido de que proponen avanzar en descarbonización, aumento de energías renovables, pero ninguno de ellos comprende que para Chile es muy importante avanzar en medidas de adaptación. Es decir, en acciones que les permitan a las personas que habitan en el territorio nacional prepararse para los efectos que se producirán producto del cambio en el clima.
Otros de los temas que cruzan la agenda es la agenda de minerales críticos o estratégicos a la cual tanto Tohá como Winter hacen referencia, planteándolo como un camino al desarrollo del país. Por su parte la candidata Jara plantea cosas muy generales en un ítem denominado “Un nuevo pacto con la naturaleza”.
En definitiva, los temas puestos por las y los candidatos hacen referencia a la producción a escala industrial de hidrogeno, mayor extracción de litio y otros minerales estratégicos, avanzar en descarbonización y economía circular, pero ninguno plantea bajadas concretas, como tampoco analiza la vulnerabilidad del país frente al cambio climático, priorizando la adaptación como un tema central de su futura gestión.
Por otro lado, nada dice sobre temas de conservación terrestre y marina y la importancia de conservar ecosistemas nativos, especialmente mediterráneos; sobre el impacto que genera la salmonicultura; sobre erosión y deforestación; tampoco se plantean medidas para avanzar en los procesos de fiscalización ambiental o de dictación de normativa como recomendó la OCDE en su último informe sobre Evaluación de Desempeño Ambiental de Chile, un documento que sin duda no ha sido revisado por estos comandos. Tampoco existe planteamiento alguno sobre financiamiento orientado a mejorar la gestión ambiental.
Solo para finalizar señalar que, si bien los candidatos de derecha o extrema derecha aun no cuentan con programas de gobiernos, se han manifestado públicamente en contra de las organizaciones ambientales que promueven la protección del medio ambiente.
En fin, esta carrera recién está comenzando y esperemos que haya algún momento para conversar fundadamente sobre estos temas y que deje de ser una lista de lugares comunes que debe ponerse en un programa de gobierno.