El estudio confirma que el número de estas especies continúa en aumento en todas las regiones y grupos taxonómicos, sin señales de estabilización, lo que plantea desafíos urgentes para la ciencia, la gestión ambiental y las políticas públicas.

Globalización de especies exóticas invasoras

En un mundo cada vez más interconectado, el movimiento de especies fuera de sus rangos nativos se ha acelerado, convirtiéndose en uno de los principales impulsores de la pérdida de biodiversidad a nivel global.

El estudio, titulado “Biological invasions: a global assessment of geographic distributions, long-term trends, and data gaps” publicado en la revista Biological Reviews, confirma una tendencia alarmante: el número de especies exóticas establecidas sigue aumentando en todas las regiones del planeta y en todos los grupos taxonómicos, sin señales de saturación.

 

Hierba del paño (Verbascum thapsus) en Parque Nacional Laguna del Laja. Créditos: UdeC

La académica del Departamento de Botánica de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas UdeC y coautora del estudio, Dra. Nicol Fuentes Parada, explicó la relevancia de este trabajo.

«No existía hasta ahora un esfuerzo de esta magnitud. Este estudio ofrece, por primera vez, una revisión global y comparativa […]. Su relevancia está en que permite dimensionar la magnitud del problema de manera integrada y no fragmentada por regiones o por grupos de organismos», señaló.

Un esfuerzo global con sello UdeC

La participación de las y los académicos UdeC en esta publicación no es casual. Es el resultado de un largo proceso de colaboración que se remonta al trabajo previo para el informe de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES) sobre especies exóticas invasoras, publicado en 2023.

«A partir del trabajo previo que realizamos en Chile con la publicación del catálogo multitaxa en 2020 —un esfuerzo único en Sudamérica— fui invitada a colaborar contactando especialistas de distintos grupos taxonómicos en la región», relata la Dra. Fuentes.

Tras el informe IPBES, el equipo decidió llevar los hallazgos a una publicación científica. «Ahí continuamos colaborando, aportando especialmente la perspectiva regional desde Sudamérica», agregó.

 

Aromo (Acacia dealbata), en ruta del Itata, primavera anterior a los mega incendios. Créditos: UdeC

El académico de la Facultad de Ciencias Forestales, Director del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) y también coautor del informe, Dr. Aníbal Pauchard Cortés, recalca la importancia de la contribución local. «Es altamente significativo que un grupo importante de investigadores sea de la Región del Biobío y en particular de la Universidad de Concepción, lo que resalta el aporte desde esta región hacia el conocimiento de la biodiversidad a nivel global», afirmó.

El rol fundamental de las colecciones biológicas

Este tipo de evaluaciones a escala planetaria solo es posible gracias a la información pacientemente recopilada y resguardada en colecciones científicas. La Curadora del Herbario de la Universidad de Concepción (CONC) y coautora del artículo, MSc. Alicia Marticorena Garri, explica este rol crucial.

«Los herbarios son la fuente de evidencia física de presencia, distribución, permanencia e historia de las especies que se encuentran depositadas en ellos. Las bases de datos que se generan con la información de los ejemplares permiten, por ejemplo, conocer la diversidad de un área determinada pudiendo llegar a realizar análisis a futuro», señaló Marticorena. Sin embargo, advierte que el principal reto para que estas colecciones sigan aportando es el capital humano. «Si no tenemos especialistas que trabajen con las colecciones, no lograremos ingresar esa información a las bases de datos y se entorpecerá la actualización de la taxonomía», puntualizó.

 

Matamoscas (Amanita muscaria), hongo invasor en la zona de Santa Juana. Créditos: UdeC

Los desafíos para Chile y Latinoamérica

Si bien el estudio es global, sus conclusiones tienen implicancias directas para nuestro país. Según el Dr. Pauchard, «Chile tiene múltiples desafíos relacionados con entender cuántas especies exóticas tenemos y cuántas de esas son invasoras».

El académico destacó que el nuevo Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP) permitirá organizar la información existente y desarrollar los primeros listados oficiales de especies invasoras, una tarea donde la academia juega un rol clave.

Uno de los principales problemas, tanto a nivel nacional como regional, es la estandarización de los datos. «Uno de los problemas claves es que los datos provienen de múltiples fuentes y de múltiples décadas, entonces es necesario buscar la manera de analizarlos y de actualizarlos», explica Pauchard, mencionando que iniciativas como Biodata del IEB y el Laboratorio de Invasiones Biológicas (LIB) están trabajando para administrar y disponibilizar esta información a un público más amplio.

 

Viborera (Echium sp.) pradera de cultivo abandonada e invadida, sector Curacautín. Créditos: UdeC

Plantas invasoras: una amenaza que crece en nuestros jardines

El artículo revela que las plantas vasculares son, por lejos, el grupo de especies exóticas más numeroso a nivel mundial. La Dra. Fuentes advierte sobre uno de sus principales impulsores: «El principal dispersor de plantas es el ser humano. Una de las principales vías es la ornamentación, el comercio de especies de plantas con fines ornamentales es un tremendo impulsor de las invasiones biológicas».

El jacinto de agua (Pontederia crassipes), una de las especies más invasoras a nivel global según el informe IPBES, se vende legalmente en varias regiones de Chile. «Cultivamos las futuras invasoras en nuestros jardines», alerta la investigadora. El gran vacío, concluye, está en la brecha entre la ciencia y la política pública. «Mientras se documentan impactos de las especies invasoras en publicaciones científicas, esas mismas especies continúan vendiéndose en el comercio legal. Ese vacío se debe abordar».