
Fin anticipado a tramitación de línea eléctrica pone a prueba compromiso del Gobierno para enfrentar “permisología”
Se trata del tendido Kimal – Lo Aguirre , que busca transportar la producción de energías limpias a los principales centros de consumo de electricidad del país. Esta inversión asciende a US$ 1.480 millones. Fuente: El Mercurio, 5 de enero de 2024.
El proyecto de transmisión eléctrica Kimal – Lo Aguirre, infraestructura esencial para conducir las energías verdes producidas en el norte, a los principales centros de consumo del país, ya comienza a enfrentar algunas complicaciones. Pese a que en general el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de la iniciativa ha tenido un buen recibimiento, Conaf pidió un drástica medida.
La institución solicitó al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) el término anticipado del proyecto, debido a que, según los documentos presentados ‘carecen de información esencial y relevante para evaluar la idoneidad de las medidas de mitigación, reparación y compensación en relación a los ECC (Efectos, Características o Circunstancias) que generan la necesidad de presentar un EIA y sus impactos significativos’.
Lo anterior ocurre a solo días de que el Presidente Gabriel Boric, asegurara estar consciente respecto a que el sistema de permisos en Chile ‘ha llegado a un nivel de irracionalidad e incoherencia que no tiene sentido’.
El mandatario reiteró la entrada de un proyecto que busca reformar este escenario para las inversiones, el que, además, se presentará en medio de la tramitación ambiental de la mencionada megalínea de transmisión. El proyecto está valorado en unos US$ 1.480 millones.
El documento donde la Conaf solicita el fin anticipado de la iniciativa tiene más de 130 páginas, y en él critica los capítulos que abordan la ‘predicción y evaluación del impacto ambiental del proyecto o actividad’ y el ‘plan de medidas de mitigación, reparación y compensación’.
En el detalle, Conaf asegura que, debido a que el titular identifica incorrectamente las formaciones vegetales presentes en el área de influencia, ‘la predicción y evaluación de los impactos ambientales deben ser corregidas, considerando que la presencia de los bosques nativos de preservación en donde se encuentra presenta especies en categoría de amenaza’.
No obstante, días después, la institución presentó un nuevo informe, en el que aseguran que el extenso reporte no es el definitivo, y que seguirán evaluando el proyecto.
‘Para mayor abundamiento, entiéndase que las conclusiones señaladas en los puntos 6 y 7 son de carácter preliminar, toda vez que dichas observaciones son potencialmente subsanables por el proponente, ya sea mediante aclaraciones, rectificaciones o ampliaciones’, agregaron y aseguraron una próxima presentación de un ‘reporte complementario’.
Municipios
Pese a que ya han pasado varias semanas del plazo establecido, aún resta que algunas reparticiones emitan sus comentarios y dudas. Estas observaciones luego deben ser respondidas por la empresa, para que los servicios se pronuncien si quedan conformes con la iniciativa, y presentar su postura a la dirección ejecutiva del SEA. Esta tiene la última palabra por tratarse de obras interregionales.
Otro de los protagonistas han sido los municipios, pues el proyecto atraviesa por cinco regiones y unas treinta comunas.
Los principales opositores han sido los habitantes de la zona de El Molle, en la Región de Coquimbo. El municipio de la comuna de Vicuña, aseguró que el proyecto no es compatible con el plan de desarrollo turístico del ‘corazón del Valle del Elqui’, por lo que afirman que ‘es pertinente buscar alternativas de trazado’. Misma solicitud hace la municipalidad de Tiltil.
Otras localidades como Sierra Gorda, acusan afectación en el paisaje, por lo que piden proyectos ornamentales, así como la contratación de mano de obra local.
Entidades como el Consejo de Monumentos Nacionales, han asegurado que ‘la información entregada en la línea de base arqueológica del proyecto es insuficiente para poder evaluar el impacto concreto de las obras del proyecto sobre el componente arqueológico’.