Humedal del Río Huasco se convierte en zona protegida y es el 140 a nivel nacional
MEDIO AMBIENTE. Autoridades destacaron su valor para la biodiversidad y la protección del patrimonio natural. Desde Huasco surgen apoyos. Fuente: El Diario de Atacama, 18 de diciembre de 2025.
Con la publicación en el Diario Oficial, el Ministerio del Medio Ambiente declaró oficialmente como Humedal Urbano a la desembocadura del Río Huasco, convirtiéndose en el ecosistema acuático protegido número 140 del país bajo la Ley 21.202.
La medida, que será difundida públicamente hoy, protege una superficie superior a las 260 hectáreas en la comuna de Huasco y eleva a más de 16 mil las hectáreas de humedales urbanos resguardadas a nivel nacional.
La declaración fue destacada por las autoridades como un hito para la Región de Atacama, al tratarse del primer humedal urbano reconocido oficialmente en la comuna.
La ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, valoró el alcance de la decisión señalando que ‘como Ministerio del Medio ambiente estamos muy orgullosos de celebrar la declaración del Humedal Urbano Desembocadura del Río Huasco, el primero de la comuna de Huasco’, agregando que este reconocimiento ‘reafirma nuestro compromiso con el cuidado de nuestro patrimonio natural, que pertenece a todos los chilenos y las chilenas’.
En tanto, la Seremi del Medio ambiente de Atacama, Natalia Penroz, subrayó la relevancia regional del ecosistema y la necesidad de avanzar hacia una gestión activa.
‘El humedal de Huasco es uno de los ecosistemas más relevantes de la región, ya que concentra una gran cantidad de avifauna, muchas de ellas migratorias. Es por esto que estamos muy contentos de resguardarlo entregando protección y gestión posterior de la mano del municipio de Huasco’, sostuvo.
La declaración fue realizada de oficio por el Ministerio del Medio ambiente y posiciona a Atacama con tres humedales urbanos protegidos, en un contexto donde estos ecosistemas cumplen un rol clave en la regulación hídrica, la conservación de la biodiversidad y la mitigación de impactos asociados al desarrollo urbano y productivo.
Reacciones locales
Desde Huasco, la medida fue recibida con respaldo, aunque también con llamados a compatibilizar conservación, financiamiento y bienestar local.
Juan Pablo Espinoza, presidente de la Junta de Vigilancia del Río Huasco, señaló que ‘me parece bien que se haya declarado zona protegida, sin embargo, creo que también debe existir con la declaración el espacio de progreso, crecimiento y sobre todas las cosas, el bienestar de las personas’, advirtiendo que las declaraciones no pueden transformarse en una limitación para quienes habitan el territorio.
En esa línea, recalcó que la protección debe ir acompañada de recursos estatales. ‘Creo sinceramente que las declaraciones están completas siempre y cuando se encuentre desarrollado y financiado el plan de mantenimiento de estas declaraciones’, afirmó, ejemplificando con problemáticas locales como la barrera de arena en la desembocadura del río, que interrumpe el ciclo hidrológico superficial y genera un aumento de vectores voladores, con posibles impactos en la calidad de vida y la salud de la población.
Finalmente, Espinoza llamó a avanzar hacia modelos que armonicen conservación y desarrollo. ‘Creo necesario que se protejan estos sitios, pero al igual que cualquier proyecto que se evalúe ambientalmente, debe estar financiado en todos sus aspectos’, sostuvo, planteando que figuras como parques podrían atraer recursos, turismo y progreso, mientras que restricciones sin gestión ni financiamiento adecuado ‘nos ponen una barrera que a veces no es fácil o casi imposible saltar’.
Bioma único
Más allá del debate, la desembocadura del Río Huasco destaca por su alto valor ecológico. Es uno de los ecosistemas acuáticos más relevantes del norte de Chile para aves acuáticas, playeras y migratorias, con más de 150 especies registradas, entre ellas el cisne coscoroba, la garza cuca, el pato gargantillo, el pato colorado, el pilpilén común, el zarapito y el playero de Baird.
Su protección busca resguardar este patrimonio natural y avanzar hacia una gestión que permita compatibilizar biodiversidad y desarrollo humano.