
Más de 60 muertos y 62 heridos en un incendio forestal en Portugal
El incendio se mantiene activo en cuatro frentes y ha obligado a cortar varias carreteras de Pedrógão Grande. Fuente: Internacional.elpais.com, 19 de junio de 2017.
Pedrógão Grande es el infierno. Un lugar plagado, hasta el sábado, de bosques, de riachuelos y playas fluviales, con aldeas diseminadas entre desfiladeros y riscos donde el hombre a duras penas consigue cultivar algo, mucho menos llevar agua hasta aquí se ha convertido en el lugar de una de las peores tragedias de la historia reciente de Portugal. Más de 60 personas han muerto en el incendio forestal declarado este sábado en este término municipal del centro del país, donde viven 4.000 habitantes. El fuego, que todavía no se ha extinguido del todo y que ha afectado a más localidades, ha causado también 62 heridos, varios de ellos, de gravedad, según ha informado el presidente del país, Marcelo Rebelo de Sousa. El jefe de Policía Judicial ha asegurado que no hay una “mano criminal” detrás de los fuegos y que la causa más probable del incendio es un rayo que alcanzó un árbol en una zona especialmente yerma.
El pueblo de Pedrógão es este domingo un lugar con demasiado silencio. El silencio de la desgracia, de la muerte que ha cruzado los montes como la rapidez del diablo. “Las llamas corrían como el diablo, más que nosotros”, describió el jefe de bomberos de Pedrógão, João Dias. Y así atrapó a los vecinos, a unos en la siesta, a otros huyendo de la casa en coche, a otros cuando volvían de la playa.
Al menos una treintena de las víctimas mortales perecieron carbonizados en sus coches, al no poder escapar de las llamas que les alcanzaron cuando transitaban por una carretera que une los municipios de Figueiró dos Vinhos y Castanheira de Pera, en el distrito de Leiria. Allí, “familias enteras” quedaron atrapadas por el avance de las llamas, según han apuntado las autoridades. “Estamos ante la mayor tragedia de víctimas humanas de los últimos tiempos por un siniestro de este tipo”, ha declarado el primer ministro luso, António Costa, quien subrayó la necesidad de tomar medidas para evitar que este suceso se pueda repetir. Portugal ha decretado un luto de tres días por la tragedia, que comenzará este domingo.