
Presidenciales 2025 y la regresión ambiental
En esta columna, Flavia Liberona, advierte que la campaña presidencial 2025 en Chile se desarrolla en un escenario de regresión ambiental, donde la prioridad de los candidatos es facilitar la inversión y flexibilizar la evaluación de proyectos, dejando de lado la crisis climática, la biodiversidad y la contaminación. Más que políticas públicas, predominan promesas de crecimiento económico y medidas superficiales, desconectadas de las urgencias socioambientales del país. Fuente: BioBioChile, 31 de agosto de 2025.
Para quienes trabajamos en el mundo ambiental, es evidente que estas temáticas no tendrán un lugar relevante en la agenda de los candidatos presidenciales. Esto resulta bastante preocupante, frustrante, pero a la vez comprensible, debido a que existe a nivel mundial un retroceso en esta área.
Si bien los temas relacionados con la crisis climática, la pérdida de biodiversidad y la contaminación siguen estando en la agenda, lo hacen cada vez con menos fuerza y presencia. Una muestra de ello, es el reciente fracaso del acuerdo para la reducción de uso de compuestos plásticos. Sin embargo, lo que no resulta comprensible son las políticas regresivas en estas materias.
En el ámbito nacional las cosas no son muy distintas, si bien la actual administración hizo promesas que no fue capaz de cumplir, probablemente lo más destacable de su gestión ha sido el impulso a la regresión ambiental en ciertos ámbitos, fundamentalmente aquellas que tienen que ver con “facilitar la inversión”, como por ejemplo la última modificación al reglamento del Sistema de Evaluación de Impactos Ambiental (SEIA) aprobado por el consejo de ministros para la sustentabilidad y cambio climático.
Con este escenario se inician las campañas presidenciales, en las cuales la tónica general es facilitar o fortalecer la inversión, reducir la tramitación de permisos sectoriales y flexibilizar la evaluación ambiental de proyectos. A lo cual suman, aumentar la producción de litio y cobre, promover la instalación de plantas desaladoras y seguir apuntando a ser una potencia mundial en la producción de hidrógeno verde o industrial.
De verdad resulta bastante patético revisar los programas de gobierno hasta ahora disponibles, como lo son los de Kast, Kaiser, Matthei, Jara y Parisi; pues a pesar de que estos pueden ser mejorados y/o complementados, una vez que se lancen las candidaturas: los lineamientos programáticos no van a cambiar.
Incluso más allá de las preferencias personales respecto de uno u otro candidato o candidata, lo evidente es que estos carecen de una visión sobre el territorio nacional, así como de los problemas que afectan a la población en estas materias y sus urgencias.
Johannes Kaiser
Kaiser propone nombrar un coordinador para grandes proyectos de inversión con el fin facilitar la aprobación de aquellos que superen los USD 500 millones.
Su programa tiene un fuerte énfasis en potenciar el desarrollo minero y fortalecer políticas y/o normativas que permitan acelerar el desarrollo de la infraestructura energética, planteando como un problema el resguardo del medio ambiente.
En particular propone la eliminación de la Ministerio de Medio Ambiente y crear una subsecretaria de gestión ambiental dentro del Ministerio de Economía Fomento y Turismo, la cual deberá fomentar la inversión y facilitar la tramitación ambiental de proyectos.
Evelyn Matthei
Por su parte, Matthei plantea la creación de una unidad rápida o fast track para la aprobación de proyectos de inversión por sobre USD 100 millones, además de proponer fortalecer el Servicio de Evaluación Ambiental, sin indicar específicamente a qué se refiere.
Adicionalmente señala que se simplificarán los procesos para la obtención de permisos para proyectos de inversión y define como sectores prioritarios minería, energía, seguridad hídrica, acuicultura, forestal, agricultura y turismo, todas actividades económicas y/o productivas que tienen una fuerte presencia territorial.
En el capítulo referido a calidad de vida, aborda temáticas de cambio climático, estableciendo entre propuestas “invertir en la naturaleza para prevenir desastres y asegurar servicios esenciales como agua y alimentos”, lo cual da cuenta de que existe un grado de comprensión sobre el tema.
Jeannette Jara
En el caso de Jara, su programa resulta extremadamente preocupante por la ausencia casi total del tema ambiental, el cual no está incorporado en ninguno de los lineamientos que plantea la candidata.
La primera medida que propone es la implementación de la ley de permisos sectoriales y la revisión de la misma para reducir y/o racionalizar la entrega de permisos y al igual que otros candidatos plantea la reducción de los tiempos de tramitación en los procesos de evaluación ambiental de proyectos.
También tiene un lugar privilegiado el fomento a la producción de hidrógeno verde. Entre las pocas cosas que plantea está el acelerar la construcción de plantas desaladoras para consumo humano y productivo. A lo que se suman la implementación de la red de salares y la restauración de suelos degradados, en el ámbito forestal.
José Antonio Kast
El programa de Kast establece tres ejes: emergencia de seguridad, emergencia económica y emergencia social.
Al igual que las y los otros candidatos propone agilizar la inversión eliminado regulaciones innecesarias e impulsando una mayor eficiencia en el otorgamiento de permisos ambientales, para lo cual propone eliminar las guías para evaluación de proyectos del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA).
Según sus propuestas esta simplificación facilitará la materialización de proyectos intensivos en el uso de energía como son los data center, la producción de hidrógeno verde.
Franco Parisi
Finalmente, el programa de Parisi en su tono populista dedica un capítulo a energía y medio ambiente, aunque también algunos temas son abordados en minería y agricultura.
En el ámbito minero propone la creación de un fondo I+D para promover la eficiencia hídrica, energética y la descarbonización. En cuanto a medio ambiente, propone la descentralización energética a través de una serie de medidas.
También hay temas relacionados con educación y cambio climático, a lo que se suman algunas medidas relacionadas con sistemas de reúso de aguas en edificios públicos y la restauración de 2 millones de hectáreas con especies nativas.
En agricultura nuevamente aborda el tema del agua, pero esta vez para promover proyectos de carretera hídrica. Asimismo, propone la creación de un catastro único de suelos y la implementación de un programa nacional de reforestación de cuencas hidrográficas para evitar el impacto de los aluviones y mejorar la calidad del agua.
Desconectados
De realizar este barrido por las propuestas presidenciales resulta sorprendente lo alineados que están entre ellos con promover el crecimiento, flexibilizar el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) para facilitar la inversión e impulsar el desarrollo del hidrógeno verde.
También como lo señalé al inicio es bastante desconcertante lo desconectados que están estos programas de las realidades territoriales, las temáticas ambientales y las urgencias del país.
De hecho, poco o nada se señala, sobre contaminación (agua, aire, suelos, plásticos), zonas de sacrificio, incendios forestales, cambio climático, biodiversidad terrestre y marina, pesca o sobre la implementación de la ley marco del Cambio Climático, la ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas o la recientemente aprobada que crea el Servicio Nacional Forestal.
En resumen, no hay nada sobre políticas públicas ambientales, solo crecer y crecer hasta más no poder, a lo que se suman algunas medidas parche o populistas.