A fines de mayo, la Subsecretaría del Medio Ambiente informó, con bombos y platillos, el ingreso a Contraloría de la declaratoria de latencia por S02 para la comuna de Catemu. De alguna manera, se celebró la pertinencia y oportunidad con que la autoridad ambiental ejercía su función, ya que, a partir de ese minuto, se iniciaría un largo camino para elaborar un Plan de Descontaminación para la comuna, que convive con la fundición de cobre de Chagres, principal emisora del gas tóxico, desde hace 104 años. Sin embargo, lo que la comunidad expuesta al dióxido de azufre no sabía, era que dicha declaración fue emitida luego que la propia Contraloría evacuara un demoledor informe contra la autoridad ambiental por retraso "inexcusable" y falta de "diligencia", pues las evidencias sobre la contaminación de Catemu databan desde hacía tres años y nada habían hecho. “El retraso significa una medida de desprotección, dado que las emisiones sulfurosas normalmente van aparejadas con otro tipo de contaminante, y eso forma partículas ácidas, que son muy dañinas, alteran y rompen las vías respiratorias”, aseguran expertos. La compañía minera Anglo American –propietaria de la fundición– no desconoce su responsabilidad en las emanaciones de S02, pero argumenta que "no es que nos estemos acercando peligrosamente al 100%, hoy estamos más cerca del 80%. Esa explicación faltó, decir que estamos aproximándonos a bajar del 80”. Fuente: El Mostrador, 22 de junio de 2021.