
“Elefantes blancos” tóxicos: Vecinos de zonas de sacrificio conviven con termoeléctricas cerradas y basura industrial
Mega infraestructuras industriales y vertederos de ceniza u otros pasivos ambientales es lo que denuncian vecinos de ciudades como Tocopilla, Tarapacá, Quintero o Coronel. Piden planes de cierre para desmantelar o reconvertir termoeléctricas en desuso y remediar la contaminación del agua y suelos. Fuente: El Desconcierto, 26 de mayo de 2025.
¿Qué pasa después de que cierra una termoeléctrica? El proceso de cierre de estas centrales ha ido avanzando en aquellas ciudades del país conocidas como zonas de sacrificio ambiental, para terminar con el daño a la salud de la población. Pero vecinos de estas ciudades denuncian que siguen conviviendo con la basura industrial de las fábricas que ya cerraron.
La situación fue denunciada por habitantes y organizaciones ambientales de Tocopilla, Tarapacá, Quintero y Coronel, donde ya han cerrado centrales pero los habitantes describen que las fábricas se mantienen allí como elefantes blancos en desuso, al igual que pasivos ambientales como las cenizas de la quema de carbón.
Uno de los casos más emblemáticos es el de Coronel en la región de Biobío, donde cerraron las termoeléctricas Bocamina I y II en 2020 y 2022 pero los vecinos de las centrales siguen viviendo a la sombra de enormes domos, que duplican en tamaño al del movistar arena, además de los vertederos de cenizas.
Organizaciones locales han presentado querellas para que los vertederos de cenizas sean declarados ilegales y la infraestructura en desuso sea demolida o reutilizada. Desde Enel, la empresa titular de las centrales, han declarado su intención de reutilizar la infraestructura para otros fines industriales y de remediar los vertederos de cenizas con plantación de árboles, aunque esta propuesta genera dudas entre la comunidad.
Justicia en las zonas de sacrificio
Esta crítica contra los pasivos ambientales de las centrales cerradas surgió tras la reunión de la coalición Chao Carbón, que agrupa a decenas de organizaciones locales de ciudades donde se acumulan las termoeléctricas, como Tocopilla, Tarapacá, Quintero y Coronel.
“Celebramos el cierre de las 11 centrales a carbón que han dejado de operar entre 2019 y 2024, pero lamentamos profundamente que ese proceso haya ocurrido sin ningún tipo de remediación. No hay planes de cierre ni abandono, ni tampoco acciones para restaurar suelos contaminados, retirar cenizas tóxicas o apoyar las economías locales”, señalaron desde la coalición”, explican en el comunicado que redactaron en conjunto.
Declaran que el plan para una transición socioecológica justa que mantiene el gobierno no cuenta con fondos públicos suficientes para tomar las tareas necesarias y critican que se están imponiendo nuevos desarrollos industriales en las zonas de sacrificio, como la instalación de desaladoras y proyectos de hidrógeno verde.
Para remediar esta situación, exigen que se implementen planes de cierre de termoeléctrcas con una evaluación ambiental obligatoria, que contemplen la remediación de suelos, el manejo de cenizas y la recuperación de los cuerpos de agua y que haya una participación vinculante de las comunidades en el diseño y supervisión de estos planes.