
Debate presidencial del salmón: El crecimiento como prioridad
En esta columna, Flavia Liberona, directora ejecutiva de Fundación Terram analiza el debate presidencial realizado en el marco del Salmon Summit, evento organizado por SalmonChile en Frutillar. A través del repaso de las intervenciones de Kast, Matthei y Jara, se evidencian las prioridades de los candidatos frente al sector salmonero, donde predomina el crecimiento económico, la desregulación y además se menciona la relocalización de concesiones. Sin embargo, la autora señala que llama la atención la ausencia de una mirada ambiental seria, así como el silencio frente a los impactos en los ecosistemas y las infracciones regulatorias de la industria. La columna cuestiona el enfoque del debate, que invisibiliza los problemas territoriales y ambientales en los que opera la salmonicultura en el sur de Chile. Fuente: La Nueva Mirada, 24 de julio de 2025.
Esta semana se realizó el Salmon Summit, un evento organizado por SalmonChile, uno de los tres gremios de la industria. En esta ocasión el evento tuvo mayor relevancia que el año anterior, pues en uno de los bloques se efectuó el primer debate presidencial entre Kast, Jara y Matthei. Si bien, y como es de suponer, el público asistente al evento en el teatro del Lago era más proclive a los candidatos de derecha, Jeannette Jara mostró sus habilidades ante un auditorio adverso. En términos generales todos los candidatos se refirieron a las proyecciones de crecimiento de la industria, poniendo algunos temas que consideran importantes de abordar para impulsar el incremento de la producción salmonera. Y tal como era de esperar, nadie hizo referencia a los impactos ambientales que provoca este sector, ni tampoco se mencionaron los incumplimientos a la regulación vigente.
El primer turno para hablar lo tuvo la candidata del oficialismo, quien reconoció la importancia del sector privado en el empleo y señaló que, si bien la industria salmonera tiene espacio para crecer, debe hacerlo en forma armónica, sustentable, proyectándose a largo plazo y con un empleo decente. Además, ya entrando en materia se refirió a la importancia de la economía azul, indicando la relevancia de desarrollar una política de fomento pesquero con foco en la salmonicultura. En el ámbito de las propuestas señaló que era relevante abordar el tema de las relocalizaciones, es decir el traslado de centros de cultivos desde los lugares donde hoy se encuentran hacia otros espacios, para lo cual propuso una descentralización efectiva de este trámite, sacándolo del gobierno central y entregándole competencias a los gobiernos regionales. Lo cual evidentemente requiere un mayor análisis, pues más allá de las competencias que puedan estar a cargo de funcionarios nacionales o regionales, la instalación de centros de cultivo requiere de un proceso de evaluación ambiental. Otro de los puntos a los que se refirió, fue a la Ley de Autorizaciones Sectoriales o “Permisología”, la cual ha generado descontento en las organizaciones ambientales, señalando que ha habido un crecimiento inorgánico en el requerimiento de permisos y que, en la tramitación legislativa de este proyecto de ley no se dialogó lo suficiente. De todas formas, la candidata del oficialismo no se comprometió a realizar una revisión de la ley recientemente aprobada. Adicionalmente se refirió a la importancia de encadenar procesos productivos en torno a esta industria y a fomentar el diálogo social para apoyar el crecimiento de las PYMES.
Luego intervino Jose Antonio Kast, quien partió señalando que el salmón es terco y nada contra la corriente para cumplir su propósito y volver a su origen, pues en la actualidad estamos en la corriente del miedo, la violencia, la mediocridad y el desgobierno, pero hay quienes resistimos, pues solo nadando en contra vamos a llegar al lugar donde debemos estar. Luego planteo dos desafíos que abordaría en su posible gobierno, el primero relacionado con la seguridad y el crimen organizado, para luego referirse al desafió económico, pues según él, mientras el mundo avanza Chile retrocede. Indicando que el Estado, que debería ser un motor de desarrollo, se ha convertido en un obstáculo con un gasto público político desbordado y una obsesión regulatoria, razones por las que Chile necesita un shock de crecimiento. Para ello el candidato propone eliminar lastres como son la regulación excesiva, el gasto público improductivo y el exceso de impuestos. Luego, como ejemplo de la burocracia se refirió a las relocalizaciones de los centros de engorda, indicando que hay que aumentar la productividad respetando las reglas ambientales y disminuyendo los riesgos sanitarios. Según Kast lo que existe es un sabotaje institucional, pues nadie quiere arrasar con el medio ambiente, lo que se requiere es una industria que tenga mayores recursos y a partir de ello contar con mayores estándares ambientales. Un punto fuerte de su alocución estuvo centrado en las solicitudes de Espacios Costero Marinos de Pueblos Originarios (ECMPO) regulados en la ley Lafkenche, que según el candidato partió como una necesidad legitima, pero se ha desvirtuado convirtiéndose en una herramienta de chantaje político que tiene paralizadas solicitudes de concesiones salmoneras. Finalmente señaló que su propuesta para el país es una desregulación sustantiva sin complejos, una rebaja de impuestos y del gasto político, ya que Chile necesita ser competitivo.

El último turno fue para Evelyn Matthei, quien en un principio fue muy bien recibida por el público. Partió diciendo que este es un tema que la apasiona, agregando que el salmón es el cobre del sur de Chile. A lo que añadió algunas cifras para luego referirse al modelo de Noruega, donde todos trabajan en conjunto; estado, empresa y comunidad. A continuación, y haciendo uso de una presentación de power point, presentó el plan salmón 2050, según dijo inspirado en Noruega, señalando que el problema para el desarrollo de la industria son las trabas del Estado, poniendo de ejemplo a la Ley Lafkenche y señalando que esta tiene todo detenido. Adicionalmente le cargó la mano al Servicio de Evaluación Ambiental, indicando que tiene miles de millones de inversión detenida y que el actual gobierno intentó aprobar una ley que prohibía el cultivo del salmón en áreas protegidas, poniendo en riesgo el empleo. Señaló que el 26 de mayo de 2023, 15.000 trabajadores de la industria salieron a la calle para defender sus empleos y por eso propondrá que este sea el día de trabajador salmonero. También, como parte de las propuestas se refirió al establecimiento de límites de carga ambiental por zona y uso de tecnología para fiscalizar, no solo para sancionar, sino para prevenir. Terminó señalando que esta es una industria netamente regional, que no ha recibido ningún apoyo del Estado, lo cual no es cierto según una reciente investigación publicada por Fundación Terram y arengó al público diciendo que no permitan que Santiago, el Ministerio de Medio Ambiente, la Subsecretaria para las Fuerzas Armadas y las ONGs destruyan su futuro.
Luego de la primera ronda de presentaciones hubo preguntas y réplicas, el debate fue tomando forma, donde el candidato Kast reiteradamente habló de desregulación, la candidata Matthei, aportó poco y más bien fue desperfilando su participación, por su parte Jara insistió con su plan de fomento pesquero, en el fortalecimiento de las PYMES y el empleo decente.

Si bien todos abordaron temas nacionales y de la industria, mostrando distintos grados de conocimiento respecto del sector salmonero y con distintas miradas, los tres concordaron en la importancia del crecimiento económico, en la búsqueda de mecanismos para relocalizar concesiones, en revisar la Ley Lafkenche y en abordar los problemas regulatorios (permisología). A pesar de que todos en alguna parte de sus exposiciones señalaron en términos muy generales la importancia de resguardar del medio ambiente, ninguno de ellos vinculó las características del territorio o maritorio y sus ecosistemas únicos, con los lugares donde se desarrolla la producción salmonera, es decir los fiordos y canales de la Patagonia chilena. Tampoco, salvo Matthei, se refirieron a las áreas protegidas, como si estas no existieran o no fueran parte del patrimonio natural de Chile que debemos cuidar. En términos generales los tres presidenciables indicaron que la industria es un sector relevante de la economía, pero no abordaron los problemas que actualmente enfrentan algunas empresas por incumplimientos a la regulación vigente, como tampoco dijeron nada sobre los subsidios estatales a la mano de obra recibidos. La sensación que queda al escucharlos es de inquietud, pues ninguno de ellos habló sobre respetar las regulaciones vigentes. Sin duda los temas ambientales son algo muy muy secundario o anexo para los tres candidatos a la presidencia.