
Editorial: ¿Podemos confiar en el carbón? ¿Podemos confiar en Mina Invierno?
Postura de Fundación Terram frente a la contingencia ambiental.
Este fin de semana recibimos una noticia que generó alegría en el mundo ambiental: el Tercer Tribunal Ambiental, con asiento en Valdivia, acogió la medida cautelar solicitada por la agrupación Alerta Isla Riesco y la ONG FIMA para evitar los daños que generarían las tronaduras de Mina Invierno a los restos paleonteológicos de la Formación Loreto, sitio de alto valor paleontológico, donde se desarrollarían las tronaduras.
Desde Fundación Terram observamos que, si bien esta medida no es una respuesta final al conflicto del uso de explosivos en la isla patagónica, es un avance en la discusión que nos permite volver a mirar la problemática de fondo que envuelve la decisión de aprobar o rechazar el uso de tronaduras en la Patagonia chilena para extraer carbón.
El carbón es una de los combustibles fósiles más sucios del planeta y uno de los principales causantes de la contaminación a la que están expuestos los habitantes de las zonas de sacrificio. Por lo mismo, nos parece preocupante que, por un lado, el Gobierno trabaje en un proceso político para impulsar la descarbonización energética, estableciendo una mesa de trabajo entre organismos del Estado, empresas generadoras y algunas organizaciones de la sociedad civil, pero, por otro, no tome la iniciativa desde ya rechazando la explotación del carbón en la Región de Magallanes.
En Chile existen 27 termoeléctricas que utilizan cerca de 12 millones de toneladas de carbón. Una parte de ellas proviene de Mina Invierno, la cual fue aprobada en 2011 proyectando operar durante 12 años para extraer 6 millones de toneladas de carbón anuales, a través de un sistema de extracción mecánica a cielo abierto. A la fecha, ha atravesado dos procesos sancionatorios; el primero de ellos, en 2014 con una multa de $126 millones, por faltas detectadas en 2013 vinculadas a deficiencias del sistema de decantación de aguas provenientes del rajo de explotación. El segundo, en 2016, año en que fue multada con más de $94 millones por 11 incumplimientos a su Resolución de Calificación Ambiental (RCA), dentro de las cuales se encontraban principalmente incumplimientos asociados al manejo de las aguas, así como deficiencias en la entrega de reportes de monitoreo de la actividad.
Mina Invierno había prometido, al inicio de su gestión (2013) que no utilizaría explosivos como método extractivo del carbón, compromiso que rompió en 2015 al ingresar dos proyectos mediante Declaración de Impacto Ambiental al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental para comenzar a usar explosivos. Luego de ver las reiteradas faltas y el afán por llevar adelante las tronaduras en Isla Riesco, nos preguntamos si ¿podemos confiar en la industria del carbón?, ¿podemos confiar en Mina Invierno? Claramente, tenemos dudas y, como organización de la sociedad civil, observamos que esta lucha continúa.