Simco, el otro proyecto de litio que podría sumar Codelco en Maricunga
By Comunicaciones

Simco, el otro proyecto de litio que podría sumar Codelco en Maricunga

Involucra entre US$ 600 millones y US$ 700 millones, está concluyendo su proceso de Consulta Indígena, y tiene más de 3.000 hectáreas en pertenencias mineras. Admiten que se acercaron a Codelco para buscar sinergias entre ambos proyectos, y aunque las conversaciones siguen abiertas, ven con interés una alianza con la estatal. Fuente: El Mercurio, 12 de noviembre de 2023.

En la carrera a contrarreloj por producir litio en Chile, sin duda la joya de la corona es el salar de Atacama, con sus 280 mil hectáreas. Pero Maricunga —la segunda reserva con mayor concentración del mineral en el país, con 14 mil hectáreas— se ha vuelto un codiciado epicentro de disputa para la minería. Ubicado a 160 kilómetros al noreste de Copiapó y a 3.750 metros de altura, allí Codelco encontró la forma de acelerar su ingreso a esta industria, y en octubre pasado anunció un acuerdo para adquirir, por US$ 244 millones, el 100% de las acciones de la australiana Lithium Power International, propietaria del proyecto Salar Blanco. Esa jugada puso presión a otros vecinos privados en la zona, y que también buscan desarrollar ambiciosos proyectos para explotar un mineral considerado estratégico para la producción de tecnologías ‘verdes’.

Uno de esos proyectos es Simco Lithium, el joint venture surgido en 2016 entre Simbalik Group, fondo de inversión taiwanés con base en Singapur, y Cominor, del grupo chileno Errázuriz, ligado al empresario Francisco Javier Errázuriz, exdueño de Unimarc. La asiática opera en Chile desde 2009, y también tiene proyectos mineros en Brasil y Perú. En esa alianza, tiene el 55% de la propiedad.

En Maricunga, Simco tiene dos propiedades con pertenencias antiguas —adquiridas antes de 1979, cuando se decretó el litio como mineral no concesible, lo que las habilita para operar— y otras nuevas. En total, son 2.200 hectáreas nuevas y poco más de 1.000 hectáreas de concesiones antiguas, detalla un cercano a la compañía. La firma —que también tiene 8.000 hectáreas adicionales en zonas aledañas a Maricunga— busca producir entre 20 mil y 22 mil toneladas de hidróxido de litio por año, para lo cual planea invertir entre US$ 600 millones y US$ 700 millones. Todo pensado para producir su primera tonelada de litio el primer trimestre de 2026. Se calcula una vida útil aproximada de 25 años.

¿En qué está hoy el proyecto?

‘Seguimos avanzando a paso firme con nuestro proyecto, con la firme convicción de que lo pondremos en operación en el plazo estimado’, declara un cercano a la compañía, que enfatiza que Simco es 100% dueño de las concesiones mineras. Y subraya un antecedente que consideran relevante. En 2011, Simbalik obtuvo los permisos de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CChen) necesarios para extraer y comercializar litio, permisos que también obtuvo el grupo Errázuriz, ‘lo que es sumamente importante, porque todos estos proyectos requieren no solo tener pertenencias, también las autorización de la CChen para poder operar, explotar y vender el litio, y la autorización que tienen Simbalik y Cominor es anterior a los permisos que posee Codelco’.

Actualmente, Simco está terminando la Consulta Indígena, luego de un traspié con las comunidades cercanas al proyecto.

A comienzos de junio de 2018, la empresa ingresó el Estudio de Impacto Ambiental (EIA). Y si bien en septiembre de 2020 la empresa obtuvo su Resolución de Calificación Ambiental (RCA), la comunidad de Pai Ote demandó al SEA y a Simco por no haber realizado la Consulta Indígena. En marzo de 2022, la Corte Suprema les dio la razón y decidió retrotraer la evaluación del proyecto, ordenando a la empresa iniciar el proceso. Además, dejó sin efecto la RCA.

‘Ha sido un buen proceso, hemos tenido una buena recepción y entendimiento de las comunidades hacia el proyecto, y a fin de año debiera concluirse la Consulta Indígena. No debiera haber inconvenientes, para luego poder operar, porque es un proyecto ambientalmente sostenible y seguro para el entorno’, asegura una fuente conocedora.

A la espera de poder desarrollar su proyecto a escala comercial, Simco invirtió US$ 20 millones en una planta piloto en la localidad de Tierra Amarilla, que opera desde 2022, y que apunta a recuperar el 99% del litio contenido en la salmuera. ‘Está funcionando bien, y se están afinando ciertos ajustes, haciendo algunas pruebas importantes para poder producir carbonato o hidróxido de litio con la menor pérdida posible, cantidad de agua y el menor consumo de electricidad. Es una tecnología de última generación y amigable ambientalmente’, detalla la misma fuente.

Además, recientemente la firma suscribió un acuerdo de suministro con las japonesas Panasonic y Chori para una planta de hidróxido de litio que produzca baterías. Está prevista para 2025.

¿Alianza con Codelco?

En la industria minera advierten que la reciente operación que hizo Codelco con Salar Blanco puso presión al proyecto de Simco, ‘porque permitirá consolidar la posición de Codelco en Maricunga’. De hecho, fuentes consultadas comentan que, entendiendo el reordenamiento de players que activará esa operación, ejecutivos de la empresa de Simbalik y Errázuriz se acercaron a la estatal para ofrecer su proyecto.

‘Esta sociedad lleva muchos años y su objetivo final es poder participar de la industria del litio, no salirse. Queremos poder concretar nuestro proyecto. No nos hemos acercado a Codelco para venderlo’, aseguran fuentes ligadas a Simco.

El miércoles pasado, en un seminario, el empresario Francisco Javier Errázuriz Ovalle dijo que ‘estamos trabajando en nuestro proyecto, es muy desafiante. Tenemos que trabajar muy duro hasta el 2026 para hacerlo realidad. Después se verá, hay tiempo’.

Pero una asociación entre Simco y Codelco podría ocurrir mucho antes, pues en la firma privada ven con interés algún tipo de alianza. Admiten que se produjo un acercamiento entre las partes para buscar sinergias y complementariedades entre ambos proyectos. ‘Efectivamente, nos hemos reunido con Máximo Pacheco en varias ocasiones, encuentros donde Simco manifestó una actitud y disposición de trabajo colaborativo para poder desarrollar el proyecto de Maricunga’, reconoce una fuente vinculada a Simco. Y agrega que ese diálogo se mantiene, pues ‘Codelco nos escuchó y acordamos continuar esta conversación, aunque sin plazo’.

En Simco explican que ‘la Estrategia Nacional del litio, en su página 21, dice que el Estado encargó a Codelco buscar una solución que habilite el desarrollo de proyectos en Maricunga, por tanto somos pacientes, educados y entendemos que esa solución puede significar que cada uno desarrolle sus proyectos en forma individual o bien que exista algún tipo de asociación. Aquí se requiere una coordinación y armonía ambiental, ese ha sido el espíritu de Simco, estar siempre dispuesto a conversar y colaborar para que los proyectos se puedan desarrollar de buena manera’.

Otras fuentes cercanas a Simco también reconocen que esto podría derivar en una alianza estratégica. ‘Hay distintos caminos y escenarios: que desarrollemos nuestro proyecto solos o en conjunto, perfectamente esta puede ser una alternativa. Otra opción podría ser que desarrollemos con ellos (Codelco) en las pertenencias nuevas, que hagamos una sociedad, y que desarrollemos solos en las pertenencias y concesiones que son antiguas’.

Cercanos a la cuprera estatal, en tanto, afirman que ‘nada está descartado y tampoco pactado, pero cualquier figura que permita potenciar el rol de Codelco en la producción del litio, que es estratégico para Chile, debe ser estudiada y analizada con detención’. Y reafirman que ‘tan importante como el salar de Atacama para Codelco lo es Maricunga, y hay que buscar todas las posibilidades para dar viabilidad a una gran presencia del Estado ahí’.

En la firma privada recuerdan una disputa que los enfrentó por los derechos para explotar litio y que recientemente se zanjó en tribunales. La cuprera estatal ha sostenido tener la titularidad sobre todo el salar de Maricunga, incluyendo las pertenencias previas a 1979 de otros actores. Simco se opuso y la Corte Suprema le dio la razón a la privada. Detalló que ‘es menester concluir que las pertenencias objeto de la servidumbre solicitada en estos autos están habilitadas para incorporar todas las sustancias comprendidas en los incisos 1 y 2 del artículo 3 del Código de Minería del año 1932 al momento de constituirse las mismas, dentro de las cuales se encontraba el litio‘.

En esa ocasión, el máximo tribunal optó por no tomar en cuenta la defensa realizada por el fisco, que en sendos informes sostuvo que las pertenencias mineras fueron constituidas sobre cloruro de sodio bajo la vigencia del Código de Minería de 1932, y que carecerían de la titularidad para explorar y explotar litio. Al respecto, la Suprema señaló que ‘carece de sustento y oportunidad al no haber formado parte de la contestación de la demanda’.

En paralelo a posibles gestiones para desembocar en alguna alianza u otra fórmula, apuntan en Simco, la firma avanza en tecnología, en la definición del financiamiento, y también en explorar otros socios potenciales, ‘porque estamos seguros que somos buenos candidatos (…) Estamos en proceso de definiciones de una serie de materias que serán gravitantes para el futuro y la viabilidad del proyecto’, expresa un ejecutivo.

En Simco tienen una convicción: ‘Los tiempos corren en contra, tanto para los privados como para el Estado, nos vamos a quedar fuera de esta ventana del litio, porque competimos con Argentina, Australia, EE.UU. El litio es una materia prima abundante y reciclable, Chile debe capturar, es la ventana de oportunidad’, aseveran.

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  • 13/11/2023