La construcción de un pozo de $700 millones moviliza a diversas comunidades de la localidad de El Asiento, que viven en torno al río Putaendo (hoy seco), afluente del río Aconcagua y que da vida a una provincia con una severa escasez hídrica producto de una persistente sequía. Dicen las comunidades que la inversión estaría orientada a resolver los requerimientos de agua de los grandes regantes, a riesgo de secar a las comunidades, lo que ya se vio en comunas como Petorca. Esta inversión, sin embargo, no es aislada. Se inscribe en un millonario plan de obras públicas en la cuenca del río Aconcagua que, entre 2019 y 2021, llega a los $49 mil millones, algo que despierta indignación, toda vez que se comporta, en los hechos, como un nuevo subsidio a las grandes empresas agrícolas que se benefician de estas obras para riego y que, de paso, ponen en riesgo la sobrevivencia de más de dos mil personas. Para los habitantes de la localidad de El Asiento, estas inversiones conllevan un pasivo fatal: el sacrificio de toda una comunidad. Son las nuevas zonas de sacrificio, a las que la autoridad no ha dado ninguna respuesta. El Mostrador intentó insistentemente que las nuevas autoridades del Ministerio de Obras Públicas, de la Dirección de Obras Hidráulicas y de la Seremi de Obras Públicas de la Quinta Región respondieran a las consultas. La respuesta fue silencio. Fuente: El Mostrador, 13 de abril de 2022.