
“Minería del agua”: Fundación Terram presenta informe sobre los impactos de la extracción de litio en el Salar de Atacama
El documento advierte que la explotación intensiva de litio en Chile, especialmente en el Salar de Atacama, amenaza la disponibilidad de agua, la biodiversidad y la estabilidad de un ecosistema clave para enfrentar la crisis climática. Fundación Terram propone avanzar en un marco jurídico integral y en mayor transparencia para proteger estos humedales altoandinos.
Fundación Terram publicó recientemente un nuevo documento de investigación titulado “Minería del agua: la extracción de litio en el desierto más árido del mundo”, elaborado por la investigadora Engel Ramírez, en donde advierte sobre los riesgos ambientales y sociales asociados a la explotación del litio en Chile, particularmente en el Salar de Atacama.
El informe enfatiza que, pese a que Chile se posiciona como el segundo productor mundial de este mineral considerado “clave” para la transición energética, la intensificación de su extracción ha puesto en jaque a los salares altoandinos, ecosistemas frágiles que cumplen funciones esenciales como reservorios de agua dulce, sumideros de carbono y hábitat de una amplia diversidad de especies de flora y fauna.
Además de relevar los impactos ambientales y sociales, el documento incorpora información técnica y análisis comparativos, incluyendo la descripción de los modelos de explotación de litio y las nuevas tecnologías de extracción directa (DLE, por sus siglas en inglés), así como una revisión de sus posibles beneficios, limitaciones y riesgos, entre ellos la reinyección de salmuera procesada en los acuíferos. Estos antecedentes buscan enriquecer el debate público y aportar evidencia para la formulación de políticas que aseguren una explotación responsable del mineral, como también la necesidad de una protección efectiva para dichos ecosistemas.
En ese sentido, la investigación cuestiona que la actual política pública trate a los salares únicamente como yacimientos mineros, sin reconocer su valor ecológico y cultural. Además, alerta sobre la falta de estudios hidrogeológicos y biológicos sólidos, que permitan comprender la magnitud de los impactos de la “minería del agua”, como se ha denominado al proceso de evaporación intensiva que utiliza enormes volúmenes de agua en un territorio cada vez más afectado por la escasez hídrica.
Según la autora del documento “Es importante tener presente que los salares son ecosistemas frágiles, que no pueden ser tratados como minas ya que cumplen un rol fundamental como reservas de agua dulce en climas áridos, esenciales para el sustento de diferentes formas de vida en el desierto”
Recomendaciones de Fundación Terram
Entre las principales propuestas, se plantea el avanzar en un marco de gobernanza que priorice la conservación de los salares y entregue mayor transparencia en la gestión de estos ecosistemas estratégicos:
- Levantar información basal de cada sistema salino que caracterice sus dinámicas físicas, químicas, biológicas e hidrogeológicas.
- Georreferenciar todos los salares del país en un portal público y unificado, accesible a la ciudadanía.
- Implementar un sistema de monitoreo en línea que permita verificar en tiempo real la información reportada por las empresas.
- Desarrollar un marco jurídico integral de protección de salares, que resguarde su biodiversidad y servicios ecosistémicos.
- Impulsar una Ley de Salares Altoandinos, que reconozca el rol de estos humedales en la regulación hídrica y climática.
Con este informe, Fundación Terram busca visibilizar los impactos que la minería del litio ya está generando en los ecosistemas altoandinos y aportar propuestas concretas para avanzar hacia una explotación que no sacrifique el agua ni la biodiversidad en nombre de la transición energética. La organización insiste en que la urgencia climática no puede justificar nuevas formas de extractivismo desregulado, sino que debe abrir paso a una gobernanza responsable que ponga en el centro la protección de los salares, las comunidades y la justicia ambiental.
Ramírez sostiene que “Necesitamos un marco jurídico robusto con figuras de protección efectiva, que considere la importancia ecológica, sociocultural, paisajística y científica que representan estos ecosistemas, para lo cual avanzar hacia una Ley de Salares Altoandinos podría ser un paso clave”.
Revisa el documento completa en el siguiente enlace