La ONU pide frenar la expansión de los centros de datos que alimentan la IA porque amenazan el agua y la energía
By valentina

La ONU pide frenar la expansión de los centros de datos que alimentan la IA porque amenazan el agua y la energía

La ONU advierte que la construcción acelerada y a gran escala de centros de datos sucede en un contexto marcado por la escasez de datos fiables sobre el consumo de agua y electricidad de estos complejos. Fuente: Wired, 17 de octubre de 2025.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) pidió frenar la construcción y expansión acelerada de megacentros de datos ante la posible sobredemanda de energía y agua que su operación podría generar, lo que agravaría la desigualdad en el acceso a recursos energéticos y afectaría a diversos ecosistemas. Así lo expuso el informe El nexo entre el agua y la energía, formado por Pedro Arrojo Agudo, relator especial de la ONU sobre los derechos humanos al agua potable y al saneamiento.

El documento advierte que, con el auge de la inteligencia artificial (IA) y las criptomonedas, “la demanda computacional se está disparando, provocando un rápido incremento del número de megacentros de datos. Ese crecimiento genera importantes y preocupantes requerimientos de agua, así como un dramático aumento del consumo eléctrico. Estas tendencias entrañan graves riesgos para los ecosistemas acuáticos y presentan expectativas insostenibles para el futuro”.


article image
Mientras Microsoft, Google y Amazon invierten miles de millones en centros de datos en Querétaro, comunidades locales enfrentan sequías, desplazamientos y falta de acceso a agua potable. Las promesas de empleo, infraestructura y sostenibilidad ambiental no se han cumplido.

El texto señala que la proliferación de infraestructura de cómputo, justificada en nombre del progreso económico, ocurre en un contexto de escasa transparencia: actualmente no existe un estándar unificado en la industria para medir el consumo hídrico y energético de estas instalaciones.

Empresas como OpenAI y Google han divulgado algunas estimaciones sobre la cantidad de agua y electricidad que utilizan los centros de datos que respaldan sus productos de IA.

Por ejemplo, la firma de Mountain View aseguró recientemente que una consulta promedio en Gemini consume alrededor de cinco gotas de agua (0.26 mililitros) y requiere 0.24 vatios-hora de electricidad, equivalente a mantener encendido un televisor durante menos de nueve segundos.

Aunque algunos especialistas consideran que se trata de las cifras más precisas difundidas por la compañía hasta el momento, otros sostienen que no reflejan el consumo total, ya que el cálculo se limita a la fase de inferencia y omite el gasto asociado con el entrenamiento de los modelos y el almacenamiento de información. Tampoco incluye los recursos que demanda la generación de imágenes o videos, pues sólo considera solicitudes de texto promedio.

Vista area de un centro de datos de Amazon Web Services el 17 de julio de 2024 en Stone Ridge Virginia. El norte de...
Vista aérea de un centro de datos de Amazon Web Services el 17 de julio de 2024 en Stone Ridge, Virginia. El norte de Virginia es el mayor mercado de centros de datos del mundo, según un informe de este año, pero enfrenta dificultades debido a la disponibilidad de terrenos y energía eléctrica.Nathan Howard / Getty Images

El informe cita un estudio que estima que, como consecuencia de la creciente demanda mundial de sistemas de IA, en los próximos dos años se requerirán entre 4,200 y 6,600 millones de metros cúbicos de agua para garantizar el funcionamiento adecuado de los centros de datos.

“Aunque esas demandas hídricas son por ahora muy inferiores a las necesarias para el riego, resultan especialmente significativas en regiones con escasez de agua. Además, se están planteando como consumos prioritarios, mediante acuerdos opacos con grandes corporaciones tecnológicas”, advierte el documento.

Equidad hídrica y eléctrica en riesgo por la expansión de los centros de datos

El número total de centros de datos existentes en el mundo se desconoce. Sin embargo, el relator apunta que “algunas fuentes estiman que superan los 10,000”. Este volumen de instalaciones, en constante crecimiento, no solo genera mermas directas en las reservas de agua, sino también graves afectaciones indirectas a los ecosistemas acuáticos debido al “crecimiento exponencial de la demanda energética”.

El texto toma como ejemplo el caso de Estados Unidos. Durante años, la demanda eléctrica en ese país se mantuvo estable, pero tras la irrupción de la IA y el auge de las criptomonedas, la curva comenzó a ascender de forma notable, al punto de que distintas agencias gubernamentales han alertado sobre una posible crisis energética. Un estudio del Lawrence Berkeley National Laboratory, elaborado para el Departamento de Energía, advirtió que los centros de datos podrían llegar a consumir hasta el 12% de toda la electricidad del país en 2028.

Las autoridades federales han concedido a las empresas tecnológicas ciertas facilidades para explorar nuevas fuentes de energía con las cuales alimentar sus centros de datos, incluidos los microrreactores.

“El crecimiento exponencial de la demanda energética genera intensas presiones para reactivar la construcción de grandes presas hidroeléctricas y de centrales térmicas y nucleares, incluso a costa de acelerar el cambio climático y aumentar los riesgos de contaminación del agua. Corporaciones como Amazon, Google, Meta y Microsoft están forjando alianzas estratégicas con la industria de los hidrocarburos e incluso planean construir plantas nucleares para atender su explosiva demanda de energía”, precisa el documento.

El informe advierte que, ante las advertencias sobre la escasez de agua y electricidad derivadas del uso masivo de la IA y otras tecnologías emergentes, los nuevos centros de datos se están edificando en países que aún cuentan con disponibilidad de estos recursos, muchas veces subvencionados con fondos públicos.

Según el reporte, esta tendencia podría profundizar las desigualdades energéticas y limitar el acceso a electricidad asequible para cubrir las necesidades básicas de la población, especialmente de los sectores más vulnerables.

En 2024, al menos 1,180 millones de personas vivían en pobreza energética y no tenían acceso a electricidad. La cifra representa un aumento del 60% respecto de los 733 millones de personas que carecían de este servicio en 2020, de acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

“Desde el punto de vista social, la prioridad que se otorga a esas corporaciones tecnológicas y las tarifas preferenciales de las que se benefician generan asimetrías injustas respecto a otros sectores que producen más empleos y merecen una atención prioritaria. Esta situación se presenta en un contexto en el que la pobreza energética continúa en aumento a nivel global”, subraya el texto.

El relator de la ONU sostiene que los actuales sistemas energéticos, dictados por la lógica del mercado, violan los derechos humanos, degradan los ecosistemas y profundizan las desigualdades sociales. Por ello, hace un llamado a los Estados miembros de la ONU y a las instituciones internacionales a promover una moratoria en la instalación y operación de nuevos centros de datos hasta que se determinen sus efectos reales sobre el bienestar social y ambiental.

Además, propone exigir a las empresas que gestionan estas infraestructuras información clara y verificable sobre su consumo de agua y energía, con el propósito de identificar los factores que podrían agravar el cambio climático y poner en riesgo la sostenibilidad de los ecosistemas acuáticos, los derechos humanos de las poblaciones empobrecidas y la supervivencia de los sectores productivos vulnerables.

“Se necesita con urgencia un nuevo sistema energético que no reproduzca las injusticias del pasado. Debemos pasar de las estrategias tradicionales centradas en la oferta a nuevos enfoques orientados a la gestión de la demanda y la preservación de los ecosistemas acuáticos. El goce efectivo de los derechos humanos debe prevalecer sobre la obsesión por incrementar la producción de energía. Es imprescindible formular un nuevo concepto de progreso que tenga como base el respeto a los derechos humanos y como límite la sostenibilidad ambiental de los recursos hídricos”, concluye el informe.

  • Sin comentarios
  • 21/10/2025

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *