
Los correos ocultos de Australis, una de las salmoneras más grandes del mundo: así escondieron la sobreproducción en Chile y buscaron saltarse la regulación ambiental
The Clinic tuvo acceso a correos electrónicos intercambiados entre ejecutivos de Australis y directivos de Joyvio, la empresa china que adquirió la salmonera en 2019 por US$921 millones. En esos emails se coordinan esfuerzos para ocultarle a la autoridad ambiental la sobreproducción de salmones, se definen estrategias para intentar esquivar la regulación, y se entregan pistas sobre la ayuda que habría recibido la empresa durante el último gobierno de Sebastián Piñera. Los correos también revelan que los directivos chinos de Joyvio buscaron ocultar información de la empresa a un banco holandés con el que negociaban un crédito, y que siempre estuvieron al tanto de la sobreproducción de salmones en las regiones de Aysén y Magallanes. Fuente: The Clinic, 29 de abril de 2025.
Pocas veces los documentos internos de una empresa gigante como Australis —una de las mayores salmoneras del mundo— quedan expuestos a la opinión pública. Esta vez no fue por una filtración de datos ni porque hackers ambientalistas asaltaran sus servidores, sino por un conflicto entre el antiguo y los nuevos controladores.
En 2019 la empresa china Joyvio le compró Australis al chileno Isidoro Quiroga en US$921 millones, pero algunos años después los nuevos controladores de la salmonera alegaron que el precio estaba inflado y abrieron procesos judiciales en Chile, Florida, Delaware y Reino Unido. Según Joyvio, Quiroga les escondió información clave: la valorización de la empresa estaba basada en la sobreproducción de salmones.
En medio de la batalla judicial los correos electrónicos de ejecutivos y directores de Australis quedaron expuestos, y The Clinic accedió a ese registro de emails. El tema de la sobreproducción de salmones —según consta en los correos—, era un dato del que estaban informados tanto los ejecutivos del periodo de Quiroga como Joyvio.
En diciembre de 2021 los directivos chinos de Joyvio recibieron una tabla donde se les informó que ese año la empresa produjo más de 73 mil toneladas de salmones, un 35,2% más de las autorizadas.
Pero no es el único problema complejo para la empresa.
Esos correos electrónicos también entregan pistas sobre cómo Australis habría logrado acuerdos con el gobierno de Sebastián Piñera para evitar mayores procesos sancionatorios, y sus ejecutivos habrían estudiado un mecanismo para esquivar la regulación ambiental.
También aparecen emails donde se coordina ocultar información al banco holandés Rabobank, al que le estaban solicitando un préstamo, para evitar una mala evaluación financiera.
En todos esos intercambios de correos aparecen copiados, o bien interactuando, los representantes de la empresa china Joyvio, los que ahora acusan no haberse enterado de las irregularidades de la empresa salmonera.
Joyvio, la empresa china que compró Australis y que es parte del holding que también controla la gigante tecnológica Lenovo, aseguró en la investigación judicial que el precio real de la salmonera era de US$299 millones, y no los US$921 millones que pagaron. La ofensiva judicial se da en medio de una situación financiera compleja.
El 30 de enero de 2023 Joyvio envió una minuta a la Bolsa de Shenzhen —donde cotiza en China—, sincerando la situación económica de Australis: “Ha enfrentado tres años consecutivos de desafíos y presiones operativas significativas”. Los desafíos, dice la minuta, nacían del “elevado endeudamiento” de la empresa, la inflación tras la pandemia de Covid-19 y el aumento de precio de las materias primas que causó la guerra entre Rusia y Ucrania.
En el mismo documento Joyvio reconoció “los cambios significativos en el entorno de regulación de la acuicultura de salmón en Chile”, en alusión a la fiscalización al exceso de cosecha de salmón. Australis, afirmaba la minuta, “está sobreproduciendo y necesita reforzar la gestión del cumplimiento” y, para cumplirlo, la empresa tomó “medidas disciplinarias contra las personas responsables de la sobreproducción (…) y ha reemplazado a tres miembros de alta dirección”.
En esa minuta no se hace mención ni al ocultamiento de información ni a que habían comprado una empresa con sobreprecio, como esgrimieron más adelante. Dos meses después de que la empresa entregó esa información a la Bolsa de Shenzhen, en Chile presentaron una querella contra Isidoro Quiroga, el anterior controlador de Australis. En enero pasado Quiroga fue formalizado por la fiscalía, la que lo acusa de estafa y administración desleal.
The Clinic conversó con el abogado representante de Australis en la causa judicial, Jorge Bofill, quien culpa de las irregularidades a ejecutivos cercanos a Quiroga que se mantuvieron en la salmonera luego de que esta fuera traspasada a la empresa china en 2019. Mientras que la versión de Quiroga es que su administración entregó toda la información a Joyvio al momento de la venta.
“Redirigir la atención”
El 1 de septiembre de 2021 el entonces gerente de Finanzas de Australis, Santiago Garretón (quien era cercano a Quiroga y que también fue formalizado en enero), envió un informe a Vincent Dong, director de Joyvio, y a Jerome Chen, también directivo de la empresa china. The Clinic tuvo acceso al correo electrónico donde ese informe estaba adjunto.
Es un informe clave, porque allí el ejecutivo de Australis le cuenta en detalle a los directivos chinos el nivel de sobreproducción de la empresa salmonera entre 2018 y 2021. En una tabla incluida en el informe se indica que se sobre produjeron 84.095 toneladas en ese periodo de tiempo.
Post estallido social el criterio de fiscalización de la autoridad habría cambiado, indica el informe, pasando de fiscalizar solo la siembra de salmones, a pesquisar también la cosecha. Y ahí Australis tenía problemas: “En casi todos los ciclos hemos tenido un mejor rendimiento en peso de cosecha y tasa de supervivencia, por lo que hemos tenido un exceso de producción en los últimos años”, aparece en el documento revisado por The Clinic.
Entonces sabían que estaban ante un problema grave, y así lo informó el ejecutivo a los directivos chinos de Joyvio: “Se está convirtiendo en un serio riesgo para el plan de cosecha presente y futuro, así como para la perspectiva de costos de la empresa, sin mencionar las posibles sanciones económicas y la pérdida de permisos de operación”, indica el informe enviado por Santiago Garretón por correo electrónico.
Si no se excedían en la cosecha de salmones, continuaba, la empresa arriesgaba “una disminución de nuestra producción entre un 25% y un 35%”.
Allí también se indicó que la “contingencia por exceso de producción” era un “serio riesgo”, y que era cuestión de tiempo para que el asunto explotara. Entonces se propuso un plan de acción para evitar las sanciones de la autoridad.
A largo plazo, indica, lo mejor era solicitar autorización para ampliar las toneladas a cosechar, además de abrir nuevos sitios en las regiones de Aysén y Magallanes. “Para seguir produciendo a un nivel actual similar, es necesario utilizar más sitios”, asegura la presentación. Pero había un problema: “no podemos pedir a las autoridades de evaluación ambiental que nos otorguen más capacidad sin avisarles de que no estábamos cumpliendo con su regulación”.
En esa misma presentación se delinea una estrategia para evitar que las autoridades ambientales descubrieran la sobreproducción de salmones con que la empresa sostenía sus números:
“Además, (podemos) participar en el programa de supervisión voluntaria de la SMA (Superintendencia de Medio Ambiente), con sitios en los que sabemos que no tendremos exceso de producción (…) para que podamos “quitar” la presión de nuestros sitios más complicados y redirigir la atención a los menos complicados. Al mismo tiempo, (podemos) elaborar una agenda política para influir en todos los niveles de cada autoridad”, se lee en otro apartado del documento (vea aquí el informe completo).
“Aprobamos la ejecución”
“Estimado equipo: acabamos de recibir la notificación de la SMA (nuestra autoridad ambiental) de que en el año 2018 nuestro centro de cultivo Costa superó la capacidad máxima de cosecha (capacidad de 4200 toneladas frente a 5337 toneladas cosechadas)”. Quien envió ese correo, en febrero de 2021, a los directivos chinos de Joyvio, fue el entonces gerente general de Australis, Ricardo Misraji.
Misraji, fallecido a inicios de 2023 por un cáncer, estaba advirtiendo de la primera formulación de cargos que la SMA hizo por exceso de producción de salmones en un centro de Australis, ubicado en la comuna de Aysén. En julio de 2021 se abrió el segundo proceso sancionatorio contra Australis por sobreproducción, esta vez en un centro de Punta Arenas.
La bola de nieve fue creciendo. Para esa época, en la empresa tenían claro que el exceso en la cosecha de salmones era un problema estructural.
En diciembre de 2021, Santiago Garretón (entonces gerente de finanzas) adjuntó a los directivos de Joyvio una tabla con lo que Australis produjo en 2021, además de las proyecciones de 2022 y 2023.
En 2021, según la tabla, produjeron más de 73 mil toneladas, un 35,2% más de las autorizadas; para el año siguiente proyectaban producir 90 mil toneladas, un 29,9% superior a lo autorizado; para 2023 esperaban cosechar cerca de 96 mil toneladas, un 27,5% más de las aceptables de ese año (vea aquí esa tabla).
Esa presentación es la prueba más concluyente de que los directivos de Joyvio estaban al tanto de la sobreproducción de la salmonera, pero también de que apretaron el acelerador buscando mejores resultados financieros.
Esa presentación enviada por Garretón fue una respuesta a una solicitud de Vincent Dong, director de Joyvio. Dong le había dicho al gerente de finanzas de Australis que “no considere posponer ninguna cosecha hasta 2023, pero aumente la cosecha de 2022 a alrededor de 95 mil toneladas (…) generando más efectivo”. La petición, en realidad, tenía sabor a decreto: Dong lo había consultado con Chen Shaopeng, el CEO de Joyvio.
La discusión sobre la proyección para 2022 no se cerró ahí. En abril de ese año, Garretón envió la última idea: “Nueva propuesta: total para 2022 de 99.069 kton”. Qingtong Zhou, que lo discutió con el CEO de Joyvio, dio el visto bueno: “Después de discutirlo con Shaopeng y Jacob, aprobamos la ejecución”.
Después de intentar estrategias para ocultar la sobreproducción de salmones, en octubre de 2022 Australis ingresó una auto denuncia ante la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) por 33 centros donde existía sobreproducción. La SMA le dijo a The Clinic que a partir de esa información se iniciaron 21 procesos sancionatorios y se formularon 52 cargos graves por sobreproducción en el periodo que va de 2014 a 2022 (vea aquí la respuesta completa de la SMA).

¿Ayuda del gobierno de Piñera?
La misma presentación, de septiembre de 2021, en la que un gerente de Australis informaba a los directivos de Joyvio que la empresa había sobreproducido entre 2018 y 2021, incluía una propuesta para administrar la sobreproducción: “Elaborar una agenda política para influir en todos los niveles de cada autoridad (…) para que podamos tener una mejor oportunidad de avanzar con la estrategia a largo plazo”.
El lobby con autoridades políticas, según se desprende de los correos, ya le había dado réditos a Australis. En especial en el segundo gobierno de Sebastián Piñera, a quien por ese entonces aún le quedaban unos meses en el poder. En un correo de abril de 2022 —cuando Gabriel Boric ya estaba en La Moneda y había preocupación de que la sobreproducción se hiciera pública—, Garretón aseguró a un director de Joyvio (Qingtong Zhou) que el gobierno de Piñera y Australis trabajaron “tomando medidas proactivas” para contener el problema de la sobreproducción.
¿Cómo habría intervenido el gobierno de Piñera? “Ayudando a las empresas”, indica el mismo correo, con la reasignación de más centros de producción salmonera, otorgando nuevos sitios en la región de Magallanes “solo para nosotros” —Australis— y siendo “proactivos” en la tramitación para que la empresa obtuviera aumentos en la cosecha de salmones.
Aunque eso no es lo más grave: Garretón aseguró que el gobierno del fallecido presidente ayudó “reteniendo los cargos” que la SMA pudo haber formulado por la sobreproducción de salmones. Garretón no respondió los mensajes que le envió The Clinic para obtener su versión.
Hay más correos que refuerzan esa hipótesis. Un reportaje de Interferencia reveló un email de enero de 2022, en el que Garretón aseguró a la gerencia de Joyvio que la SMA había tomado la “decisión política” de “mantener frenado” el avance de las sanciones y cargos por los excesos de producción de Australis.
Quien lideró la SMA entre octubre de 2019 y enero de 2022 fue Cristóbal de la Maza. El ingeniero civil fue uno de los impulsores del nuevo criterio de fiscalización, que sanciona el exceso de cosecha de salmones. En 2023 elaboró un documento para la defensa de Isidoro Quiroga en el caso Australis, informe en el que ratificaba la existencia del nuevo tipo de fiscalización.
El protocolo de fiscalización a la industria salmonera establece que es la Secretaría Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) la institución encargada de fiscalizar en primera instancia a las empresas. Si ese organismo detecta irregularidades, ingresa una denuncia ante la SMA, que inicia los denominados “procesos sancionatorios”. La SMA, a su vez, señaló a este medio que fiscaliza a la industria salmonera “de forma remota a través del uso de imágenes satelitales y de inteligencia del dato”.
Sernapesca respondió a The Clinic que, en los años en los que De La Maza fungió como superintendente de la SMA, envió 31 denuncias por sobreproducción en Australis a ese organismo (vea aquí la respuesta completa de Sernapesca). Sin embargo, durante esos años la SMA solo inició dos procesos sancionatorios contra Australis, ambos en 2021.
Consultado por este medio, De La Maza dijo que durante su gestión “se implementó el criterio de control de sobreproducción a la industria salmonera que ahora rige”. Además, aseguró que “antes de 2019, no existían casos por esta infracción (exceso de producción). Durante mi gestión, se persiguieron estos casos, sin excepción” (vea aquí la respuesta completa de Cristóbal de la Maza).
Por su parte, Australis reconoció la existencia de correos en los que se hablaba “de contactar a la SMA para dejar algo amarrado ad-portas del nuevo gobierno”, en alusión a posibles conversaciones con el gobierno de Piñera antes de que Gabriel Boric llegara a La Moneda. Sin embargo, continúa la respuesta, “nosotros no tenemos conocimiento de ninguna reunión en esa línea. Lo que sí podemos afirmar es que todo lo que informa en ese correo el señor Garretón -actualmente querellado y formalizado- es completamente falso, como era su costumbre, y era parte de su estrategia de mantener oculta la sobreproducción masiva”.
Los datos para Rabobank
Los correos electrónicos a los que accedió The Clinic revelan que, al menos desde 2021, Australis estaba negociando un préstamo de US$300 millones con Rabobank, un banco holandés especializado en financiamiento a la industria alimenticia. ¿El motivo de ese préstamo? La salmonera necesitaba pagar una importante deuda que Joyvio contrajo en 2019 con el Bank of China Macau, banco asiático que le dio un crédito de US$130 millones. Es decir, pagar una deuda con otra.
El 13 de abril de 2022 fue una jornada frenética para los gerentes y directivos de Australis y Joyvio que estaban tramitando el préstamo con Rabobank. El día anterior, Qingtong Zhou, uno de los directores de Joyvio, le consultó a Santiago Garretón si había novedades con el crédito. El entonces gerente de finanzas de Australis respondió que la sobreproducción tendría “un impacto en las cifras futuras”, y que, de cara a la negociación, estaba trabajando en proyecciones que “podamos mostrar a los bancos y hacerles sentir que las cifras aún respaldan la operación”.
Zhou respondió enfático: “NO recomiendo enviar a Rabo la proyección con el nuevo plan maestro”. No está claro a qué se refiere precisamente con el “plan maestro”, pero es posible que aluda a la estrategia de Australis que buscaba ampliar la cosecha autorizada y buscar más sitios para producir.
“Cuando los bancos pregunten por el problema relacionado con el PT (sobreproducción), dígales que se gestionará y que no cambiará mucho la proyección. Si se les presiona, entrégueles el nuevo plan maestro diciendo que incluso en el peor de los casos, todos los reembolsos y los convenios financieros siguen estando bien”, continuó Zhou. Terminó el correo con una orden: cerrar el préstamo de Rabobank a la brevedad, porque necesitaban el dinero para fines de septiembre de ese año.
Garretón respondió con cautela. Si el préstamo de Rabobank fallaba por esconderles la sobreproducción, dijo, “se correrá la voz y el problema actual será mayor”. El gerente creía que “deberíamos abordar este tema primero con ellos antes de que se enteren por la prensa”, decirles que “tenemos una exposición limitada a esto y que (…) tendremos más plantas en los próximos 3 años”. Agregó que Rabobank estaba al tanto de las incipientes sanciones a la sobreproducción en la industria —por el caso de otra empresa pesquera fiscalizada por la SMA—, pero que “le resté importancia a la situación”.
Santiago Garretón sí se cuadró con la orden para apurar el crédito: “No retrasaré más las negociaciones, pero al menos con Rabo es mejor aclarar ‘parte’ de la situación y ver cómo podemos gestionarla adecuadamente” (vea aquí el correo original, en inglés).
Zhou tuvo la última palabra. Le dijo a Garretón que solo se refiriera al caso del centro Morgan, uno de los sitios de Australis en Magallanes, al que días antes la SMA le había formulado cargos por sobreproducir salmones. “Está bien abordar proactivamente el problema de Morgan (…) Pero maneja con cuidado y minimiza el tono”. Sin embargo, le dijo que evitara hablar de la situación de sobreproducción sostenida de la empresa: “no envíes una nueva proyección a menos que te presionen y, mientras la envías, dile a Rabo que este es el plan de contingencia”.
Australis, a través de su abogado Jorge Bofill, respondió a The Clinic que el préstamo de Rabobank nunca se concretó, ya que “la operación fue detenida una vez que Andrés Lyon asumió la gerencia general”, en junio de 2022. ¿El motivo? La administración anterior a la de Lyon, entre ellos Ricardo Misraji y Santiago Garretón, “no transparentó nunca, a nadie, la verdadera situación de la compañía (…) Una vez entendida y conocida la contingencia, Australis definió no seguir adelante con el financiamiento” de Rabobank.
Bofill, además, acusó que el crédito que Bank of China Macau otorgó a Joyvio en 2019 fue obtenido con documentación falsa emitida por la administración anterior de la salmonera. “El crédito con BCO Macao había sido obtenido con representaciones y garantías falsas efectuadas por Ricardo Misraji, quien era el gerente general, y Rubén Henríquez, gerente legal. Dicho crédito fue pagado por completo durante 2024”, respondió Bofill (vea respuesta completa de Australis).
The Clinic envió preguntas a la empresa Asesorías e Inversiones Benjamín, el family office de Isidoro Quiroga. Sobre la acusación de Australis, respondieron que el crédito con el banco chino “fue parte de la excesiva deuda que Joyvio contrajo para adquirir Australis y que años después terminaría por afectar gravemente las finanzas del conglomerado chino, como estamos viendo hoy. No podemos saber si lo que Food Investment (filial de Joyvio) presentó al BOC Macau era fidedigno. Lo que sí se ajustaba plenamente a la verdad eran las representaciones y garantías del contrato de compra venta de acciones” (vea aquí la respuesta completa de Asesorías e Inversiones Benjamín).