Llevamos más de diez años escuchando a distintos actores fundamentalmente ligados a intereses empresariales y autoridades de gobierno sobre el rol que debería tener el Estado en la exploración, explotación y producción de derivados del litio. Sin duda, este proceso se ha caracterizado por su parsimonia, entregando a los privados la explotación del mineral, demostrando, una y otra vez, escasa planificación y estrategia para gestionar el aprovechamiento de este recurso con respeto al medio ambiente y las comunidades locales. Como Fundación Terram, desde hace años que seguimos este proceso, como también tenemos conocimiento de las graves faltas ambientales junto con la opacidad tributaria que presenta la industria del litio.