Estudio revela altos índices de contaminación del aire en el Valle del Aconcagua
Durante el invierno, la concentración de material particulado fino superó en un 78% el límite propuesto por la OMS en Los Andes, San Felipe, Putaendo, Llay Llay, Catemu, La Calera y Quillota. ‘Los niños y niñas son los principales afectados’, dicen desde la red Aires Nuevos. El Ministerio del Medio Ambiente está elaborando un plan de descontaminación que podría estar listo a fines de este año. Fuente: La Tercera, 23 de septiembre de 2022.
Un estudio de calidad del aire, elaborado por el Centro de Acción Climática de la PUCV y la Fundación Horizonte Ciudadano, reveló altos índices de contaminación atmosférica en el Valle del Aconcagua, en la Región de Valparaíso, específicamente, de material particulado fino (MP 2,5), superando el estándar de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un 78,1%.
Según la OMS, la materia particulada de 2,5 micrones de diámetro puede alojarse en los pulmones y entrar al sistema sanguíneo. La exposición crónica a este contaminante, además, “contribuye al riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y respiratorias, así como cáncer de pulmón”. Para evitarlo, el organismo propone que su concentración media anual no supere los 5 µg/m3. La norma chilena, en tanto, lo establece en 20 µg/m3.
La investigación estuvo a cargo de la red Aires Nuevos -proyecto conjunto entre ambas entidades- y consideró datos de junio y julio pasado, proporcionados por monitores de calidad del aire (marca IQAir, modelo AirVisual VisualPro) instalados por esa organización en escuelas y municipios de Los Andes, San Felipe, Putaendo, Llay Llay, Catemu, La Calera y Quillota.
Así, durante el invierno, Llay Llay y Catemu arrojaron los peores resultados, con una concentración de material particulado de 72,26 µg/m3 y 53,01 µg/m3, respectivamente. Le siguen las comunas de San Felipe (49,64 µg/m3), Quillota (46,47 µg/m3 y 23,31 µg/m3), Los Andes (45,58 µg/m3), La Calera (36,48 µg/m3) y Putaendo (29,45 µg/m3).
Según Loreto Stambuk, directora de Aires Nuevos, “los niños y niñas son los principales afectados de esta mala calidad de aire. No solo porque la mayoría tiene una respiración bucal, sino también porque tienen un ritmo respiratorio que duplica al de los adultos y, por tanto, consumen más aire que ellos en relación a su peso”.
La investigadora acotó que “sus pulmones y vías respiratorias están en desarrollo, siendo más permeables y, por lo tanto, más vulnerables. Si nos fijamos en el material particulado, como contaminante que medimos, este, al ser más pequeño, ingresa más fácil a todos los órganos de sus pequeños cuerpos, llegando incluso a traspasar las membrana neuronal de sus cerebros”.
En la zona de estudio, las principales fuentes de contaminación identificadas, tanto naturales como artificiales, están asociadas al uso de leña domiciliaria -en la mayoría de las comunas-, quema agrícola y tráfico vehicular, en la ciudad de Quillota; polvo en suspensión por extracción de áridos, vertederos, falta de reforestación, y pesticidas de faenas agrícolas, en la ciudad de San Felipe, y yacimientos mineros no metálicos y extracción de silicatos en la comuna de La Calera, entre otros.
Marcelo Mena, exministro de Medio Ambiente y actual director del Centro de Acción Climática de la PUCV, comenta que “a través de estos datos y su respectivo análisis queda evidencia el daño a la salud que causa la contaminación atmosférica. Hoy es nuestra responsabilidad evitarlo, junto a la ciudadanía, organizaciones y gobiernos locales, para empujar el diseño de políticas públicas al respecto. Mediante acciones concretas, podemos salvar vidas”.
Consultado, el Ministerio del Medio Ambiente (MMA) señaló que, con el objetivo de proteger la salud de las personas que viven en la provincia de Quillota y las comunas de Catemu, Panquehue y Llay Llay, está elaborando un Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica para la zona, “el que esperamos pueda estar listo a fines de este año”.
“Entre las medidas que se aplicarán están el control de emisiones de fuentes puntuales ligadas a grandes industrias, como fundiciones, termoeléctricas o calderas. Además, recambio de calefactores, mejoramiento térmico de las viviendas, compensación de emisiones para nuevas fuentes y revisión de la red de monitoreo de calidad del aire, entre otras acciones”, informó la cartera.
Para Andrés León, director de la organización ambiental Dunas de Ritoque, el MMA llega tarde: “El Plan de Descontaminación lo pedimos hace 10 años, porque los índices de MP 10 (de mayor diámetro que el 2,5) se habían superado en esa zona y no querían declararla saturada. Las estaciones de Llay Llay y La Calera, por ejemplo, registraron entre 2013 y 2015 valores sobre el 100% respecto de la norma anual (chilena) de este contaminante. Se tuvo que pelear en Contraloría”.
“Esto debería haber sido antes. ¿Cuántas personas se han enfermado? No lo sabemos. Igual que en Puchuncaví y Quintero”, cuestionó el dirigente.
Mientras tanto, y atendiendo los resultados del estudio, Aires Nuevos recomendó a las autoridades “identificar los horarios en que niños y niñas pueden realizar actividad física de manera óptima, según cada comuna en cuestión”.