Alerta ambientalista por ley corta que acelera tramitación de desaladoras ante sequía
Con urgencia avanza el proyecto que faculta al MOP a construir desaladoras ante la sequía. Organizaciones alertan que es necesario evaluar los impactos acumulados de desaladoras y otras actividades industriales en las costas, para que la solución no se convierta en un problema marino. Fuente: El Desconcierto, 27 de octubre de 2023.
Con urgencia avanza en el Congreso un proyecto de ley corta que faculta al Ministerio de Obras Públicas (MOP) a construir de forma directa o mediante concesiones, plantas desaladoras de agua de mar, destinadas a consumo humano, saneamiento y riego.
El proyecto fue anunciado por el presidente Gabriel Boric en Coquimbo ante la grave crisis hídrica que atraviesa dicha región, donde las lluvias de este invierno no fueron tan abundantes como en otras partes del centro del país.
Ahora, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto, que continúa entonces su rápida tramitación, poniendo en alerta al mundo ambientalista, desde donde ven con preocupación la posible flexibilización de los requisitos para construir plantas desaladoras, dado los impactos ambientales que generan en las costas.
“Cualquier solución express para el problema de la sequía debe ser analizada con mucha precaución. Actualmente existen una infinidad de actividades industriales desarrollándose en la zona costera, y no hay un ordenamiento claro ni una evaluación adecuada de los impactos ambientales que estas actividades -a las que se sumaría la desalinización de agua de mar- producen al actuar todas juntas”, advierte Elizabeth Soto, bióloga marina e investigadora de Fundación Terram.
Desde Fundación Terram alertan que una iniciativa legal que pretenda dar vía rápida a la instalación de estas plantas puede tener impactos para los ecosistemas marinos y la pesca, si no considera la suma de otras actividades que se realizan en las costas.
Algunos ejemplos de estos impactos se pueden ver en dos multas cursadas este año por la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) contra dos plantas desaladoras.
Una de ellas ocurrió en Huasco, cuando cientos de cormoranes murieron atrapados en el sistema de aducción de una planta. La otra se cursó a mediados de octubre en Atacama, donde se detectó un aumento de la salinidad en el mar alrededor de la planta, alcanzando niveles nocivos para el ecosistema.